Entradas populares

sábado, 20 de febrero de 2016

Pérdida de seres queridos: Relaciones de ultratumba



LA PLENITUD DE LA VIDA.

El ser querido, que la muerte arrebató, no se extinguió, prosiguiendo, en otra dimensión, conforme a sus conquistas morales y espirituales. La muerte, en realidad, es la puerta que se abre y conduce a la vida plena, donde medran, indestructibles, los tesoros incomparables de la Eternidad. Tras el deceso y sepelio, no ocurre el enfrentamiento con los demonios representativos del Infierno mitológico, ni con los querubines jubilosos por conducir el Espíritu a los Cielos.

Tiene lugar, sí, el reencuentro con la conciencia que despierta para el análisis del comportamiento, vivido con relación a aquello que debería haber sido adquirido a través de la experiencia. En los primeros días después de la desencarnación el Espíritu generalmente permanece adormecido, de modo que, al despertar, enfrenta la nueva realidad en la cual proseguirá a partir de aquel momento. Pero, no existen, dos desencarnaciones y reconquistas de conciencia iguales.

Cada ser es un cosmos personal, distinguiéndose de los demás, con vivencias, emociones y aspiraciones compatibles con su nivel de evolución. Así, cada cual despierta en el Más Allá conforme adormeció bajo el anestésico de la muerte. Quien transformó la existencia terrena en un bendito aprendizaje, recogerá los frutos sazonados de la alegría y de la incesante renovación para el Bien. No obstante, aquel que se valió del campo de experiencias físicas para la sensualidad y el placer, la práctica del mal y de la perturbación, recogerá los abrojos que fueron dejados en la retaguardia y que lo invitarán a reflexiones profundas.

Nadie tiene el derecho de disfrutar de una felicidad que no haya edificado, y de la misma forma solamente padecerá los sufrimientos a que se haga merecedor. En todo lugar rige soberana la Justicia Divina. La Tierra es un bendito hogar-escuela donde los Espíritus desenvuelven los valores inapreciables del proceso evolutivo. Cada experiencia constituye significativa lección que esculpe en lo íntimo y conducirá como orientación para nuevas conquistas. He aquí porque todo esfuerzo que sea desarrollado a favor de la auto-iluminación y de la solidaridad con relación al prójimo debe ser sostenido, de manera que la trayectoria humana se transforme en hermoso campo de realizaciones ennoblecedoras.

Transitoria y rápida la vida física pasa, conduciendo al Espíritu al Gran Hogar de donde se originó con los tesoros positivos y negativos que haya almacenado. Serán ellos los que tendrán significado real después de la muerte orgánica. De ese modo, el tránsito por el cuerpo físico es un viaje inevitable hacia la muerte, para la supervivencia. Es natural que sufras la nostalgia de aquel a quien amas y partió de la Tierra rumbo a la Inmortalidad. Pero, no te desesperes pensando que no compartirás jamás su convivencia, su afectividad, su relación. En vez de permitirte ser arrastrado por la desesperación, cálmate y envuelve al ser querido en recuerdos felices, dirigiéndole pensamientos edificantes y oraciones consoladoras.
Él recibirá tus vibraciones de paz y de amor que lo reconfortarán, disminuyéndole también las angustias por el viaje realizado, y los dolores que quizás experimente. Tan pronto como le sea posible, volverá a visitarte, envolviéndote en ternura y en gratitud. Nunca pienses en la muerte en términos de destrucción y de aniquilamiento. Todo, en la naturaleza, muere para resurgir, para transformarse.

¿Por qué el ser humano debería desaparecer? Si no lo ves, esto no significa su desintegración, considerando que la mayoría de todo aquello en que crees es invisible a los ojos, pero captado por instrumentos especiales se torna realidad palpable. Lo mismo ocurre con los llamados muertos, que pueden ser vistos, oídos, sentidos y manifestados a través del instrumento mediúmnico. Si no estás dotado de alguna facultad ostensible, posees sentimientos que te facultan la captación de los pensamientos y los sentimientos de él. Si deseas comunicarte con el ser amado que desencarnó, haz silencio interior y lo percibirás, calmando los dolores de la aflicción de ambos con el ungüento de la alegría y de la esperanza del reencuentro.

Gracias a la mediumnidad dignificada por Jesús, hoy es posible mantenerse en contacto directo con aquel que siguió anticipadamente el rumbo de la Vida plena. No obstante, es necesario averiguar cuáles serán sus condiciones morales, emocionales y espirituales, para que la comunicación se presente rica de bendiciones, señalada por la felicidad y estimulante para el avance rumbo al futuro promisorio. Así, pues, la muerte no consigue transformar aquél a quien arrebata. Cada uno viaja con el equipaje que reunió durante la jornada física y de que se hace acreedor. Mientras el velo de la tristeza te envuelve en angustia y dolor, dilúyelo con las vibraciones sublimes de la oración y los pensamientos elevados que el amor inspira, en la certeza de que, un poco más tarde, terminada tu trayectoria, viajarás también al encuentro de aquel por quien lloras ahora.

Entonces, vive de tal forma que, al liberarte de las amarras carnales, tengas acceso a la lucidez y puedas disfrutar del beneplácito del amor de aquel que te aguardará con alegría en el corazón y en el alma. Innumerables veces, el amigo de los desamparados se refirió a la gloria de la inmortalidad, al reino de los Cielos, estimulando a sus oyentes a la renuncia de las pasiones y de las malas inclinaciones que enredan en cadenas de esclavitud. Enseñando que había venido para que todos tuviésemos vida en abundancia, Jesús anunció su propia muerte, para demostrar a continuación la gloria excelsa de la Vida. Y cuando fue invitado al máximo testimonio, dando su vida por la de aquellos a quienes ama, a través de una flagelación desgarradora y cruel, culminando en la muerte, luego retornó en la madrugada de la Inmortalidad, cuando resucitó, iluminado y triunfante de la tumba, confirmando sus palabras y promesas, iniciando de ese modo la Era nueva de la felicidad, sin interrupción por la muerte.

Nunca te olvides, pues, de la resurrección que solamente se dará, después de la desencarnación.

Juana de Ángelis

(Mensaje psicografiada por el médium Divaldo Pereira Franco, el 31 de mayo de 2004, en Zurich, Suiza.)

                                                      *******************************


PÉRDIDA DE SERES QUERIDOS: RELACIONES DE ULTRATUMBA 

 Convierte un recuerdo de tristeza en un momento hermoso de alegría. Cuando surja el recuerdo de un familiar fallecido y desencarnado, te toca a ti convertir ese recuerdo en una oportunidad de alegría a tu vida y no un recuerdo de tristeza. El ítem #936 del libro de los Espíritus te apercibe que las tristezas de los recuerdos le hacen mucho daño al Espíritu desencarnado. Cito: “El Espíritu es sensible al recuerdo que se conserva de él, así como a los lamentos de aquellos a los que amó. No obstante, un dolor incesante e irreflexivo lo afecta intensamente, porque en ese dolor excesivo ve una falta de fe en el porvenir, así como también de confianza en Dios y, por consiguiente, un obstáculo para el adelanto y, tal vez, para el reencuentro”
Libro Cuarto – Capítulo I, Libro de Los Espíritus
Pérdida de los seres queridos
934. La pérdida de los seres que amamos, ¿no es una de las que ocasionan
las penas más legítimas, por tratarse de una pérdida irreparable e independiente de nuestra voluntad?
“Esa causa de pesar alcanza tanto al rico como al pobre. Es una prueba o expiación, y la ley es común a todos. No obstante, es un consuelo el que podáis comunicaros con vuestros amigos por los medios de que disponéis, hasta que tengáis otros más directos y más accesibles a vuestros sentidos.”
935. ¿Qué pensar de la opinión de las personas a quienes las comunicaciones de ultratumba les resultan una profanación?
“No puede haber profanación cuando existe recogimiento y cuando la evocación se hace con respeto y honestidad. Prueba de ello es que los Espíritus que os aprecian acuden con placer. Están felices de que los recordéis y de comunicarse con vosotros. Habría profanación en caso de que eso se hiciera con frivolidad.” La posibilidad de entrar en comunicación con los Espíritus es un muy grato consuelo, puesto que nos proporciona los medios de conversar con los parientes y amigos que dejaron la Tierra antes que nosotros. Mediante la evocación los atraemos. Están a nuestro lado, nos escuchan y nos responden. Por decirlo así, ya no existe separación entre ellos y nosotros. Nos ayudan con sus consejos, nos dan testimonio de su afecto y de la alegría que experimentan porque los recordamos. Para nosotros es una satisfacción saber que son felices, enterarnos por ellos mismos de los detalles de su nueva existencia, así como adquirir la certeza de que nos reuniremos con ellos cuando llegue el momento de nuestro regreso.
936. ¿De qué modo afecta a los Espíritus el dolor inconsolable del que son objeto en quienes los sobreviven?
“El Espíritu es sensible al recuerdo que se conserva de él, así como a los lamentos de aquellos a los que amó. No obstante, un dolor incesante e irreflexivo lo afecta intensamente, porque en ese dolor excesivo ve una falta de fe en el porvenir, así como también de confianza en Dios y, por consiguiente, un obstáculo para el adelanto y, tal vez, para el reencuentro”
• Dado que el Espíritu está más feliz que en la Tierra, lamentarse de que haya perdido la vida implica lamentarse de que sea feliz. Dos amigos están presos y encerrados en el mismo calabozo. Ambos alcanzarán un día la libertad, pero uno de ellos la obtiene antes que el otro. ¿Sería caritativo que el que sigue preso se disgustara porque su amigo fue liberado antes que él? ¿No habría de su parte más egoísmo que afecto si quisiera que el otro compartiese su cautiverio y sus padecimientos tanto tiempo como él? Lo mismo sucede con dos seres que se aman en la Tierra. El que parte primero es el que se libera primero, y debemos felicitarlo por eso, mientras esperamos pacientemente el momento en que también nosotros seremos libres. Al respecto, haremos otra comparación. Tenéis junto a vosotros a un amigo que se encuentra en una situación muy penosa: su salud o sus intereses le exigen que viaje a otro país, donde estará mejor en todos los aspectos. Durante un tiempo ya no permanecerá a vuestro lado, aunque mantendréis correspondencia con él. De modo que la separación sólo será material. ¿Os sentiríais disgustados por su alejamiento, puesto que es para su bien? La doctrina espírita, tanto por las pruebas patentes que proporciona acerca de la vida futura, de la presencia alrededor nuestro de los que hemos amado, de la continuidad de su afecto y su solicitud, como por las relaciones que nos permite establecer con ellos, nos ofrece un consuelo supremo para una de las causas más legítimas de dolor. Con el espiritismo ya no hay soledad ni abandono. Por más aislado que esté un hombre, siempre tendrá amigos cerca de él, con los que podrá comunicarse. Sobrellevamos con impaciencia las tribulaciones de la vida. Nos parecen tan intolerables que no comprendemos cómo es posible que las soportemos. Sin embargo, si las hemos sobrellevado con valor, si hemos sabido imponer silencio a nuestras quejas, nos felicitaremos por eso cuando estemos fuera de esta prisión terrenal, del mismo modo que el paciente que sufre, cuando está curado, siente satisfacción por haberse resignado a someterse a un tratamiento doloroso.

Frank Montañez -Soy Espírita. 


                                           ***************************



¡Lee un poco más!
Aprovecha tu tiempo.
No dejes que la ociosidad alimente tus
pensamientos pesimistas, porque estarías perdiendo un tiempo precioso que no recuperarás jamás.
¡Lee un poco más!
La buena lectura alimenta el entendimiento y controla las emociones.
El libro es un amigo discreto que no se
impone a nadie, y sólo habla con nosotros cuando tenemos voluntad de hablar con él.
Lee más, y haz del libro tu mejor amigo.

Feliz domingo!

-Lorena Dorante-
                                 **************************




EL SEXO EN LA REENCARNACIÓN 

    El espíritu en sí mismo, el Ego como ser espiritual, es asexual, carece de sexo; pero, sí lo contiene el cuerpo que le envuelve: alma o psicosoma. Este es un cuerpo fluídico, de sustancia etérea, más o menos sutil, más o menos densa, según su condición moral; conservando el sexo de su última existencia terrena, ya que, en cuanto a la forma, es análogo al cuerpo físico. Cada alma humana conserva su característica sexual intrínseca. Sigue sintiéndose como mujer o como hombre, según cual haya sido; con los mismos gustos y tendencias, ya que el alma no cambia (mentalmente) con el simple tránsito a la vida espiritual.      El sexo en la reencarnación, está supeditado a la necesidad de progreso espiritual del ser reencarnante, y generalmente se efectúa en el mismo sexo durante un número de veces NO prefijado, hasta que es necesario un cambio de identidad sexual, para un mayor progreso del Espíritu y de acuerdo con el programa a realizar o destino en cada nueva vida. 
     Como el Espíritu tiene que pasar por todas las experiencias a fin de adquirir la sabiduría que el mundo pueda ofrecerle, llega un momento de su vida inmortal, que necesita ensayar, que necesita vivir la vida del sexo opuesto. Entonces se efectúa el cambio, en el plano astral, mediante la ayuda de guías espirituales superiores, colaboradores en la obra divina de progreso de la humanidad (1). Para ello, necesita condicionar, con los fluidos del alma reencarnante, el molde fluídico o periespiritual que da forma a los elementos celulares, fijando el sexo.
     En los casos de espíritus elevados, no reencarnantes, que comienzan un nuevo ciclo, no hay cambio de sexo propiamente, ya que en los planos elevados no necesitan del psicosoma o cuerpo astral, que hubo sido ya, y situándolo en el vaso uterino de la que va a ser la madre (ésta en estado de sueño), a cuyo molde o modelo dínamo-espiritual van uniéndose, por atracción, las moléculas orgánicas en el proceso de gestación, hasta completar la formación del feto (2).       Aun cuando esta tesis no está admitida por la ciencia oficial todavía, ya que el sexo del feto es atribuido solamente a la influencia de los cromosomas sexuales (X-Y); otras fuentes del conocimiento sostienen que el sexo es fijado ya en el molde fluídico del reencarnante. Naturalmente que, el psiquismo de la nueva personalidad sufre, en grado mayor o menor, el cambio de sexo cuando éste se efectúa; según sea también su grado de evolución. De aquí que, presenciemos con alguna frecuencia, ciertos casos de mujeres con ademanes varoniles y hombres con ademanes femeninos, además de otras anomalías, tales como aversión al sexo opuesto, afición al propio sexo y otras más, que son consideradas como psicopatías congénitas por los psicólogos y psiquiatras. Y esta aversión al sexo opuesto, es la que produce el mayor número de célibes voluntarios. Cuando el Espíritu ha vivido muchas vidas humanas en un mismo sexo, resulta peligroso para él, salirse ya del estado que ha formado en él una segunda naturaleza. La energía del sexo es de origen psíquico. Y esa energía psicogenética, genera cargas magnéticas de atracción hacia desintegrado; es lo que algunas escuelas de la ciencia espiritual se le denomina: segunda muerte. Y para encarnar forman, con los fluidos del astral y su magnetismo, el molde fluídico necesario, con el sexo elegido, por lo que en este caso no se efectúa cambio alguno. (2) Necesario es aclarar que, esta descripción es más bien para dar una idea de este proceso; pero, así como los casos de muerte o desencarnación varían mucho entre unos y otros, igualmente en  el proceso reencarnatorio difieren unos de otros en los detalles, según el grado de evolución.
      Otro aspecto que, aun cuando ajeno a la reencarnación, consideramos de suma importancia dar a conocer, relacionado con el sexo del alma o psicosoma. es el caso de aquellos individuos que, falleciendo impregnados de fluidos concupiscentes, continúan con los mismos deseos que tenían antes de desencarnar. Y a estos seres, les es difícil adaptarse a la nueva vida, ya que, careciendo de cuerpo físico para satisfacer el deseo, sufren fuertes angustias y son causa de múltiples perturbaciones a los humanos. Éste es el origen de los llamados íncubos (masculino) y súcubos (femenino) que acuden a las personas con deseos sexuales no satisfechos o caídos en la lujuria, atraídos por las vibraciones —ondas pensamiento— de estas personas, uniéndose algunas veces a su aura magnética (3), por afinidad; y pueden ser causa de grandes trastornos y hasta de promover toda clase de aberraciones sexuales. Son los demonios a que aluden las diversas iglesias del cristianismo. Para aquellas personas jóvenes que se deleitan en divagaciones libidinosas, ampliaremos este aspecto de los súcubos e íncubos. Nuestros deseos y pasiones, crean sentimientos y pensamientos que salen, se proyectan hacia el espacio en forma de vibraciones (ondas electromagnéticas) y que, por ley de afinidad, se unen y atraen otras de la misma naturaleza. (3) El aura es una vibración magnética, un efluvio o irradiación que emana de todo el cuerpo y le circunda.
 El fluido ódico de Reichenbach. En los humanos, es como un halo luminoso de tonalidades diversas, según el estado mental y emocional. Quienes llevan una vida dentro de la Ley del Amor, en sentimientos y acciones, su aura será clara y hasta brillante; pero opaca y en diversas tonalidades oscuras, en quienes practiquen el mal. Cambia de tonalidad en cada momento, según sean los sentimientos y pensamientos. Ciertas personas con facultades psíquicas de clarividencia (percepción extrasensorial) pueden verla y apreciar sus tonalidades. Toda persona que acaricie deseos sexuales con frecuencía, emite vibraciones que en el espacio etéreo son percibidas por almas en el bajo astral, desencarnadas en plena esclavitud de la lujuria. Y en las horas de sueño, suelen ser visitadas por esas almas viciosas. Casos hay, de mujeres sentirse poseídas (en estado de sueño) y tener la sensación de la unión sexual; fenómeno que se efectúa en el plano etéreo, por los llamados íncubos, lo cual es grandemente dañino, debido a los fluidos groseros que dejan impregnados en el psicosoma. Mujeres hay, que su conciencia les indica que algo malo hay en esto; pero, las más no se percatan de este peligro. Si estas personas pudiesen apreciar la catadura de esos seres bajos, viciosos y depravados, se horrorizarían. Igual acontece a los hombres (especialmente los jovenzuelos) dominados por el sensualismo, siendo visitados y uniéndose (cuando duermen) a esos súcubos, almas de mujeres viciosas, repugnantes, que han pasado el Más Allá dominadas por la concupiscencia; y a veces, todavía encarnadas desprendidas en las horas de sueño y atraídas por esos deseos. A quienes la muerte física sorprende con esos deseos groseros, así como odios y otras pasiones, corren el riesgo de ser atrapadas por entidades perversas, al traspasar el umbral de lo desconocido; a las que los teólogos denominan: Satanás, Lucifer, demonios. De aquí la necesidad de superar voluntariamente estos aspectos negativos que tanto retardan el progreso espiritual del individuo. La vejez, establecida por las leyes sabias de la Vida, esa fase de la vida humana tan temida por algunos, viene a desempeñar esa importante función de debilitamiento del sexo, a la vez liberadora del deseo sexual, con su función neutralizadora de las fuerzas psicogenésicas

-Sebastián de Arauco- (Tres enfoques sobre la Reencarnación)

                                **********************



El valor de la oración

Allan Kardec en el Libro de los Espíritus, en la pregunta 638, interroga a los Espíritus: “¿Agrada a Dios la Oración?
Respuesta: La oración es siempre agradable a Dios, cuando es dictada por el corazón, pues para Él, la intención lo es todo. Así, preferible le es que sea del interior a la oración leída, por muy bella que sea si fuera leída sólo con los labios y no sentida con el corazón. Le agrada la oración cuando es dicha con fe, con fervor y sinceridad. Pero, no creáis que lo toque la del hombre fútil, orgulloso y egoísta, a menos que signifique, de su parte, un acto de sincero arrepentimiento y de verdadera humildad, pues, no siendo así nada tendrá valor.”
Oración es sentimiento. Podemos con las palabras, expresar lo que está en nuestro interior.
Richard Simonetti el conceptuado Escritor Espírita nos habla de dos tipos de oraciones: La oración horizontal y la oración vertical.
La primera tiene bastante significación con las oraciones proferidas en algunas denominaciones religiosas, que son volcadas, exclusivamente, por promesas de ventajas en la vida material, con exorcismos, curas, ceremonias, culto a las imágenes, buscando el dinero del religioso.
Ya la oración vertical está directamente envuelta con lo mejor del sentimiento de humildad y de sinceridad de quien ora para el prójimo y para Dios. Así, lo que importa, en la oración, no es su duración, la repetición, o ritual, la sofisticación de las expresiones, fundamental es la presencia del sentimiento y de la sinceridad.
Lo esencial no es orar mucho, sólo orar bien. Esas personas suponen que todo mérito está en el tamaño de la oración y cierran los ojos para sus propios defectos. Hacen de la oración una ocupación, un empleo, nunca sin embargo, un estudio de sí mismas. La ineficacia, en tales casos, no es del remedio y sí de la manera como la aplican Aquellos que colocan en la oración los ingredientes de la bondad y de la simplicidad y profunda voluntad de ayudar al prójimo, dispuestos a reconocer sus maldades con el propósito de la renovación, tienen sus dificultades disueltas por los manantiales de bendiciones que se derraman sobre sus cabezas emanadas del Creador.
En la oración podemos: Pedir Loar y Agradecer. Cuando pedimos directamente a Dios, sin el pago a alguien que sea intermediario, con el fervor del corazón y de acuerdo con nuestro merecimiento, por cierto, recibimos. Cuando loamos la obra Divina, las leyes que rigen la vida y el universo entramos en armonía con el Cosmo. Por último, cuando agradecemos estamos colocándonos en la condición de hijos que tenemos la obligación de colaborar con el progreso material y espiritual de nuestra casa planetaria.
Finalmente, tener fe es guardar en el corazón la luminosa seguridad en Dios, seguridad que superó el ámbito de la creencia religiosa y haciendo el corazón reposar en una energía constante de realización en la vida y en el bien.
¡Piense en esto!

João Batista Cabral –Presidente de la ADE-SERGIPE. Publicado en el Periodico Cinform/Aracaju – para 25.000 personas. – Noviembre de 2010.
 Traducción Isabel Porras - España
                                         *******************************