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domingo, 28 de noviembre de 2010

Universalidad de la Reencarnación

A palabra "rencarnacion", en Francés, fue creada por Allan Kardec en la segunda mitad del Siglo XIX, y traducida simultáneamente por sabios de la época como  "reencarnación", cuyo significado etimológico es  "acción de nuevo en la carne", esto es, el retorno del espiritu a un nuevo cuerpo.

Hasta entonces, utilizaba en general el termino renacimiento, entre casi todos los pueblos, para designar la idea de lo que entendemos hoy por reencarnación. Pero se empleaba también otros vocablos para expresar ese fenómeno de la búsqueda de un nuevo cuerpo por parte del espiritu desencarnado. Y entre esos vocablos se destaca transmigración, metempsicosis, metensomatosis y resurrección. La metempsicosis, mas común entre los Hinduistas, admite que el espiritu pueda volver reencarnado en un ser biológico de otra especie que no sea humana.

METENSOMATOSIS, PALABRA CREADA POR  ORÍGENES Y PLOTINO, Y QUE QUIERE DECIR CAMBIO DE CUERPO, PORQUE, EN REALIDAD, EL CAMBIO ES DE CUERPO, Y NO DEL ESPIRITU.

Ya en el caso de la palabra “resurrección”, palabra muy usada en la Biblia, era de sentido ambiguo para los Judíos, pues ellos no sabían exactamente si la resurrección seria del espiritu o del cuerpo, aunque prevaleciese mas el sentido de la resurrección del espiritu, mientras que el Cristianismo optó  por la  resurrección del cuerpo, cuando fue prohibida por el clero la divulgación de la reencarnación. Así fue que, en el Credo Católico, introdujo la expresión "creo en la resurrección de la carne", en vez  de "creo en la resurrección del espiritu", a pesar de  la enseñanza y exegesis bíblicos racionales y no dogmáticos, pues en la Biblia, en el Nuevo Testamento, consta claramente que la resurrección es del espiritu.

Ejemplifiquemos lo que estamos diciendo con una frase de Paulo Apóstol: "Hay dos cuerpos, uno natural y otro espiritual, y resucita el cuerpo espiritual" (1 Corintios 15: 44).

Nota de Cassio: Este es uno de las partes del nuevo testamento que fue mas alterada por nuestros hermanos evangélicos y católicos. La traducción que hace Jose Reis es del original de los primeros evangelios.

Así, quien cree en la reencarnación, no niega la resurrección, tal  como lo afirman, frecuentemente, algunos anti-reencarnacionistas. Por el contrario, ellos hasta creen en más de una resurrección, o sea, la resurrección del espiritu en el mundo espiritual, después de la muerte de su cuerpo, la resurrección del espiritu en su nueva reencarnación, en un nuevo cuerpo que nace,  y  la resurrección definitiva del espiritu en el mundo espiritual, después de su liberación de la materia carnal en nuestro Planeta Tierra. Un espiritu  en esas condiciones solamente vuelve a reencarnar o  a resucitar en un  nuevo cuerpo aquí en la Terra, si él por voluntad propia lo quiere, para, por ejemplo, cumplir una misión especial en  bien de la Humanidad.

Y quien creó la frase "creó en la resurrección de la carne" fue el reencarnacionista San Atanasio, y esta  frase porma  parte del retocado Credo de su autoría rezado en las misas, no siendo esta frase, pues,  original de la Biblia. San  Atanásio debió haber querido decir, pues, "creó en la resurrección en la carne", y no "DE LA CARNE".  Y  podría  también haber querido expresar  lo siguiente: Creó en la misericordia de Dios, que hará resucitar para mí una nueva carne, un nuevo cuerpo carnal, para que Yo pueda continuar  mi evolución espiritual en mi peregrinación terrena.

Jamás existió en la Historia de la Humanidad una creencia tan poderosa como la Doctrina de la Reencarnación, que algunos investigadores  modernos prefieren llamar  Teoría de la Reencarnación. Ella siempre existió en todos los Continentes, en todas las épocas y en todas las religiones. En el Occidente, con el final  de la represión inquisitorial,  resurgió con toda su fuerza, después de haber sido perseguida por la Iglesia durante cerca de mil años.  Esto sucedió  con el surgimiento del llamado Neo-Espiritualismo, un movimiento de nuevas ideas espiritualistas independientes, de las cuales merece destacar  el surgimiento del Espiritismo y de la Sociedad Teosófica, tanto  como del renacimiento de la Masonería y de los Templarios; todos estos hechos pasados en el Siglo XIX, el "Siglo de las Luces", y  fueron esos movimientos filosófico-religiosos que hicieron frente al materialismo representado por el Positivismo, EL DARWINISMO  y el Marxismo, entre otros, pues la Iglesia, con su Filosofia y Teologia,  se mostraba  impotente para tal. Además, las enseñanzas dogmáticas de la Iglesia  estaban creando mas ateos que adeptos para ella.

Y la Iglesia procuro reorganizarse. Pero no puede contener las nuevas ideas racionales que pasaran a conquistar los medios católicos, mereciendo destacar  entre ellas  la  de la Reencarnación, que, en algunas partes del Occidente, principalmente en Brasil, llega a tener la adhesión de cerca de 70% de los católicos. En el Oriente, como se sabe, esa cifra alcanza prácticamente 100% de la población.

Y, en la actualidad, la Teoría de la Reencarnación va teniendo el respaldo de renombrados científicos de varios segmentos de la Ciencia, tal como  la Psiquiatría, Neurología, Psicología, Genética  e Física Quántica.

La "Word Christian Enciclopedia" de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, editada por la Universidad de Oxford (Time-Life nº 18), dice lo siguiente: "500  investigadores y  121 consultores, después de visitar 212 países, concluirán en 100 relatos  que, en el año de 2000, la población de la Tierra alcanzaría 6.260.000.000 de habitantes, y que 2/3 de esa población, esto es, cerca de 4.000.000.000 de personas, serian reencarnacionistas" .

Estos datos son contundentes, y, por si solos, bastan para  mostrarnos, con una claridad meridiana, el carácter de la universalidad de la Teoría de la Reencarnación. Solamente no ve quien no quiere ver!.  Y este es el peor ciego, segundo el Maestro de la Galilea.

José Reis Chaves (BELO HORIZONTE, MG), ESCRITOR, CONFERENCIANTE, LOCUTOR RADIOFONICO, PARAPSICÓLOGO, TEÓSOFO,  INVESTIGADOR DE LA BIBLIA, EX-SEMINARISTA REDENTORISTA  Y  PROFESOR DE PORTUGUÊS Y  LITERATURA, .

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Bibliografia:
"La Reencarnación Segundo a Biblia e la Ciencia", José Reis Chaves, Editora Martin Claret, São Paulo, SP, 2000. "La Faz Oculta de las Religiones", José Reis Chaves, Editora Martin Claret, São Paulo, SP, 2000.

Mensaje: " Enseñanza"


Naturalmente, usted preguntará como se desenvuelven nuestros trabajos escolares, y, de antemano puedo responderle que los servicios de esa naturaleza, en nuestra villa espiritual, son casi idénticos a los de un establecimiento de enseñanza en la Tierra.

Tenemos material didáctico, en variada y enorme cantidad, inclusive libros y cuadernos de ejercicio.

El sistema de acción de los profesores, sin embargo, es bastante diverso.

No solamente enseñan: guardan, confortan, orientan.

Me hallo, por ejemplo, en un curso de buen comportamiento y rectificación sentimental.

Noto que los instructores no se descuidan  en la parte intelectual propiamente dicha, preparándonos el conocimiento de las condiciones alusivas  a la nueva vida en que nos encontramos.

Para eso, se valen de las realizaciones que ya edificamos en la Tierra. No nos perturban con revelaciones prematuras, ni con demostraciones susceptibles de alterar el equilibrio de nuestras emociones. Toman, como punto de partida, las experiencias que ya adquirimos y nos ayudan a desenvolverlas, gradualmente, sin herirnos los raciocinios más agradables.

Tengo la impresión de que los orientadores de aquí nos reciben  los conocimientos terrestres como simientes de los conocimientos celestiales. En razón de eso,  no nos oprimen  con la exposición mágica de la sabiduría de que son portadores. Nos cercan de  cuidados y cariños especiales, para que nuestras facultades superiores  germinen y crezcan.

Lo que asombra, sin embargo, es la vigilancia paternal que los abnegados orientadores desenvuelven junto a nosotros, en el sentido de despertar nuestras ideas más elevadas.

En ese propósito, el curso de introducción a las aulas superiores está lleno de relativos a la mejoría espiritual que nos compete atender. Largas horas son aprovechadas en el examen atencioso de interrogaciones como estas:

¿Qué pensamos acerca de Cristo?

¿Cómo recibimos los favores de la Naturaleza?

-¿Qué hacemos de la vida? ¿Cuáles son los objetivos de nuestro esfuerzo personal?

¿Qué concepción alimentamos, relativamente al tiempo  y a la oportunidad?

¿Cuáles son las directrices de nuestro pensamiento?

¿Estaremos utilizando para el bien los instrumentos y las posibilidades  que el Señor de la Vida nos confió?

Semejantes temas, examinados inicialmente  por nuestros profesores, en provechosas aulas de renovación espiritual, dentro de las cuales nos confesamos unos a los otros a través de comentarios serenos y francos, hacen luz sobre nosotros mismos, revelándonos a los ojos en la extensión de nuestras necesidades, por el egoísmo, por la indiferencia y ociosidad en que hemos vivido desde hace muchos años en los círculos terrestres.




Por el Espíritu Neio Lucio – Del Libro: Mensajes de un pequeño muerto. Francisco Cándido Xavier