Entradas populares

miércoles, 12 de septiembre de 2012

La Ley de Consecuencias o "Karma".






Esta ley cósmica nos da las claves para poder comprender hasta donde alcanzan las consecuencias de nuestros actos, y nos enseñan ,por tanto, a dirigir más consciente y convenientemente  nuestras vidas en coherencia con lo que esta ley nos enseña.
Es también conocida popularmente como Ley del Karma

¿ Qué  significa  Karma ?.-

   Es una Ley natural de justicia,  reequilibradora  y correctora del Ser espiritual, que actúa siempre retribuyendo y equilibrando el resultado de nuestros actos buenos o malos  cometidos en esta vida. Podemos afirmar que  esta ley acompaña  al espíritu  desde su primera encarnación  en  donde inició su camino evolutivo como ser humano..
     Esta  Ley  está en la naturaleza misma del espíritu humano en donde  precisamente por eso, su acción reguladora  de las vidas humanas y de sus acontecimientos, es permanente.
    La palabra  “ Karma ”,  tiene un origen oriental que procede del  Sánscrito “Karman”, y precisamente  significa  “ Acción y Consecuencia”.
    Este nombre  oriental  es el mas popularizado, pero en Occidente también se le conoce como  Ley de Causa y Efecto, Ley de Consecuencias , Ley de Retribución, Ley de siembra y cosecha, etc. 
    También esta ley  afecta a la materia,  y es conocida en Física donde fue promulgada por Isaac Newton   como   Ley de Acción y Reacción.   Dicha ley física  fue promulgada así:  “  A toda acción realizada en un determinado sentido, corresponde una reacción de la misma intensidad en dirección opuesta”, o sea, que es una ley  equilibradora de los actos y sus consecuencias.
       Ella ajusta y equilibra los méritos y los deméritos de cada uno.  Conforme ahondamos en su comprensión, vemos más claramente como las casualidades  en realidad no existen. En general todos los actos y situaciones que nos sobrevienen en la vida, suponen una Causalidad que determina la relación de la causa con el efecto correspondiente que produce :  Todo hecho pude ser como considerado como un efecto o como cosecuencia de algo y no hay efecto sin causa  por lo que  no hay casualidades sino siempre “causalidades”, aunque no siempre lo comprendamos así o lo aceptemos.
       Es fácil  llegar a comprender la lógica de que si tenemos libre albedrío y voluntad propia para dirigir conscientemente nuestras vidas, también debemos tenemos la responsabilidad de nuestros actos y sus consecuencias.  Por ella , Dios deja al tiempo el cuidado de hacer derivar sobre cada uno los efectos de las causas que los originaron . Funciona haciendo que  cada uno  recibamos  obligadamente las consecuencias de nuestros actos de los que somos responsables, por cuanto hacemos a los demás o a nosotros mismos .  Supone una especie de compensación de los actos del pasado a la que estamos sometidos todos los seres humanos, tanto a nivel individual como colectivo.
         Esta Ley  que nos corrige y nos incentiva en nuestras vidas es ante todo perfecta, inmutable, automática, soberanamente justa y además al mismo tiempo está  relacionada estrechamente con la del Amor, porque ofrece eternamente al  Espíritu  humano la posibilidad de evolución.
Es de señalar que  la Ley de Consecuencias  puede actuar corrigiendo o sancionando acciones negativas, pero  también  lo hace premiando  y compensando  las buenas acciones  de  consecuencias  positivas en cada Ser humano. Su comprensión representa y  engrandece el concepto de la Justicia Divina  que siempre se cumple inexorablemente y nos  indica  que para nadie existen privilegios ni concesiones.
        Esta Ley cósmica de Causa y Efecto,  nos explica el gran interrogante de las desigualdades humanas, y nos aclara los mecanismos de actuación de la Justicia Divina de forma sencilla, pero categórica : De lo que sembramos en este mundo libre y voluntariamente, recogemos la cosecha obligatoria  buenao mala, antes o después. Hay quien evivocadamente cree que la muerte hace que muchos no recojan esas consecuencias buenas o malas de lo que en vida sembraron, pero esto es a causa de que olvidan que con la muerte no termina la vida dl espíritu y que la reencarnación de este en nuevas vidas donde recogerá el resultado de sus anteriores siembras, es un hecho.
     La Ley de Consecuencias muestra la Gran Inteligencia Justicia y Previsión de Quien la puso en marche en medio de la evolución del espíritu humano pues nos conduce en el proceso evolutivo al hacer  que  nos conduce a un equilibrio espiritual, porque repetidamente nos  confronta  con los mismos problemas, hasta que por fin  aprendemos y somos  capaces de superarlos.
     Asimismo esta ley  administra los destinos de todos los Seres espirituales, proporcionándonos  las circunstancias y las pruebas de la vida  que necesitamos para progresar, aunque no siempre las aceptemos de buen grado ni comprendamos el por qué  nos sobrevienen, pero que  nos lleva a reflexionar sobre el tiempo pasado y el futuro. Simplemente nos plantea situaciones y circunstancias humanas, pero no actúa en contra de nuestra libertad, sino que la respeta totalmente, y es la respuesta obligada que obtenemos de aquello que hacemos voluntariamente  en uso nuestro libre albedrío. Por  esta ley siempre se nos devuelve el bien o el mal, en esta vida o en otras futuras.
      También  nos  hace comprender  la lógica de la Reencarnación, cuando explica como  muchas de las fobias humanas en la vida presente,  suelen tener su origen en traumas padecidos en el pasado, y como a través de las nuevas y a veces múltiples experiencias en la materia, finalmente el espíritu evoluciona reequilibrándose y adquiriendo nuevos valores y experiencias..
           Finalmente comprendemos que  la ley del Karma  siempre ha actuado  en la vida individual  y también en la colectiva de los pueblos, que se  han movilizado vida tras vida y generación tras generación mediante sus actuaciones, comportamientos  y actos .
- Jose Luis Martín-


“ Si quieres conocer el pasado, mira el presente que es su resultado. Si quieres conocer el futuro, mira el presente que es su causa.”
                                           - Proverbio japonés -
   

Ver también los  Blog        inquietudesespiritas.blogspot.com
                             elblogdeazucena.blogspot.com
                                       marinamiesdeamor.blogspot.com
                             boletin-nuevaesperanza.blogspot.com
                             ade-sergipe.com.br
                                      ceesinfronteras.es/eventos.htm
                                             espiritistas. es

CALUMNIA


 ( Dada la falta de personas interesadas en visitar este blog, comienzo a plantarme el poner término al mismo. Cuando lo decida hacer, avisaré a quién pueda asomarse al último artículo, por si quieren seguir viendo solo el de "Inquietudes espíritas" u otro ).
- Jose Luis Martín -





     En la noche del 8 de marzo de 1956, tuvimos  nuestra atención volcada para el triste relato del Espíritu A. Ferreira que, ocupando los recursos psicofónico del médium,  nos ofreció significativa lección con respecto a la calumnia, conforme a sus experiencias.
De todas las potencias del cuerpo humano, la lengua será tal vez aquella que más reclama  nuestra vigilancia.
Por ella, comienza la gloria de la cultura en los cinco continentes, más, a través de ella, igualmente principian todas las guerras que atormentan al mundo.
Por ella se irradia la miel de nuestra ternura, más también, a través de ella, se derrama la hiel de la cólera.
Muchas veces es fuente que refresca y muchas otras es fuego que consume.
En muchas ocasiones, es herramienta que educa y, en muchas circunstancias, es lámina portadora de la destrucción o de la muerte.
Soy una de las víctimas de la lengua, no conforme acontece en la existencia humana, en la que los calumniados caen en la Tierra para erguirse en el Cielo, en sublime triunfo, más, según los padrones de la vida real, en la que los calumniadores que triunfaron entre los hombres experimentan, más allá, del sepulcro, la extrema derrota del espíritu.
Determinan nuestros amigos espirituales os ofrezca mi historia.
La voy a contar, sintetizando tanto como sea posible, para no cansaros la atención.
Hace casi treinta años, nuestra familia, dirigida por pequeño comerciante, en la venta por menor de Rio, era serena y feliz.
En casa, éramos cuatro personas.
Nuestros padres, Afranio y el servidor que os habla.

Entre mi hermano y yo, con todo, surgían antagonismos irreconciliables.
Afranio era bondad.
Yo era maldad oculta.
Mi hermano era dulzura, yo era crueldad…
En el aparecía la luz de la franqueza abierta.
En mi se escondía la torpe mentira.
Afranio era virtud, yo era el vicio contumaz…
En la época en que figuro el principio de mi relato, mi hermano se desposara con Celina, una joven recta y generosa que aguardaba el primer hijito.
En cuanto a mi, me entregue a las libaciones de la irresponsabilidad, encontré en la joven Marcela, tan liviana como yo mismo, una compañera ideal para mi clima de aventura.
Entretanto, cuando la vi, aguardando un niño, bajo mi responsabilidad directa, la abandone, despiadado, aunque vigilase los menores movimientos.
Fue así que, en nublada mañana de junio, observe un automóvil  visitar el refugio.
Me puse a vigilarla, reparando en el hombre  de frente descubierta que buscaba  la morada y reconocí a mi propio hermano.
Sorprendido y aterrorizado, di curso a los malos sentimientos que generaron, en mis ideas,  la infamia que pasó a dominarme la cabeza.
Encontré, en fin – concluí malicioso-  la brecha por donde solapar su reputación, y me aparte apresurado.
Jugué y bebí, volviendo  a la noche para el santuario doméstico, donde encontré aflictiva ocurrencia.
Afranio, ausentándose de nuestra pequeña lonja para depositar en un banco la expresiva importancia de cincuenta contos de reales – fruto de nuestras economías de dos años, para la realización de nuestro viejo plano de casa propia – perdiera la suma aludida, sin conseguir justificarse.

Escuche las inquietantes alegaciones, simulando preocupación, más, dando lugar a mis proyectos delictuosos, arquitecté  la mentira que debería arruinarlo.
Llamé a mi padre a la intimidad y lo envenene por los oídos.
Con mi palabra fácil, tejí la calumnia  que sirvió para imponer a mi hermano irremediable infortunio, contando a mi padre lo que había visto, en compañía de mujer menos respetable, perdiendo toda nuestra fortuna en una casa de juego, y acrecenté  que observara el cuadro lamentable  con mis propios ojos.
Mi madre y Celina, a reducida distancia, sin que yo reparase en su presencia, notaron  mi puñalada verbal, y todos los nuestros, dando crédito a mi verbo delincuente, pasaron de la confianza al menosprecio, dispensando al acusado el tratamiento cruel que le desmantelo la existencia.
Por seis días Afranio, desesperado, procuro en balde el dinero.
Y, después de ese tiempo, incapaz de resistir el escarnio de que era víctima, prefirió el suicidio a la vergüenza, ingiriendo el veneno  que le robo la vida física.
La desgracia nos penetro la lucha diaria.
Todos menos yo, que me regocijaba  con la oscura vergüenza, se rindieron a la tensión y al desespero.
Inquirida Marcela por mi padre, vinimos, sin embargo, a saber, que Afranio la visitara  por solicitación de ella misma, que se hallaba en extremada penuria.
Nuestro espanto, con todo, no quedó ahí, porque finalizados tres días después los funerales, un chofer humilde  nos procuró, discreto, para entregar una bolsa que traía  los documentos de Afranio, acompañados  por los cincuenta contos, esa bolsa que mi hermano había perdido inadvertidamente en el coche que lo sirviera.
Mi cuñada, en un parto prematuro, falleció en nuestra casa.
Mi madre, postrada en el lecho, no se levanto más y, pasados tres meses, la muerte se hizo de ella, tocado por infinito disgusto, mi padre acompaño sus pasos al cementerio de Caju.

Me encontraba, entonces, solito.
Tenía dinero y busque la vida fácil, más el remordimiento  paso a residir en mi  conciencia, atormentándome el corazón.
Me embriagaba para olvidar, más entontecida la cabeza, pasaba a ver, junto a mí, la sombra de mis padres y la sombra de Celina, preguntándome angustiados:
-¿Caín que hiciste de tu hermano?
La locura que me invadía  me domino al fin…
Conducido al caserón de la Playa Roja, allí gaste cuanto poseía para, después de un año de suplicio moral e irremediable tormento físico, abandonar mis huesos exhaustos en la tierra, en cuyo seno, en balde, imploro consuelo, porque el sufrimiento y la vergüenza me sitiaron la vida, destruyéndome la paz.
Estoy amargado, a través de todos los procesos imaginables, las consecuencias de mi crimen.
Soy un fantasma, despreciado en todas partes, sorbiendo la hiel y el fuego del arrepentimiento tardío.
 Solamente ahora, oyendo las lecciones del Evangelio, conseguí encender en mi alma leves chispas de esperanza…
Y a la manera de mendigo que bate a la puerta del reconfortamiento y del alivio, encuentro presentemente un nuevo camino para la reencarnación, que, muy en breve, me ofrecerá la bendición sagrada del olvido.
Entretanto, no sé cuándo podré encontrar, de nuevo, a mi padre y a mi madre, a mi hermano a mi cuñada, creadores de mi destino, para rescatar, ante ellos, el debito inmenso que contraje.
Mientras tanto, seré apenas internado en la carne para considerar los problemas que yo mismo cree, en perjuicio de mi alma…
Brevemente, volveré al campo de los hombres, más reapareceré, entre ellos, sin la gracia de la familia a fin de valorizar el santuario domestico, y renaceré mudo para aprender a hablar.
¡Que Dios nos bendiga!

   Por el espíritu A, Ferreira – Del Libro: Voces del Gran Más allá  médium Francisco Cándido  Xavier.


(  Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos, y sabrás cuánto debes a tus padres.)
Gonofa Juarez 




Ver también los  Blog        inquietudesespiritas.blogspot.com
                             elblogdeazucena.blogspot.com
                                       marinamiesdeamor.blogspot.com
                             boletin-nuevaesperanza.blogspot.com
                             ade-sergipe.com.br
                                      ceesinfronteras.es/eventos.htm
                                             espiritistas. es