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lunes, 29 de noviembre de 2010

El Casamiento religioso y Espiritismo






Vamos a abordar aquí la cuestión del casamiento, más específicamente del casamiento religioso. Para este tema, debemos recordar que el Espiritismo Kardeciano no tiene ningun ritual. Absolutamente, ninguno.No solo del casamiento, sino de ningun otro.
La practica religiosa Espírita está basada unicamente en el Amor a Dios y en la Fé razonada. Para el Espírita Kardeciano, tener religión significa “estar ligado a Dios, pues la palabra “religión” significa exactamente eso: ligarse a Dios.

Si analizamos el Evangelio del Maestro Jesús, veremos que no está instituido, en ningún momento en él, el casamiento como un acto de ligación a Dios (acto religioso) o de fe. Veremos que Cristo habla, al respecto de la unión del Hombre y la Mujer    “…no separe el hombre lo que Dios unió…”, que fue tomado como base teológica para el ritual (sacramento) del casamiento y de la indisolubilidad eterna del casamiento religioso.

En verdad, lo que Cristo pretendía decir, es que el amor verdadero entre el Hombre y la Mujer, es consecuencia del Amor Divino que es, verdaderamente bendecido por Dios, y que el Hombre (ser humano), no debe intentar separar a las personas que se unen por el AMOR  Verdadero, pues  esos son los que de verdad están unidos por Dios (AMOR )  .

En verdad, el casamiento religioso fue, durante muchos siglos, la única forma de “legalizar” y de “Oficializar” la unión estable entre el Hombre y la Mujer, de establecer reglas de conducta y de responsabilidad  para la vida familiar. Debemos acordarnos que en  esas épocas, no había registros, no había documentos, ni leyes reguladoras, etc.

Inicialmente, solo existía  el poder moral de la Religión y el miedo al “castigo Divino” como garantía a los derechos y deberes en el casamiento. El sacerdote o el pastor o el curandero o el monje, ejercían el papel de “ testigo” del compromiso, en nombre de la Divinidad o  del Ser Superior.

Más tarde, las Iglesias, las Ordenes Religiosas, los Templos, cuando ya existía la  ley o costumbre escrita, mantenida solo en grupos herméticos y de iniciados, pasaron también a proceder y a mantener el registro formal de las uniones (casamiento), ampliando la estabilidad de las mismas, por la posibilidad de encontrarse controlado y registrado, quien era o no era  casado.

En muchas culturas y religiones, antiguamente y hoy en día, el casamiento no es un ritual religioso, sino una ceremonia familiar, donde el compromiso del Hombre y la Mujer es asumido, por los novios, delante de la comunidad, delante de la familia y delante del representante de la Religión, siendo el casamiento celebrado por el Patriarca o Matriarca de la familia, y no por el Sacerdote o representante religioso. De este modo también  cumple su papel  de “testigo” y estabilizador de la unión.

También es importante recordar una realidad estadística: - todas las religiones Judaico – Cristianas del mundo, sumados todos sus adeptos declarados, constituyen cerca de 1/3 (33%) de la población mundial. Por tanto, cerca de 2/3 de la población mundial no sigue al Cristianismo, y tiene otros conceptos a respecto del casamiento y de la forma de celebrarlo.

Con la evolución de la sociedad, con la creación de las constituciones de los países y de las Leyes, del avance y el perfeccionamiento del registro publico, el casamiento civil paso a ser el controlador de la estabilidad, de los derechos y de los deberes del matrimonio, de la protección de la mujer y de los hijos, de la garantía de herencia y sucesión.

El casamiento religioso quedó como el rito o Sacramento especifico de las Religiones, especialmente las Judaicas Cristianas. Más modernamente, va transformándose mucho más en una ocasión social que en un acto de fe verdadera, lo que está sobradamente demostrado por el enorme número de separaciones que ocurre entre uniones con menos de cinco años de duración, casi todos ellos casados también en ceremonia religiosa.

Cuando el Espiritismo surgió, el casamiento civil ya era una realidad. Ya no habia más necesidad del casamiento religioso como “regulador”. El Espiritismo, basado en la fe rezonada, en la fe verdadera, en la razón, en la lógica, no trajo para su seno ningun ritual. La sociedad ya podia dispensar los casamientos. La ligación con Dios (Religión) nunca preciso de estos rituales . El Evangelio de Cristo era para ser practicado en el dia a dia, y no para ser transformado en rituales.

No estamos hablando negativamente  del casamiento religioso. Muy por el contrario. El extremo respeto que el Espiritismo tiene por las Religiones, ya nos impide eso. Cada uno debe seguir lo que preceptúa su creencia religiosa. Solo estamos explicando por qué el Espiritismo Kardeciano no tiene ceremonias o ritual en el casamiento, y por qué los espiritas formalizan su unión en lo civil, no necesitando del casamiento religioso en cuanto a ritual, ceremonia o precepto religioso alguno.
Para los espiritas, existe un guía seguro para que  los casados aprendan a consolidar su unión en el día a día. Es la practica de la propia Doctrina Espirita, en su integridad. Y todo puede ser resumido con tres palabras: Amor, Tolerancia y Perdón. Y un ejercicio diario: el del aprendizaje constante.

Al decir por el casamiento, el Hombre y la Mujer están asumiendo una gran responsabilidad, un gran compromiso. Están iniciando una nueva familia. La familia es, y siempre será, la gran escuela de la evolución, del aprendizaje, del crecimiento espiritual, si es bien aprovechada. Cabe a cada pareja hacer de su familia que sea la mejor de las escuelas, que enseñe el camino para aprender a ser feliz.

Para eso, deben tener en mente que en su nueva familia deben enseñar amor y caridad. Para enseñar, es necesario practicar. Practicar diariamente. Aprender con los errores. Aprender a no errar más. Aprender a acertar cada dia más. Aprender a ser feliz.

Ese es el casamiento verdaderamente bendecido por Dios. Es independiente de las religiones.


Carlos Augusto Parchen
Centro Espirita Luz Eterna - CELE