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martes, 11 de octubre de 2011

Los límites de la Ciencia



Por Paulo Roberto Santos
Pasada la  valoración  de las religiones tradicionales, debido al abuso de la fe ciega, la ciencia pasó  a ocupar el lugar dejado por ellas, aunque dentro de la misma mística. 
Antes,solamente era verdad aquello que era admitido por las religiones; después, solamente es verdad lo que es sancionado por la ciencia.
¡Y la ciencia, como la religión, ha cometido errores!
Tantos como las propias religiones que le antecedieron en su pretendida autoridad, sobre lo que es, o no es verdad.
El período en el cual las religiones son puestas en duda y la ciencia se presenta como dueña de la Verdad,  fue durante el siglo XIX.
En el final de aquel siglo, los científicos , por ejemplo, afirmaban que los pasajeros de una locomotora a vapor o de un automóvil, recién inventados, morirían por hemorragia, debido a las velocidades pretendidas: ¡ Desde 30 a 60 Km/h !.
Las cosas no han cambiado mucho desde entonces; naturalmente los errores son de otro nivel y naturaleza, pero continúan pasando.
Desde hace décadas ya no existe la ciencia por la ciencia, sino  la búsqueda del conocimiento, por los beneficios que ella pudiera eventualmente traer. El mercantilismo ganancioso y avasallador, dominó a la ciencia, al punto de ser "verdad" aquello que mejor conviniese a determinados intereses, siempre transitorios.
   La Realidad no se restringe a aquello que nosotros los humanos queremos. La ciencia es apenas el conocimiento organizado. Esto es bueno por un lado, pero por otro es pernicioso y limitador, pues fragmenta la realidad investigada. Pasamos a verla y a comprenderla, como quien mira por el agujero de una cerradura.
Con esto, la verdad se torno relativa.
   Muchas veces es una versión monocular, y por esto mismo limitada. Esto explica porque teorías contrarias pueden ser elaboradas a partir de un mismo material. Depende de la interpretación que el investigador tiene, por aquello que ha visto, por el “agujero de la cerradura”.


¿Pero, y la puerta nunca se abre? Las puertas si que se abren,  cuando estamos dispuestos a comprender lo que está más allá de ellas.

La ciencia es un medio y no un fin en si misma. Es objetiva y experimental, poniendo a nuestra disposición recursos para comprender la realidad que nos rodea.

Es intelectiva por naturaleza y puede sancionar o no, todo aquello que está al alcance del intelecto. La cuestión es que no toda la realidad, está contenida en lo que es objetivo y experimental. Existen mucha cosas más, en el campo subjetivo e intuitivo , que también constituyen verdades y realidades, que son parcelas coincidentes, según nuestra capacidad de entendimiento, todavía limitada.

Allán Kardec al codificar y organizar, el Espiritismo, dándole  un cuerpo teórico consistente, utilizó los mejores recursos científicos de su tiempo. Usó la metodología positivista de entonces, para que esta fuese viable, dándole las necesarias credenciales a esta nueva doctrina, desde el momento en que ella fue llevada al conocimiento público.

Esto significa que Kardec utilizó la ciencia, para que esta sancionase el nuevo conocimiento. Entretanto, él fue lo suficientemente prudente, para no someter la evolución doctrinaria espirita, solamente a los criterios de la ciencia humana, limitadora y llena de conveniencias.

Condicionó la evolución del Espiritismo, al buen sentido y a la lógica, que son variables y subjetivas. Sin crear una dependencia absoluta de los factores objetivos y experimentales, típicos de la ciencia convencional, que hubiesen colocado el Espiritismo, en el campo de los intereses y conveniencias humanos.

Por lo tanto, la metodología positivista usada por Kardec fue un medio, un recurso, y no unas esposas que condicionasen a la doctrina que nacía.

Consecuentemente, la Doctrina Espirita, progresa en función de lo descubierto por la ciencia y sancionadas por ésta y también llegando a los campos, donde solamente la lógica y el buen sentido subjetivo son posibles.

Claro que esta característica, abre innumerables posibilidades de discordancias e interpretaciones, pero da al Espiritismo, su dinamismo propio, solo cercado por las limitaciones e imperfecciones del hombre, que son los orígenes del espíritu sectario, del fanatismo, del conservadurismo, de la religiosidad sentimental y de tantos otros males humanos, que asolan el movimiento espirita.

En el futuro el conocimiento intelectual se asociará al conocimiento intuitivo, dando al hombre la posibilidad de alcanzar el conocimiento holístico, global, por entero, y no necesariamente fragmentado como ahora. Mientras tanto, todavía nos veremos divididos, defendiendo tesis parciales, muchas veces absurdas, provenientes de lo que vemos a través de los “agujeros de las cerraduras”.


(Publicado no Jornal A Voz do Espíritu - Edición 89: Enero - Febrero de 1998)
Adaptación: Cassio


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