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viernes, 20 de junio de 2014

El enigmático Yavé o Jehová




¿ Quien pudo ser ese “dios” del “Antíguo Testamento”?.-

Realmente muchas personas nos hemos planteado alguna vez, sobre quién era realmente aquel célebre y colérico “Yavé” o “Jehová” que aparece en la Bíblia, y que desde su “Nube”, o “Carro de Fuego”, intervino tan de cerca de aquél pueblo nómada, al que durante cuarenta años, cotidianamente, conduciendo con mano dura, amenazando aterrorizando unas veces, mientras por otra parte, cuidando de sus necesidades naturales, arrojando cotidianamente desde su nube ( o nave camuflada bajo ese aspecto), el alimento necesario para sobrevivir a sus necesidades naturales (maná primero, y bandadas de codornices más tarde, cuando el pueblo "se amotinó" en protesta de estar hartos de tanto "mana" en exclusiva. El hebreo fue el “pueblo elegido”, esclavizado por ese enigmático "dios", que  no les permitió elegir el momento de salir de aquel desierto.
No es extraña la descripción de "nube" en la que se ocultaba Yavé, pues de los ufólogos es conocido el dato de que con frecuencia y bajo la apariencia de una nube, se
oculta en relidad un OVNI, capaz de iluminar la zona de su presencia, aun desde el interior e ella.
La situación de estrecho control y dominio de Yavé o Jehová sobre aquel pueblo hebreo, después de la salida del desierto continuó durante muchas generaciones, hasta que vino a nacer en el seno de ese pueblo Jesús de Nazaret.
¿Pero, quién pudo ser aquel enigmático personaje que bajo esas descripciones aparece tantas veces en diversos pasajes del Antíguo Testamento. Desde hace mucho tiempo tengo la impresión de que este Yavé bíblico, fue un Ser extraterrestre, no muy evolucionado espiritualmente, pero con las aptitudes para ejercer como látigo de aquel pueblo primitivo y salvaje que fué  aquel poblado de raza Adámica durante su estancia en el destierro que para ellos era la Tierra, hasta la llegada en medio de aquel pueblo de Cristo, el Guía de la Humanidad.
Jehová o Yavé, pudo ser el Comandante de una nave nodriza extraterrestre, al mando de un numeroso grupo de Seres extraterrestres o “ángeles” que aparecen fisicamente en ciertos pasajes del Antíguo Testamento, como por ejemplo durante el relato de “Tobías”.
Desde luego este Yavé o Jehová no fue ningún dios de amor, pues según el relato bíblico no parece que se comportó como un Ser de muy elevada condición moral, dado la cruel “mano dura” que empleó tantas veces contra los débiles humanos del pueblo que tenía sometido , ( le llaman en la Bíblia el pueblo elegido), aunque tal vez a veces fuese necesaria tanta mano dura para guiar a un pueblo que tenía que estar preparado para acoger a tan extraordinario Ser como lo iba a ser  Cristo nacido en la persona de Jesús de Nazaret. La misión a lo largo de la historia de su intervención acerca de los Seres humanos, pudo ser la de formar y seleccionar genéticamente durante varias generaciones, la estirpe humana de aquel pueblo donde  finalmente nacería Jesús .

- José Luis Martín -

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En efecto, es muy frecuente encontrar alguna clase de nube cuando Yahvé quiere comunicarse con su pueblo, y esto no solo en el Pentateuco, sino a lo largo de todo el Antiguo y aún del Nuevo Testamento”.
- Salvador Freixedo -

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LA SIMIENTE Y LA FRUTA
 La naturaleza siempre nos ofrece grandes y bellos enseñanzas, basta que prestemos atención en los mínimos detalles.
Es el caso por ejemplo, de la simiente y el fruto.
Y, cuando hablamos de simiente y fruto, luego nos viene a la mente la germinación de las simientes de trigo, mijo, cebada entre otras.
Mas no son solo esas simientes las que nacen y fructifican. Las simientes del bien y del mal que esparcimos germinan también con toda certeza y precisión.
Hay simientes de germinación rápida, como la de la col, por ejemplo, y hay otras de germinación lenta, como la del  roble.
Todas, sin embargo, nacen, crecen y dan fruto a su debido tiempo.
Lo mismo acontece con la sementera del bien y del mal. Algunas simientes nacen de pronto, otras son de germinación tardía.
La tierra no guarda ninguna simiente viva en su seno: todas las que allí son lanzadas de allí surgen con sus respectivos frutos.
Fenómeno semejante ocurre en el terreno espiritual: el bien y el mal, la verdad y la mentira, el amor y el desamor, la justicia o la injusticia, una vez sembradas, nacerán fatalmente y darán frutos conforme sus respectivas especies.
Jesús, el gran Sabio de la humanidad, nos enseñó esas cosas cuando habló  que un árbol bueno no da malos frutos y un árbol malo no puede dar buenos frutos.
Y aun afirmó que no se cogen higos de los espinares, ni se cosecha uvas de los abrojos.
Todo eso quiere decir que lo que sembramos hoy, recogeremos luego más, así como la cosecha de hoy es el resultado del plantío hecho en el pasado, que puede ser próximo o remoto.
Es por esa razón que son necesarias varias existencias para plantar y cosechar, preparar el suelo y sembrar nuevas simientes.
Y esa ley de causa y efecto, o de acción y reacción, tiene por finalidad el progreso intelectual y moral del hombre.
Cuando recogemos los frutos amargos de la siembra infeliz, aprendemos a seleccionar mejor las simientes para los plantíos futuros, y es eso lo que Dios espera de cada hijo suyo.
De esa forma, de existencia en existencia vamos perfeccionando nuestro campo íntimo, arrancando las hiervas dañinas y cultivando la hierba buena de las virtudes.
Por tanto, por la siembra de hoy podemos precisar cómo será nuestra cosecha futura.
Así como no debemos lanzar la culpa a nadie por la cosecha que estamos haciendo hoy, por ser nosotros los únicos responsables por ella.
Al final, fue el propio Cristo el que aseguró que la siembra es libre pero la cosecha obligatoria.
Tratemos, pues, de tomar los debidos cuidados con las simientes que estamos lanzando en el suelo de los días actuales. ¡Piense en eso!
Jesús muchas veces enseñó por parábolas. Vale la pena servirnos de ellas retirando las lecciones  para nuestras vidas.
Cierta vez El dijo que el hombre bueno dice cosas buenas del buen tesoro de su corazón, y el hombre malo dice  cosas malas de su tesoro en el corazón, porque la boca habla de aquello que sobreabunda en el corazón”.
Esas pocas palabras del Maestro ya nos da mucho material para reflexionar.
¡Pensemos en eso!
Texto basado en el libro “En Torno al Maestro”, cap. La Simiente y el Fruto, pág. 227)
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                          EL SEXO
Los hombres hicieron del sexo un motivo de escándalo. Convirtieran el sexo en una cosa impura y repelente. Pero el sexo es una manifestación del poder creador, de las fuerzas productivas de la Naturaleza.
El espírita no puede encarar la cuestión sexual como un asunto prohibido. El sexo es la propia dialéctica de la Creación y existe en todos los Reinos de la Naturaleza.
Luis Vives- " El Tesoro de los Espíritas"

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ALMA COLECTIVA Y CONDUCTA 

SONAMBÚLICA


En la época de Allan Kardec, alguien formuló la teoría sobre el alma colectiva y fue acertado que surgiesen todas las teorías contrarias a la comunicación de los Espíritus, porque el Codificador tenía la estructura para responder a todos los contradictores, con dignidad, pero con energía y conocimiento de causa.  

Y fue de esta manera que nuestro estimado Codificador respondió a los ciegos de luz espiritual; en este caso, a los de la teoría del alma colectiva, a los que se ocupaban en distorsionar la ley, afirmando que los médiums expresaban los pensamientos de sus propias almas y los de los muchos que estaban allí, asistiendo a las reuniones,  también como los de los ausentes.

Afirmaban que cuando el médium recibía los mensajes, era él quien captaba los pensamientos de los seres humanos, aun cuando éstos no lo percibiesen, y todo consistía en sólo eso: no existían las comunicaciones de los llamados Espíritus.

¡Imaginemos la mezcolanza de vibraciones de un mensaje que expresase los pensamientos de los encarnados! ¡Cuál hubiera sido el resultado, todavía más en Paris, considerada la Ciudad de la Luz, repleta de intelectuales que allí se hacían presentes, hombres de elevados conocimientos filosóficos, y en donde una depurada literatura se explayaba por los corredores de la  filosofía; filosofía, además, que en su esencia, representa tan sólo la educación de las criaturas, siendo que es el perfeccionamiento del alma en todas las bases de su vida!

Los hechos y las bellísimas páginas vertidas por los Espíritus, a través de la mediúmnidad, acabaron inmediatamente con la esdrújula teoría, la que murió por fuerza de la verdad, y el mediumnismo floreció con mayor intensidad.

Podemos llamar de alma colectiva, sí, a las falanges de los Espíritus encarnados y desencarnados, que se reúnen por sintonía entre sí, para trabajar bajo el mandato de Jesús y así hacer cumplir las promesas del Evangelio.

Más adelante surgió la teoría sobre el sonambulismo, más lógica que la anterior, aunque, temiendo darse de cara con la causa, no aclaraba los hechos correctamente, puesto que la causa es que el Espíritu es inmortal, que fuera del cuerpo físico él vuelve para hablar a sus 
compañeros que quedaron en la Tierra, como lo hizo Jesús, cuando cumplió Su palabra, apareciéndoseles a Sus discípulos muchas y muchas veces.

En el caso del sonambulismo, no podemos dejar de aprovechar lo que fue dicho, y que rozaba levemente la verdad, puesto que provino de contradictores, con certeza, más inteligentes y de cierta forma, con una mayor intuición.

Como nada se pierde, aprovechamos alguna cosa dicha por los contradictores para explicar lo que algunas veces olvidamos: la Naturaleza se sirve de todo para que la verdad se presente como la luz que verdaderamente es.

El sonambulismo despierta ciertos dones en el alma, tornándola más sensitiva, ampliando su prerrogativa  para recibir naturalmente los mensajes de los Espíritus. 

Son fuerzas activas, antenas iluminadas, que forman así una corriente de pensamientos entre una y otra, y el resultado es un mensaje de los que partieron para los que quedaron.

El sonambulismo es la activación de la facultad mediúmnica y es por los canales de alta frecuencia mediúmnica que hablan los Espíritus encargados de comunicarse,demostrando el intercambio entre los dos mundos; fenómeno, éste, que en el futuro será común entre la gente.

Como ya dijimos, innúmeros procesos de mediúmnidad, como la de los efectos físicos, fueron superados dando lugar a comunicaciones más fáciles.

Aun la mediúmnidad inconsciente está dejando de practicarse, y es en ese espacio en el cual fluyen, gracias a la mediúmnidad intuitiva, con la participación consciente y armoniosa del médium, las corrientes espirituales, atravesando los corredores de luz donde un alma, en sintonía con otra, le da nacimiento. Adonde las dos glándulas sensibles de la cabeza y el haz de nervios también sensibles, entran en perfecta conexión con el Espíritu comunicante, accionando las manos a través de los dos polos, produciéndose así el mensaje.

Esta realidad, vieja como el mundo, como la historia de los seres encarnados, se está perfeccionando cada vez más, ya que como todo, todo crece en la vida y por la vida.

Nadie en el mundo terrenal tiene la capacidad de enmarañar  la ley que está vigente desde el principio de la vida que Dios organizó.

El medianero tiene alguna participación en los mensajes que él dice o escribe; sin embargo, esta participación es vigilada por los benefactores de la Espiritualidad.  Por esto es que siempre aconsejamos a los médiums a que se preparen, se eduquen, instruyéndose en todos los terrenos del saber, para que la Espiritualidad mayor encuentre el campo para su acción perfecta; y, asimismo, para que también sepan permanecer de guardia junto a los Espíritus comunicantes para no interrumpirles su trabajo con Jesús.

Muchos honestos observadores, frente a los hechos y a la luz que vertían los planos espirituales, decían lo mismo que Lucas dejó en su Evangelio:

       Todos quedaron atónitos, y glorificaban a Dios y, tomados
       de temor, decían: hoy vimos prodigios.
               (Lucas, 5:26)


Verdaderamente, una función mediúmnica elevada, vista desde el plano espiritual y analizada por observadores honestos, es, verdaderamente, un prodigio; es al igual que  las bendiciones de Dios, liberadas por Jesús,  en cumplimiento de las profecías, para que los Cielos bajasen a la Tierra, mostrando el poder de Dios, que opera en Cristo,  para la paz de los hombres.
Extraído del libro "Filosofía de la Mediumnidad",Capítulo 27
Espíritu: Miramez
Médium: Joao Nunes Maia