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sábado, 22 de febrero de 2014

IRREGULARIDADES EN LA MEDIÚMNIDAD


IRREGULARIDADES EN LA MEDIÚMNIDAD

El fraude y la superchería es uno de los primeros a señalar.

Los fraudes pueden ser conscientes  o inconscientes; en este último caso, son provocados o por la acción de espíritus malos o por sugestiones que ejercen sobre el médium los experimentadores o algunos de los presentes en la reunión. Los fraudes conscientes provienen, o bien de falsos mediúms, o de médiums verdaderos, pero desleales, que han convertido sus facultades en fuente de provecho material.

Desconociendo la nobleza y la importancia de su misión y de sus preciosas cualidades, los convierten en un medio de explotación, y cuando el fenómeno no se presenta, no dudan en simularlos por medio de toda clase de artificios.

Esos médiums los hay también en todas partes, son sujetos burlones a quienes no les importa divertirse a costa del vulgo ignorante, pero que más tarde o más temprano se descubren así mismos.

Hay otros para quien el Espiritismo no es más que un simple comercio, y se las ingenian para imitar las manifestaciones que les pueden dar mayor ganancia. Algunos han sido descubiertos en plena sesión, y no pocos han sido motivo de procesos famosos, que burlándose de la buena fe  de quienes los consultaban, no vacilaron en profanar los sentimientos más sagrados, lanzando sospechas e incertidumbres sobre una ciencia y una doctrina que pueden ser un medio de regeneración.

Perdieron con frecuencia el sentimiento de su responsabilidad; pero la vida de ultratumba les reserva sorpresas nada agradables. El mal que estos embaucadores han hecho a la verdad es verdaderamente incalculable. 

Sus groseras maquinaciones  han alejado a no pocos sabios del estudio serio del Espiritismo. Así, el deber de todo hombre honrado es desenmascararles y condenarles.  El desprecio en este mundo, el remordimiento y la vergüenza en el otro, he aquí lo que les espera. Ya sabemos que todo se paga,  y que el mal  acaba por caer siempre sobre el mismo que lo ha causado. No hay nada más vil y miserable que negociar con lo dolores del prójimo, fingiendo por dinero a los amigos, a los seres queridos y que lloramos porque se fueron de este mundo, haciendo de la misma muerte un objeto de falsificaciones y de la más vergonzosa especulación.

Más no se puede hacer al espiritismo responsable  de tales procedimientos. El abuso o la falsificación de una cosa no prejuzgan contra la cosa misma.

Los fraudes inconscientes tienen su explicación por la sugestión y los médiums son muy sensibles a la acción sugestiva, lo mismo de los vivos que de los difuntos. Los espíritus cuando se manifiestan  influencian con su estado de ánimo al médium y a veces de una forma considerable. El buen médium a veces siente la sugestión de mentir, pero la rechazan otros en cambio caen en un momento de debilidad y ya nadie cree en ellos.

Es importante examinar y analizar  todas las cosas con el más frió juicio, con gran circunspección y admitir únicamente aquello que se presenta con el más absoluto carácter de autenticidad.

Por su propia naturaleza la mediúmnidad es una cosa variable, móvil, intermitente. No estando los espíritus bajo las ordenes de nadie, jamás se puede saber por adelantado el éxito de las sesiones. El médium puede sentirse enfermo, o indispuesto: también hallarse mal constituida  la asistencia desde el punto de vista psíquico. Por otro lado, la asistencia de los espíritus elevados, siempre se avendrá mal con la imposición de tarifas en la práctica del espiritismo.

La mejor garantía de sinceridad que puede presentar un médium es el desinterés, como es también el medio más seguro para obtener protección de lo alto. Comerciar con la mediúmnidad es disponer de una cosa de la cual no se es dueño; es abusar de la buena voluntad de los muertos, sujetarles a una empresa que no es digna de ellos, es desviar el espiritismo de su fin providencial.

El ejercicio de la mediúmnidad ha de ser en todo tiempo y ocasión un acto grave y religioso, despojado de todo carácter mercantil y de todo aquello que lo puede rebajar o desmerecer.

Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro de León Denis (En lo invisible)
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      Plenitud en el amor 
( Transmitido a través de una mediumnidad )

Me ha acompañado hasta aquí este hermano de tanto saber que yo he conocido en mi fase terrena cuando era cardenal de la catedral de Santiago. Ya entonces era una desdichada que no había podido cumplir con mi misión de amor para la cual me había preparado con mucho tiempo para dar salida y continuidad al sendero que determinaba mi vida desde mi nacimiento. Son estos momentos para mí sublimes y me producen una profunda emoción a mi alma que me arrastran al llanto por el mucho sufrimiento vivido que hoy me anima y compensa con esta verdad de amor en la cual somos premiados los que nos hemos entregado con cariño a esta misión continuadora de caridad piedad y amor.

Que estos hermanos piadosos conduzcan mis pasos y fortalezcan mi voluntad para este trabajo que me han asignado material que no me siento con fuerzas para realizar por el mucho sufrimiento que me atrapó en mi existencia terrena. Un beso de amor a todos los hermanos que sufren en sus pruebas terrenas y son incomprendidos para hacer aquella labor que les muerde en su pecho y los arrastra a la soledad tristeza y dolor.

–No te emociones, si estás alterada no podrás hablar, alterarás la materia del médium y tendrás dificultades para manifestarte.

Es una emoción sublime que solamente se puede comprender cuando se vence todo el sufrimiento terreno y nos elevamos en esa poderosa luz que al no estar preparados produce un estremecer en todo nuestro ser, una felicidad, cuesta aceptar que las influencias activas forman caminos de continuidad en la vida. Mi gratitud a vosotros hermanos materiales, también a este médium, a este instrumento que a través de reencarnaciones nos hemos encontrado material y espiritualmente en distintos senderos, algunos de acercamiento y otros de continuidad.

–Todo tiene una continuidad hermana pepita, siempre recogemos el fruto de nuestras entregas, ahora te encontrarás mejor; déjate llevar por la impregnación de esa energía que te hacen llegar esos hermanos que están ahí, a tú lado.

Me tengo que retirar, lo hago envuelta en esta atmosfera de luz que hay ahora en estas aulas espirituales para que estos hermanos tan materializados puedan comprender que a través de su trabajo y entrega encontraran esa plenitud que le permitan dar un paso más en el sendero evolutivo de su destino. Mi gratitud a todos, materiales y espirituales por esta mano que me tienden que me elevan a atmosferas de luz de claridad y de amor.

Espíritu, Pepita.
 
Manolo Carra
(Espacios mediúmnimicos en vivo.)

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RESIGNACIÓN ANTE LAS ADVERSIDADES

 El proceso de transformación moral  requiere fuerza de voluntad y el que hayamos decidido seriamente un cambio de comportamientos hacia el bien común. Pues no  podemos esperar el que los demás cambien, para que nosotros  podamos llevarnos bien con ellos, si nosotros cambiamos  el merito será nuestro. 
Ante todas las pruebas por las que pasamos hemos de conservar la calma y tener resignación. La Resignación, sin Murmuración, y sin Culpar a Dios de tus sufrimientos, te ayuda a tu adelantamiento Espiritual, reduciendo cientos de años a tus Pruebas según La Ley de Causa y Efecto... 
Si Murmuramos o acusamos a Dios de nuestras pruebas y sufrimientos, significó que nuestra fe nunca se solidificó, que nuestra paciencia fue derrotada y dimos un paso hacia la rebeldía.  Todo esto por el solo hecho de no 
llegar al punto de la resignación que nada tiene que ver con el ser derrotado en la prueba, sino al contrario, que la superamos, porque al resignarnos hemos logrado agotar todos nuestros esfuerzos para lidiar con esa prueba, y en ese precisamente instante logramos entender el porqué de tan dolorosa prueba., 
Raúl Texeira, hablando de la resignación dijo: 
“Pero la resignación no es sinónimo de acomodación, vale repetir, la resignación es el mirar que tenemos para esos fenómenos, es la manera como vemos esos fenómenos. Si no fuese la resignación, entraríamos en la ruta de la desesperación, entraríamos en el circuito de la desolación porque, cuando no comprendemos porque sufrimos, sufrimos dos veces. La primera vez por el sufrimiento en sí, la segunda vez por la ignorancia a respeto de él. Por eso, es la Doctrina de los Espíritus que tiene, en su contexto y en los textos, esas explicaciones, esos recursos para hacernos pensar en la razón por la cual los seres humanos sufrimos y por cual razón los irracionales sufren en la tierra.” 
También el espíritu Rafael dijo: 
“La resignación en la actualidad parece difícil, pero en realidad, la resignación nos enseña a llevar la vida y los problemas de distinta manera, pues cuando en nuestro interior disponemos de la resignación nuestro mundo se vuelve más tranquilo. La resignación también es aceptar todo lo que nos sucede, ya sea dolor, ya sea situación laboral complicada, problemas conyugales o en el hogar, resignación en todo, puesto que en este mundo todo lo que nos pasa es por algún motivo, sabiendo que nada es casual, entonces debemos resignarnos en todo, la paz interior, la tranquilidad, el saber que el Padre nos ayudara, todo eso, aparte de hacer que nuestra resignación crezca en nuestro corazón también nos enseña a tener fe.” 
Muchas de las calamidades que afligen al hombre  son  consecuencia de su propia imprevisión. A medida que va adquiriendo conocimientos y experiencia puede conjurarlas, eso es, prevenirlas, si sabe descubrir sus causas. Pero, entre los males que afligen a la humanidad los hay de un carácter general, que están en los designios de la Providencia, y cuyo efecto cada individuo sufre en mayor o menor grado. A ese tipo de calamidades el hombre sólo puede oponer su resignación a la voluntad de Dios, e incluso dichos males se ven a menudo agravados por su despreocupación. 
El libro de los Mediums nos dice que el mejor remedio para abreviar nuestras pruebas   es la oración y la resignación.  El hombre que sufre se parece a un deudor que debe una fuerte cantidad y a quien su acreedor dice: "Si hoy mismo me pagáis la centésima parte, os perdono el resto; quedaréis libre; si no la hacéis, os perseguiré hasta que hayáis pagado el último céntimo". ¿No sería feliz el deudor, aun cuando sufriese toda clase de privaciones para librarse, pagando solamente la centésima parte de lo que debe? En vez de quejarse de su acreedor, ¿no le daría las gracias? Tal es el sentido de estas palabras: "Bienaventurados los afligidos, porque ellos serán consolados"; son felices porque pagan la deuda, y después de pagar, quedaron libres. Pero si pagando por un lado, se contraen nuevas deudas por el otro, nunca se llegará al saldo. Cada nueva falta aumenta la deuda, porque no hay una sola, cualquiera que sea, que no lleve consigo su castigo forzoso, inevitable; si no es hoy, será mañana, y si no en esta vida, será en otra.   
   Procuremos ante la adversidad no comportarnos indebidamente, ya que eso sabemos que empeorará las cosas, luchar por superarla, crecer ante ella,  nos hará´ más fuertes hasta que un día sea de nuestro total dominio. La luz del Evangelio siempre nos abrirá mayores perspectivas para ese proceso por el que todos pasamos, pues todos somos deudores.          
- Merchita-