Entradas populares

lunes, 26 de marzo de 2012

Efectos de la corrosión moral




    En efecto, y al menos excepcional,  lo  que ha ocurrido recientemente, cuando el capitán Francesco Schettino, comandante de la nave Costa Concordia, naufragado entre los rocas de la isla de Giglio, Italia, dejó  abandonadas cuatro mil vidas a bordo. La intervención imperativa del Capitán Gregorio de Falco, de la Capitanía de los Puertos de Livorno -  - "La vida a bordo, cazzo!" – culminó por hacer  de Falco un héroe nacional y ciertamente debe estar golpeando la conciencia del cobarde Schettino.

    Sin embargo, Falco cumplió simplemente con su deber. Por eso, Rafaela, su esposa, abdicó  del título de “Héroe”  del esposo. Por ella “es preocupante que personas  como mi marido,  que simplemente cumplen con su deber todos los días, se tornen de súbito en héroes en este país”. (1)

    No debemos reivindicar pedestales en los panteones terrenos por ejecutar bien aquello que  es nuestra obligación hacer. ¿Qué podríamos esperar de los médicos servidores de los hospitales públicos si no otra cosa que estén en sus puestos y traten a los pacientes con dignidad? De los funcionarios públicos, se espera que no  sean corruptos en sus funciones. De los senadores, diputados, concejales, gobernadores, alcaldes, que  trabajen en nombre de la población.

    Según las estadísticas oficiales, Brasil es uno de los países mundialmente campeón en corrupción, haciendo asociación a determinados y diminutos  países africanos. ¿Qué tipo de cabeza descomedida y estúpida está en la base de la deficiencia de carácter capaz de olvidar  todos los escrúpulos para con la conciencia y arrojándose con tanto acierto en la tesorería del Estado? Urge sacralizar  el bien público, pues todos nosotros somos responsables por el. Si  así lo hiciéramos, no hay por qué alarmarnos. “Asombro, como dice Raffaella,  es  llegar al punto de tratar lo correcto como excepcional, como si la regla prevaricar, omitir, corromper, no hacer.”(2)

    Es urgente la invalidación del padrón de la improbidad. Es imperiosa la quiebra de valores  invertidos, con el baño de ética, con la recuperación de la honestidad. No solo con los hombres públicos, porque la corrupción es una calle de único sentido.  Quien se corrompe no se pervierte solo, más si a través de alguien. Son  muchos los caminos que están muy contaminados en todos los lugares, en los partidos políticos, en la sociedad como un todo, que precisan, verdaderamente, ser desembarazados o recuperados.

    El calao “estilo brasileño”, o llevar ventaja  a respecto de todo y de todos, irrumpe como un designio institucionalizado, que se potencializa  y se generaliza en el contexto de la organización social. No soy el primero, el único  o el último  para divulgar ese cortejo de vicios, con todo la prensa, frecuentemente, anuncia y expone tales hechos, francamente abominables y con gran repercusión negativa.

    Con los escándalos divulgados por la prensa, se constata un giro cada vez mayor e inquietante de la administración pública con las actividades delictuosas, mediante un sistemático proceso de presiones, chantajes, tráficos de influencias, intimidaciones, corrupciones, con la práctica del soborno y de la propina,  entre otras tramoyas morales  insondeables.

    Hay descomposición moral en la política, en la policía, en la justicia, en la administración pública, en la educación, en las diversiones públicas, en la familia, en la economía, en el ámbito del “Derecho”, en los medicamentos, en los discursos/argumentos pseudocientíficos, en las instituciones religiosas.  Si quisiéramos vivir un escenario social harmónico, debemos empeñarnos para promover  una reforma ética  generalizada. Es imprescindible la adopción de nuevos hábitos. Basta procurar llevar ventaja, dar un  “hazte a un lado”  en las mentiras, en los fraudes y en la evasión de impuestos.  Que se restablezcan los valores de la Ética Cristiana  y que se revitalice el mundo de la honestidad.

    “La violencia urbana es reflejo natural de los que administran los gabinetes lujosos y desvían los valores que pertenecen al pueblo; la impunidad  ensombrece la Justicia e instiga  nuevos desmanes. La masa, en general, se esparce en los personajes  eminentes de la vida pública y procura, en las  resonancias en el  comportamiento de estos, a las propias justificativas para sus deslices deliberados.

    En la condición de espiritas cristianos sabemos que, para la concepción de la “Republica  de la Ética Cristiana”, será necesaria una renovación mental y comportamental, ya en curso por fuerza de las circunstancias, más que puede ser acelerada por la diseminación de los saberes que valorizan la honestidad, la dignidad de la vida humana, la naturaleza y principalmente nuestra realidad espiritual.

    En cuanto a los pervertidos morales, solo carecen de inspirar  nuestra más intensa conmiseración. Ciertamente no tienen plena conciencia del equívoco que cometen. Si supiesen de las consecuencias, aunque  con  la oportunidad de escapar de la justicia terrena (obviamente no tendrán análoga suerte en analogía a la Justicia divina) actuarán de forma inversa.  Porque, invariablemente, en la actual o en la próxima encarnación, y notadamente en el intervalo entre las existencias físicas, (erraticidad), enfrentarán  las arduas consecuencias de sus actos delincuentes. 

Jorge Hessen


 Ver los  Blog        inquietudesespiritas.blogspot.com 
                             elblogdeazucena.blogspot.com
                                       marinamiesdeamor.blogspot.com 
                             boletin-nuevaesperanza.blogspot.com 
                             ade-sergipe.com.br 
                                      ceesinfronteras.es/eventos.htm 
                                             espiritistas. es