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lunes, 23 de febrero de 2015

La Reencarnación


                   
                         
                         EL TABAQUISMO


La Exposición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del año 2000, consideró el tabaquismo la mayor epidemia de todos los tiempos. Por cada dólar recaudado en la industria del tabaco, otros cinco son gastados para la cobertura de las dolencias relacionadas con el cigarro. Brasil es el cuarto productor mayor mundial del humo, y el sexto mayor mercado de cigarros del Planeta. Los números de las industrias en Brasil impresionan. Anualmente son producidos quinientos millones de toneladas de humo que se transforman en noventa y siete billones de unidades para la demanda comercial; eso equivale a más de cuarenta millones de fumadores.

El Ministerio de la Salud afirma que cada año ochenta mil personas mueren con cuadros patológicos vinculados al tabaquismo, lo que corresponde a casi diez óbitos por hora. Existen en Brasil actualmente cerca de treinta millones de consumidores de tabaco, que contribuyen con la recaudación de R$ cinco billones, correspondientes a 65% de la facturación de la industria del tabaco. El Sistema Único de la Salud (SUS), gasta cerca de R$ 3,6 billones al año con enfermedades relacionadas con el tabaquismo, en cuanto el Banco Mundial informa que cerca de US$ 200 billones al año son colocados para programas de salud debido al consumo de tabaco.(1)

El número de fumadores en el mundo es de cerca de un billón y cien millones. En los países en desarrollo, el  48% de los hombres y el 7% de las mujeres fuman. En Brasil, un tercio de la población adulta fuma: 11,2 millones de mujeres y 16,7 millones de hombres. La mayoría de los fumadores (90%) queda dependiente de la nicotina entre 15 y 19 años de edad, siendo que existen cerca de 2,4 millones de fumadores en esta faja de edad en Brasil. El humo es responsable por 85% de muertes por dolencias pulmonares obstructivas, como el tumor,  por el 25% de las muertes por dolencias coronarias, como el infarto, y de las dolencias cerebro vasculares, como el derrame. (2)

Veamos lo que dicen algunos miembros de la industria del cigarro: "La nicotina causa dependencia. Nuestro negocio, negocio, es la venta de una droga" (3). "Para el principiante, fumar un cigarro es un acto simbólico. Yo no soy un hijo de papa, yo soy duro, soy un aventurero, no soy cuadrado… A la medida que el simbolismo psicológico pierde la fuerza, el efecto farmacológico asume el comando para mantener el habito…" (4)

Para Enio Cardillo, del Departamento de Bioquímica e Inmunológica de la UFMG, el fumador, más allá de suicida involuntario, es incendiario porque más del 40% (cuarenta por ciento) de los incendios en el mundo son provocados por causa de los restos de cigarros encendidos. Como si no bastase, la ciencia ya catalogó más 1200 (mil doscientos) sustancias toxicas del cigarro. Para quien ya dejó de fumar, un aviso esencial: una simple bocanada puede acabar con el esfuerzo y abstinencia de años. ( Bien cierto que es. Nota del gestor de este blog)

La explicación para eso, según estudiosos, es que la nicotina, de alguna forma aun no comprendida por la medicina, abre ciertas "puertas" en el sistema nervioso, que quedan abiertas para siempre de par en par. La explicación corriente es que la nicotina, para actuar en el cerebro y provocar sensación de "bienestar" imita la acción de la acetilcolina. Como células usurpadoras, la nicotina en los receptores cerebrales que estimulados producen más neurotransmisores (dopamina) que regulan la sensación de placer. Cuando el estimulo de producción dopaminica es interrumpido por algunos instantes, el sistema nervioso central se desequilibra y el fumador enciende el próximo cigarro y la nicotina se encaja nuevamente en los receptores cerebrales, recomenzando el ciclo.

Ese factor determinante para que las estadísticas mundiales anoten que anualmente menos del 3% (tres por ciento) de fumadores derrotan el vicio. Para el adepto del espiritismo el hábito de fumar tiene consecuencias más serias, sobretodo por causa de las reiteradas advertencias de los Benefactores Espirituales, esclareciendo sobre los maleficios que causan a la mediúmnidad. El médium viciado en el humo se consubstancia integralmente en "cachimbo" o pipa" en las ataduras de los inveterados fumadores del más allá, tornándose blanco de la obsesión. El vicio de fumar azota a las condiciones de conciencia evangélica, desarmoniza la estructura fisiopsìquica y las bases funcionales del periespíritu, que se impregna de toxinas. El humo afecta a los trillones de células unicelulares saturadas de vitalidad que componen el psicossoma dejando manchas específicas, especialmente en la región pulmonar.

El tabaquismo atormenta a los desencarnados viciados que se angustian ante la voluntad de fumar irremisiblemente potenciada. Lo complicado de la cuestión es sistematizado en la inexistencia de industrias de cigarros en la Erraticidad para abastecer a los Espíritus fumadores. En base a eso, estos tabaquistas del más Allá, para materializar sus caladitas, se tornan protagonistas de la subyugación, transformándose en artífices de la vampirización sobre los encarnados débiles en la fuerza de voluntad, que aun se sacian en las deletéreas bocanadas del fétido cigarro… 

Jorge Hessen
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           LA REENCARNACIÓN

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”- Juan,3:3-7 -

      Este importante tema, nos ayudará a comprender la realidad de la Reencarnación; cómo se lleva a cabo la evolución del Ser espiritual y profundizando en el mismo, comprenderemos cómo esta realidad, más allá de ser una teoría, ha sido deformada por las religiones, las supersticiones y la ignorancia popular, de modo que para evitar su desaparición, a tenido que estar oculta hasta nuestra época actual en la que están saliendo a la luz tantas verdades ocultas que han hecho tambalearse a tantos dogmas religiosos, y filosóficos.
  La Reencarnación, nos da las claves y las respuestas a tantos problemas del Ser humano, pues comprenderemos cómo en ella actúa constantemente la Ley del Karma que la regula.
Esta palabra está formada por la raíz latina “Re”, que significa “de nuevo”, y por el vocablo “encarnación”, que significa “en la carne”; o sea que literalmente significa: “de nuevo en la carne”.
En nuestro diccionario de la Lengua, viene definida simplemente como “volver a encarnar”. Este fenómeno necesario para que sea llevada a cabo la ley de evolución espiritual, supone la realización realización de esta ley que se denomina también como “ Palingenesia”, palabra que viene del vocablo griego “Palin” ,cuyo significado es “de nuevo ”, y “Genesia”, que deriva de la palabra “Génesis”, y significa “nacimiento”, por lo que literalmente la traducción sería “ nacimiento de nuevo”. “
En nuestros estudios sobre el tema, usamos la palabra Reencarnación cuando nos referimos a este suceso en el Ser individual, y la de Palingenesia cuando nos referimos a la reencarnación a nivel colectivo en el Ser humano en general.
La Ciencia Parapsicológica también estudia estos fenómenos bajo unos términos mas desconocidos popularmente, como es el de “Memoria Extracerebral ” , señalado con las siglas M.E.C., o también “Memoria lejana”, mas conocida en el idioma inglés como “Far Memory”.
El tema de la Reencarnación es bastante complejo y amplio, porque rellena muchas lagunas que quedan vacías sin él, y se puede abordar desde muchos puntos de vista y actitudes.
Para poder tratar este tema, necesariamente antes hay que asumir la realidad de la existencia de un alma inmortal , que forma parte del ser humano y que es su misma esencia existencial que se enmarca dentro de un proceso evolutivo. Esta Esencia es una Creación Divina inmaterial, pero tan real como reales son los rayos de luz aunque no los veamos sino cuando inciden sobre un cuerpo sólido al que iluminan.
Existimos en un universo en donde todo es energía en diversos grados de vibración o frecuencia. Todo cuanto vibra en el Universo, por ley de Afinidad, es atraído hacia lo que le es semejante, vibrando en una misma frecuencia de ondas vibratorias, y según sea este nivel de vibración, este es atraído al plano físico para renacer; este proceso depende en primer término de su sintonia magnética con el medio adecuado para su adelantamiento y según sean sus merecimientos que desde vidas anteriores han forjado su propia vibración espiritual.
La Reencarnación o Ley de vidas sucesivas, es una Ley Natural que tiene la función de cumplir y realizar la Ley de Evolución, y que rige para todo el mundo por igual, así como para todos los mundos que existen en el Universo. Por ella comprendemos como cada vida humana viene a ser como un eslabón que le une hacia atrás y hacia delante solidariamente con eslabones distintos o existencias humanas diferentes, pasadas y futuras, referidas todas ellas a un mismo Ser espiritual. Supone el paso del Espíritu humano a través de múltiples y variadas existencias en las vidas por los mundos físicos, a fin de superar diversas pruebas y situaciones que le permitan obtener las necesarias experiencias para evolucionar, creciendo en inteligencia y en Pureza espiritual, lo cual conlleva crecer en ciencia, sabiduría y Amor, que son atributos Divinos    Para llevar esto a cabo, en cada una de esas vidas utiliza un nuevo cuerpo físico con el que nace de nuevo cada vez y que le otorgan en cada vida una nueva personalidad humana con todo el acervo de lo aprendido y experimentado anteriormente en vidas pasadas.
En cada vida humana, el Espíritu reemprende el camino de su perfeccionamiento y evolución con un nuevo cuerpo y una nueva personalidad humana. Este camino que no interrumpe la muerte del cuerpo, continúa más adelante con otra nueva vida humana, que lo inicia partiendo desde el punto en que finalizó la anterior ,en lo que se refiere a niveles de experiencia y evolución espiritual alcanzados.
Se podría decir que cada vida humana es para cada uno de nosotros, como un nuevo capítulo de la existencia del Ser, que es eterna e inmortal.
Para comprender el mecanismo de la reencarnación, se podría comparar al Ser espiritual, con la llama encendida de una vela que se va consumiendo en cada vida humana con el paso del tiempo, y cuando finalmente se consume del todo, la cera se ha quemado, pero la llama no se apaga, sino que sigue encendida en una nueva vela que incluso suele dar más luz que la anterior.
Cada persona en realidad somos un Alma o Espíritu que tenemos un cuerpo físico para esta existencia física, pero que como Seres espirituales, tenemos un pasado y un futuro, y en cada vida nueva, revestimos un nuevo cuerpo físico y una nueva personalidad con identidad propia, compendio de todas nuestras anteriores personalidades. Tras reencarnar nuevamente, continuamos siendo el mismo Ser que hemos sido siempre, pero con otra nueva identidad humana que puede ser absolutamente diferente de la anterior, en cuanto a su entorno, nivel social y cultural, el sexo, etc.
Por último, sabemos que lo que se transmite con la reencarnación a nuestra nueva personalidad en cada vida humana que vivimos, es nuestra identidad espiritual, con nuestro bagaje de virtudes y defectos, con nuestras experiencias y niveles de aprendizaje grabadas en la conciencia, pero nunca nuestra identidad humana anterior, ni menos aún nuestro cuerpo físico, que finalizaron su existencia con la muerte.

- Jose Luis Martín -

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Creo que cada vida humana no es mas que un capítulo dentro de la infinita historia del Ser, y cada vez que como ser humano muere, esto no es mas que un descanso o entreacto entre dos capítulos contiguos, o como una noche de sueño que separa una jornada de otra...”
- León Denis -

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CREACIONES MENTALES


En cualquier estudio mediúmnico no debemos olvidar que la individualidad espiritual, en el cuerpo físico, mora en la ciudadela  atómica carnal  que está formada por recursos tomados provisoriamente del ambiente del mundo. Sangre, encéfalo, huesos, nervios, piel y músculos son elementos materiales que se aglutinan entre si para la manifestación transitoria  del alma en la Tierra, constituye  una vestimenta temporal, según las condiciones y pruebas que tiene que pasar.

Cada recipiente recibe conforme a su capacidad. Los mundos actúan los unos sobre los otros por las irradiaciones que despiden, y las almas se influyen mutuamente  por intermedio de los agentes mentales que producen. El campo de la mente  ofrece un amplio panorama para el estudio de sus combinaciones… pensamientos de crueldad, rebeldía, tristeza, amor, comprensión, esperanza o alegría, tiene una naturaleza diferente  con características y pesos propios, haciendo más densa al alma  o utilizándola, además  de poderse definir  sus cualidades magnéticas… La onda mental poseerá determinados coeficientes de fuerza,  tanto en la concentración silenciosa como en el verbo exteriorizado o en la palabra escrita…

Comprendemos con esto, que somos víctimas o beneficiarios  naturales  de nuestras propias creaciones, según las corrientes mentales qué proyectamos, nos esclavizamos  a compromisos contraídos  por el equívoco de nuestras experiencias  o liberamos con el bien  hacia el progreso, según nuestras determinaciones  y obras en armonía  o desacuerdo con las leyes eternas…

Casi todos los hechos mediúmnicos son ejercidos  por el fenómeno  de la perfecta asimilación de corrientes mentales. El organismo  es como un aparato receptor donde se condensan  los pensamientos  y la voluntad con profusiones de rayos que alcanzan el campo interior del médium, primeramente por los poros, que son como miríadas  de antenas sobre las cuales  esa emisión adquiere el aspecto de impresiones débiles e indecisas. Esas impresiones  se afirman en los centros del cuerpo espiritual, los que funcionan  a modo de condensadores  y alcanzan de inmediato los enlaces del sistema nervioso desempeñando el papel de preciosas bobinas de inducción, acumulándose allí en un instante y reconstituyéndose automáticamente en el cerebro, en donde poseemos centenares de centros motores semejantes a un milagroso teclado de electroimanes ligados los unos a los otros. En esos núcleos dinámicos se procesan las acciones y las reacciones mentales que determinan  vibraciones creativas a través del pensamiento o de la palabra, considerándose el encéfalo  como una poderosa  estación emisora y receptora  y a la boca como un valioso auto parlante.  Tales estímulos  se expresan también a través del mecanismo  de las manos y de los pies, o por las sensaciones de lo sentidos y de los órganos que trabajan al igual que elevadores  y conductores, transformadores y clasificadores bajo el comando directo de la mente.

El pensamiento que nos pertenece con exclusividad, fluye incesantemente de nuestro campo cerebral, al igual que las ondas magnéticas calóricas que nos son peculiares y lo utilizamos normalmente  accionando los recursos de que disponemos.

En los asuntos de este orden es imprescindible tener mucho cuidado para juzgar, porque si se basa el criterio sobre la medida de expresión terrena, se posee una  vida mental parasitaria y restringida, ya que ocultamos  la onda de pensamiento  que nos es propia para reflejar  y actuar con los preconceptos  consagrados   o con la pragmática de las costumbres  preestablecidas, que son cristalizaciones mentales  producidas en el tiempo. Basta que se ejerza la meditación, al estudio edificante y a la vocación de discernir,  para comprender con nitidez cual es la calidad de nuestros pensamientos y poder identificar  claramente a las corrientes espirituales que asimilamos.

La mediúmnidad es un don inherente a todos los seres, al igual que la facultad de respirar, cada criatura asimila las fuerzas superiores o inferiores con las cuales se halla en sintonía. Por eso mismo el Divino Maestro nos recomendó la oración y la vigilancia  para no caer en las sugestiones del mal,  porque la tentación es la corriente  de fuerzas vivas que irradiamos nosotros y que, llegando hasta los elementos afines, tejen entre sí, alrededor  de nuestra alma, una espesa red de fuerzas impulsivas que se tornan a veces irresistibles.

Estudiemos trabajando. El tiempo utilizado en el bien de nuestro prójimo  es una bendición que atesoramos para siempre en nuestro propio provecho.

Por M.C, extraído del libro: “En los Dominios de la Mediúmnidad” de Chico Xavier.
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