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domingo, 15 de mayo de 2011

La Política y los políticos

CLAUDIO C. CONTI
¿POR QUÉ LAS LEYES HUMANAS SON AÚN TAN INJUSTAS?
Política es cosa seria y debería estar por encima de los intereses personales.
Por este motivo Sócrates, filósofo griego, creía que los hombres de bien no se interesarían por cargos políticos, salvo que estuviesen seguros de que  solamente aquellos que  estuviesen  libres podrían asumir tales tareas.  En esta condición la elección se daría solo entre los más capaces y dispuestos  al bienestar ajeno, cuya candidatura no  provendría de intereses personales, sino de un deseo firme de conducir al pueblo.
Sobre este aspecto, resulta más fácil compreender a finalidad de los legisladores.
Para complementar la idea, recurrimos a un pasaje de un diálogo de Sócrates, cuando este conversaba com algunos amigos sobre la justicia y la injusticia. Glauco, uno de los participantes en esta discusión, expresando su opinión, dice entonces:
 " Los hombres afirman que es bueno cometer la injusticia y malo sufrirla, pero que hay más mal en sufrirla que bien en cometerla." Por eso, cuando mutuamente la cometen y la sufren, experimentan las dos situaciones, los que no pueden evitar tener que escoger a otro, juzgan útil entenderse para no volver a cometer ni a sufrir injusticia. De ahí se originan las leyes y las convenciones, y considero legítimo y justo el que se prescriban esas leyes." ( La República, de Platón )
 Uno de los deberes de los políticos es elaborar leyes para regir la vida en sociedad, asegurando que todos puedan disfrutar libertades sin, con eso, violar la libertad de los otros individuos. Esta, todavía es una piedra de tropiezo para muchos pueblos, especialmente en las grandes ciudades.
La idea de libertad debe estar siempre limitada por el bienestar ajeno, esto es, nuestros actos deben estar de acuerdo con el respeto al prójimo.
Muchos creen que haciendo así, no estarían ejerciendo la tan aclamada liberta. Con todo, el hombre libre no es aquel que actúa con su buen entender, sin mayores consideraciones sobre las consecuencias de sus actos, sino aquel que restringe sus acciones para garantizar la paz y la armonía, tanto suyas como de la sociedad que le rodea.
En realidad el comportamiento comedido sirve para asegurar la manutención de esta libertad, pues cuando en determinado grupo de personas viviendo en sociedad, como en el caso de las ciudades, o de falta de respeto a los conciudadanos, alcanza límites críticos, sus integrantes van, gradualmente, volviéndose más y más agresivos, en un intento de salvaguardar sus derechos.
A partir de un determinado momento, en situaciones alarmantes, la agresividad podrá alcanzar niveles en que el individuo común estará completamente rodeado por un mar de violencia. Cuando este estado es alcanzado, cualquier actitud mal interpretada podrá desencadenar reacciones hostiles, pudiendo, inclusive, ser fatal para uno de los participantes en la contienda.
Por tanto, la libertad individual solamente estará asegurada en cuanto a la libertad colectiva también lo esté. Esto , como es obvio, requiere el trabajo y dedicación de todos.
En este contexto, la responsabilidad de los dirigentes políticos es enorme, tanto en cuanto a la de sus conciudadanos, pues  los primeros años son un reflejo de los últimos. El comportamiento social dependerá de sus integrantes, por lo que siendo así, un país cambiará cuando sus habitantes se transformen.
No podemos esperar por un futuro mejor si no comenzamos inmediatamente a conducir adecuadamente a los jóvenes, presentándoles los que es cierto y lo que es errado. Pero no basta con hablar, es preciso ejemplificar.
En un sistema capitalista  como el actualmente vigente en la mayor parte del planeta, somos bombardeados  sobre la pseudo necesidad de satisfacer los deseos, en detrimento de cualquier otra cosa, y en esa búsqueda frenética, se cometen muchos errores. La realidad del espíritu inmortal debe siempre nortear nuestros actos, pues como dijo Jesús, "mi reino no es de este mundo".


   La educación es la base para que un país pueda lograr el desarrollo social.
   Jornal EL APRENDIZ-  Publicación bimestral del  Centro Espírita Maria Angélica