¡ PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD!
Los pastores y los ángeles:
"Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace..." Lucas 2:14
Se avecina tiempos bien difíciles para la humanidad, para este planeta; nada bueno se vislumbra...la gente esta ciega, confundida, desorientada. Los gobernantes, por miedo, por ambición, o ambas cosas, viven pensando como arrastrar a los demás hacia sus propios intereses, sin importarles la destrucción, la muerte y el sufrimiento, que su egoísmo causa a seres infelices en su gran mayoría.
Esta nación, Los Estados Unidos de Norte América, de alguna manera, casi milagrosa, se ha visto amparada invisiblemente...la gran mayoría de las guerras no han sucedido acá, sino en otros países: Europa ha tenido ya dos conflictos de carácter mundial. los países en Europa viven agitados, esperando siempre lo peor.
Sin embargo: no será así por mucho tiempo, tristemente para nosotros y nuestros hijos, se avecinan tiempos bien difíciles, caos, corrupción, violencia, de mayor cantidad y envergadura a la que sufre actualmente.
Que podemos hacer? Las inteligencias del Plano Superior nos aconseja lo siguiente: Redoblemos la voluntad de trabajar constantemente en la edificación del BIEN en la Tierra: pequeños o grandes actos, pocas o muchas palabras, mucha oración del corazón, no de la boca...hagamos nuestra la palabras del Divino Maestro y Hermano de Nazaret: "(Mateo 7:12) Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos; esto, de hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas".
Las familias deben permanecer bien unidas, unificadas, para poder pasar los tiempos difíciles que se avecinan...vivid en Fe, en Oración, en Esperanza....No temáis..solamente son "dolores de parto" para un Nuevo Amanecer...donde no existirá ni odios, ni rencores..
Hacemos nuestras la palabras del insigne maestro José Martí que aunque ellas fueron dichas pensando en Cuba, su adolorida patria, nosotros las decimos pensando en el Mundo, en nuestra Patria Espiritual, La Familia Humana:
" ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darles tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: "Con todos, y para el bien de todos".
Que el Señor os Bendiga hoy, mañana y SIEMPRE!
- REY FORMOSO -
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JUSTICIA Y DERECHOS NATURALES
El sentimiento de justicia está en la Naturaleza, de tal modo que en la Naturaleza nos rebelamos ante la simple idea de una injusticia. Sin duda que el progreso moral desarrolla ese sentimiento, pero no lo da. Dios lo puso en el corazón del hombre. De ahí viene que, frecuentemente, en hombres simples e incultos, nos encontramos con nociones más exactas de la justicia que algunos que tienen un gran caudal de conocimientos.
Siendo la justicia una ley de la Naturaleza, la explicación de que los hombres la entiendan de modo tan diferente, considerando unos justo, lo que a otros parece injusto, es porque en ese sentimiento se mezclan pasiones que lo alteran, como sucede a la mayor parte de los otros sentimientos naturales, haciendo que los hombres vean las cosas desde un prisma falso.
La definición de justicia es que la justicia consiste en el respeto de cada uno por los derechos de los demás. Y lo que determina esos derechos son dos cosas: la ley humana y la ley natural. Teniendo los hombres formuladas leyes apropiadas a sus costumbres y caracteres, estas establecen derechos mutables con el progreso de las luces. Hoy nuestras leyes, además de imperfectas, consagran los mismos derechos que las de la Edad Media. Entretanto, esos derechos anticuados, que ahora nos parecen mostruosos, parecían justos y naturales en aquella época . No siempre, pues, es acorde con la justicia el derecho que los hombres prescriben. Además ese derecho regula solo algunas relacioones sociales, cuando es cierto que, en la vida particular, hay una inmensidad de actos únicamente de la juridisción del tribunal de la conciencia.
Puesto de parte el derecho que la ley humana consagra a base de justicia, según la ley natural, dice Cristo: "Quiera cada uno para los otros lo que quería para sí mismo". Dios imprimió en el corazón del hombre la regla de la verdadera justicia, haciendo que cada uno desee ver respetados sus derechos. En la incertidumbre de como debe proceder con su semejante, en determinada circunstancia, trate el hombre de saber como querría que con él se procediese, en circunstancia idéntica.Es el guía más seguro que Dios le podía haber dado en la propia conciencia.
Nota de Allan Kardec: Efectivamente. el criterio de la verdadera justicia está en querer cada uno para los otros, lo que para sí mismo querría y no en querer para sí lo que querría para los otros, lo que absolutamente no es la misma cosa.
No siendo natural que haya quien desee el mal para sí, desde que cada hoombre tme por modelo su deseo personal, es evidente que nunca nadie deseará para su semejante sino el bien. En todos los tiempos y bajo el imperio de todas las creencias,
siempre el hombre se esforzó para que prevaleciese su derecho personal. La sublimidad de la religión cristiana está en que ella tomó el derecho personal por base del derecho del prójimo.
De la necesidad que el hombre tiene de vivir en sociedad, le nacen obligaciones especiales y la primera de todas es la de respetar los derechos de sus semejantes. Aquel que respete esos derechos procederá con justicia. En nuestro mundo, porque la mayoría de los hombres no practica la ley de justicia, cada uno usa de represalias. Esa esla causa de la perturbación y de la confusión en que viven las sociedades humanas. La vida social otorga derechos e impone deberes recíprocos.
Pudiendo el hombre engañarse en cuanto a la extensión de su derecho, lo que le hará conocer el límite de ese derecho con relación a sí mismo, es reconocer a su semejante en idénticas circunstancias y recíprocamente. Pero, dirán algunos: si cada uno atribuye a sí mismo derechos iguales a los de su semejante, ¿qué vendrá a ser de la subordinación a los superiores? ¿ No será eso la anarquía de todos los poderes?. Los derechos naturales son los mismos para todos los hombres, desde los de condición más humilde hasta los de posición más elevada. Dios no hizo a unos de barro más puro que a los otros, y todos, a Sus ojos, son iguales. Esos derechos son eternos. Los que el hombre estableció perecen con sus instituciones. Además, cada uno se siente bien con su fuerza o su franqueza y sabrá siempre tener una cierta deferencia para con los que lo merezcan por sus virtudes y sabiduría. Es importante acentuar esto, para que los que se juzgan superiores conozcan sus deberes, a fin de merecer esas deferencias. La subordinación no se hallará comprometida, cuando la autoridad fuese concedida a la sabiduría.
El caracter del hombre que practicase la justicia en toda su pureza, sería el del verdadero justo, a ejemplo de Jesús, por cuanto practicaría también el amor al prójimo iy la caridad, sin los cuales no hay verdadera justicia.
No siendo natural que haya quien desee el mal para sí, desde que cada hoombre tme por modelo su deseo personal, es evidente que nunca nadie deseará para su semejante sino el bien. En todos los tiempos y bajo el imperio de todas las creencias,
siempre el hombre se esforzó para que prevaleciese su derecho personal. La sublimidad de la religión cristiana está en que ella tomó el derecho personal por base del derecho del prójimo.
De la necesidad que el hombre tiene de vivir en sociedad, le nacen obligaciones especiales y la primera de todas es la de respetar los derechos de sus semejantes. Aquel que respete esos derechos procederá con justicia. En nuestro mundo, porque la mayoría de los hombres no practica la ley de justicia, cada uno usa de represalias. Esa esla causa de la perturbación y de la confusión en que viven las sociedades humanas. La vida social otorga derechos e impone deberes recíprocos.
Pudiendo el hombre engañarse en cuanto a la extensión de su derecho, lo que le hará conocer el límite de ese derecho con relación a sí mismo, es reconocer a su semejante en idénticas circunstancias y recíprocamente. Pero, dirán algunos: si cada uno atribuye a sí mismo derechos iguales a los de su semejante, ¿qué vendrá a ser de la subordinación a los superiores? ¿ No será eso la anarquía de todos los poderes?. Los derechos naturales son los mismos para todos los hombres, desde los de condición más humilde hasta los de posición más elevada. Dios no hizo a unos de barro más puro que a los otros, y todos, a Sus ojos, son iguales. Esos derechos son eternos. Los que el hombre estableció perecen con sus instituciones. Además, cada uno se siente bien con su fuerza o su franqueza y sabrá siempre tener una cierta deferencia para con los que lo merezcan por sus virtudes y sabiduría. Es importante acentuar esto, para que los que se juzgan superiores conozcan sus deberes, a fin de merecer esas deferencias. La subordinación no se hallará comprometida, cuando la autoridad fuese concedida a la sabiduría.
El caracter del hombre que practicase la justicia en toda su pureza, sería el del verdadero justo, a ejemplo de Jesús, por cuanto practicaría también el amor al prójimo iy la caridad, sin los cuales no hay verdadera justicia.
- Pesquisa: Elio Mollo-
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EXPANSIONES DEL
PRINCIPIO INTELIGENTE

En
los impulsos que la vida planetaria nos va mostrando, notamos un
orden bien elaborado que corresponde a una finalidad que, en la
actualidad, a pesar de las técnicas existentes, se nos escapa una
adecuada explicación.
Lo
que vemos en los reinos de la naturaleza, desde los minerales hasta
el reino hominal, los ordenados aspectos morfológicos son de tal
complejidad, que no podemos dejar de atribuir, tales manifestaciones,
como una consecuencia de las leyes responsables por esos
eventos.
En
el reino mineral son expresivas las fuerzas de atracción y cohesión
de las moléculas, la organización de los diversos y bien ordenados
sistemas cristalográficos, traduciendo orientación y equilibrio en la
formación de ese reino.
En
el reino vegetal las manifestaciones se muestran más avanzadas, donde
la fotosíntesis representa expresiva adquisición. En este reino, la
molécula orgánica se afirma propiciando elementos constructivos en la
escala evolutiva de los seres.
El
reino mineral es el reino que define las unidades inorgánicas, aún
dentro de sus combinaciones, divergiendo del vegetal, donde la
materia orgánica crece, expandiéndose y combinándose en muchos y nuevos
elementos. Es como si un principio organizador, limitado en
el reino mineral, alcanzase nuevas posibilidades y atributos en la
organización vegetal, propiciando múltiples combinaciones que se van
expresando en la conocida irritabilidad celular. Al mismo
tiempo, se observan reacciones de acuerdo a las condiciones del
medio, como el heliotropismo, las variaciones de acidez y alcalinidad y
muchas otras elaboraciones bioquímicas. En este medio, los
procesos selectivos de la quimiosíntesis presentan nuevos avances a
expensas de las bacterias, pues muchas de ellas hacen parte del reino
animal.
En
el reino animal las elaboraciones son bastante complejas; además de
los impulsos que le son propios, cargan consigo la herencia de los
reinos menores por los que ya pasó. En esta fase, además de las
condiciones para su sustento, que están relacionadas con el
medio en que se encuentran, existen las nuevas condiciones
ecuacionadas en los equilibradores orgánicos.
En
el reino animal podemos registrar que los campos organizadores
(principio inteligente), pertenecen a una "masa-directora"
(alma-grupo) propia de cada especie; en los animales de constitución más
compleja habría una dispersión de la "masa-energética", con el
fin de que las "simientes" de su contenido (individualidades
espirituales en formación) fuesen ocupando las organizaciones físicas,
esto es, cada ser con su propio principio inteligente. Esta
condición podrá ser observada a partir de los reptiles, por tener
una organización física más avanzada y poseer, en la masa cerebral, una
glándula específica (glándula pineal), aunque en sus
fases iniciales con el nombre de ojo pineal. Nos dice André Luiz
(Espíritu) que en esos animales podemos encontrar el inicio del proceso
de individualización espiritual (principio inteligente en
elaboración), o sea, que ya existiría un principio inteligente
independiente comandando, con más expresividad, el procesamiento de la
vida física, con la ayuda del ojo pineal.
El
principio espiritual, caminando independiente en la escala animal,
perfeccionándose cada vez más, inclusive entre la familia de los
primates, alcanzaría, en el hombre, su más expresiva demostración a
expensas de la glándula pineal (reloj biológico). Es como si
hubiese, hace millones de años, una elaboración donde la memoria
fragmentaria de los animales fuese, poco a poco, adquiriendo nuevas
condiciones hasta alcanzar, en el hominal, la memoria continua
(renovaciones reencarnatorias); en esta, el raciocinio estaría
acompañado de nuevos factores, inclusive los afectivos, reflejándose en
los potenciales de la responsabilidad (nacimiento del libre
albedrío). Así, del Ardipithecus ramidus, alcanzando evolutivamente
al australapithecus (aferensis, africanus, robustus), hasta llegar al
homo-habilis y sus continuadores, el erectus y el sapiens
del reino hominal, en condiciones del más expresivo estado de
concientización.
Consideramos
importante, en toda la serie evolutiva, la existencia de un
proceso de atracción entre sus congéneres, que podemos considerar de
carácter sexual, con inmensas variaciones y vivencias, que se hace más
expresivo a partir de los vegetales. En el reino
vegetal, los impulsos de la sexualidad muestran su dinámica, con
variaciones y oscilaciones, entre el hermafroditismo (plantas
fanerógamas) y la reproducción sexual (plantas
criptógamas).
En
los animales, esas fuerzas reproductivas, aún ante la complejidad
física que cargan, presentan oscilaciones, donde aquí y allá, se
observa el hermafroditismo y los ensayos en la homosexualidad. Es
preciso anotar que las variaciones homosexuales observadas en
los animales no reflejan daños, por no existir los factores de
conciencia que caracterizan a la psiquis continua (hominal) y que no
existen en la memoria fragmentaria. Actitudes de ese orden, por
ser instintivos, no producen reflejos desagradables en los
componentes de las fuerzas creativas del principio inteligente. Este
mecanismo puede ser considerado como una necesaria acomodación de
las energías, con la finalidad de desaguar las funciones instintivas
de la sexualidad, necesarias para la organización material.
Por
todo esto es que existe, sólo en la gran mayoría de los animales, la
fase de la sexualidad reproductiva reflejada en el celo, como
necesidad reproductiva, en virtud de la psiquis fragmentaria que poseen.
En el caso de la especie humana, donde la sexualidad se
muestra en su totalidad, atenderá no sólo a la reproducción, sino
también, las organizaciones afectivas de la zona espiritual. Esta última
condición, sólo será eficiente si existiese el
desarrollo del amor responsable, divergente de los impulsos
periféricos que solo alcanzan los sentidos materiales como verdaderas
descargas energéticas, sin condiciones éticas, cayendo en un
vacío psicológico. Esto quiere decir que el mecanismo de la
sexualidad, con sus fuertes componentes energéticos atados a las fuerzas
creativas del espíritu, necesita de comprensión, educación,
responsabilidad y buen direccionamiento, por ser uno de los
fundamentos constructivos de la evolución.
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En
la compleja línea de la vida planetaria, con sus 3,5 billones de años
de existencia, si consideráramos ese tiempo representado en tan sólo
1 año, según algunos antropólogos, entonces los reptiles habrían
aparecido a mediados de diciembre y el hombre en los últimos
2 segundos.
El
hombre es reciente en el planeta (1 millón, 600 mil años). El hombre
autóctono, aquel que fue el resultado del perfeccionamiento de los
primates, debe haber pasado un buen tiempo hasta alcanzar el llamado
período paleolítico o de piedra, cuya máxima adquisición
fue el fuego; su palabra aún rudimentaria, cuyo pensamiento se fue
transformando lentamente, del fragmentario de la fase animal, al
continuo del reino hominal, donde múltiples factores se
encuentran coligados.
Le
sigue a este, el período neolítico o de piedra pulida, cuyas
acentuaciones vocales, ayudadas posiblemente por la música, ya
formaban palabras, aunque reducidas y muy pobres. Esas nuevas
condiciones de comunicación propiciaron la formación de grupos
humanos, cada vez más acentuados, contribuyendo en la creación,
aunque lenta, de la agricultura y como consecuencia el sedentarismo.
Poco
a poco la evolución progresa en el reino hominal e inmensas razas
se van formando, como también, evolucionando el lenguaje. Este, al
principio partiendo de las inflexiones vocales, como auténticos gritos
de alarma, van lentamente alcanzando las lenguas
monosílabas de carácter bastante pobre. En el impulso siempre
presente de la evolución, las lenguas flexibles se van articulando en
vocablos móviles.
Con
los milenios, aparecen las lenguas llamadas analíticas, cuyas
palabras definen ideas, así como también, ideogramas, que alcanzaron
posiciones interesantes en la civilización egipcia, china y en el Japón
antiguo.
En
la actualidad, las estadísticas nos muestran que la lengua más
hablada es el mandarín, alcanzando 900 millones de chinos, mientras
que varios grupos, cercanos a los 400 millones, hablan incontables
dialectos. Le sigue el inglés; luego el hindú, en la India,
junto a muchos dialectos. Posteriormente, el español, el ruso, el
bengalí y el portugués.
Es
bien claro y comprensible que se dio el nacimiento de inmensas
misturas lingüísticas, de cara a las circunstancias que el medio
ofrecía, choques de comunidades, miscegenaciones múltiples y las
variaciones raciales que se fueron ampliando y divergiendo de las
cuatro razas básicas, reflejadas en la caucásica, mongol, negra y
australoide.
Una
pregunta que siempre encontramos en el pensamiento de muchos
estudiosos, es de como se formaron todas esas variaciones raciales.
Gran parte de estas no pueden ser calculadas teniendo en cuenta la
dependencia de los factores del medio, aunque muchos
antropólogos piensen que el reino hominal despertó en varios lugares
del planeta. Aún así, ante tales hechos, debemos considerar las
informaciones espirituales, cuyos registros son fidedignos, de
la existencia de espíritus de otros orbes reencarnando en la Tierra
en varias épocas. El libro más divulgado que hace tal referencia, "Los
Exiliados de Capela", anota que determinado planeta, en
la constelación de Cochero, al alcanzar su progreso espiritual, aún
tenía en su psicosfera Espíritus que no poseían condiciones de acompañar
los nuevos acontecimientos evolutivos. Fue así que
fueron enviados a la Tierra, con el fin de impulsar al hominal en su
fase inicial. Esta condición posibilitaba colocar en la Tierra
Espíritus con experiencia, propiciando condiciones más
avanzadas.
En
realidad, aceptamos la existencia de esa posibilidad de los exiliados
de Capela, sin embargo, en vista de las variaciones acentuadas de
las razas, sería posible que Espíritus de otras civilizaciones, también
hicieran su aporte en semejantes condiciones, con el fin
de contribuir en los impulsos evolutivos, con nuevos recursos y
experiencia. Los factores del medio ambiente, solamente, no podrían
explicar tamaña divergencia.
En
esta contingencia, los milenios pasaron hasta que el reino hominal
terráqueo pudiese, con experiencias reencarnatorias de todos los
matices, ir formando civilizaciones con el inmenso trabajo de sus
propias adquisiciones. El impulso evolutivo más expresivo que
puede ser anotado en la morfología humana, fue la elaboración de los
potenciales de la zona cerebral, con sus respectivos hemisferios, donde
el lóbulo frontal puede ser considerado el más
expresivo por las funciones que le son atribuidas. Así es que
registramos la frente oblicua de los primates (lóbulo frontal reducido)
que, recorriendo las diversas ramas, hasta alcanzar al
homo-sapiens en sus innumerables vivencias, va verticalizando la
frente por el desarrollo del lóbulo frontal. En este, los procesos
concienciales van alcanzando los niveles más expresivos de las
funciones psíquicas, en el que el raciocinio pasa a ser la expresión
más avanzada de la memoria continua. Otras funciones superiores se van
mostrando, reflejadas principalmente en el libre
albedrío, que se encuentra atado al factor responsabilidad en sus
diversos grados.
Por
imposición evolutiva el ser humano va siempre adquiriendo nuevas
funciones psicológicas, entre las que podemos destacar los factores
que definen el proceso analítico y el sintético, que se muestran a
menudo, en su cotidianidad en el cerebro.
Es
cierto que el cerebro no es el creador de los fenómenos, pero es la
zona que expresa, a su manera y posibilidad, las funciones más
específicas de la zona periespiritual que, a su vez, es la traductora y
divulgadora de las energías espirituales profundas. Así, a
través del cerebro, podemos comprender una vasta fenomenología
percibida por los procesos analíticos, además de otros tantos, más
avanzados, por los mecanismos sintético-intuitivos y, lo que es
más interesante, el conocimiento y estudio que hoy poseemos sobre la
fenomenología paranormal.
La
ciencia ya hizo posible que comprendiéramos las condiciones de
análisis y síntesis que nuestro cerebro expresa. Los fenómenos
analíticos estarían, en las manipulaciones psicológicas, a expensas del
hemisferio cerebral izquierdo, cabiendo al derecho las
expresiones de conjunto y totalidad, como acontece con la intuición
en sus diversos estados creativos. También, será fácil de comprender que
los mecanismos ligados, ora al análisis, ora a la
síntesis, se encuentran imbricados, quedando difícil demarcarlos;
mientras tanto, cuando existe predominancia de una de estas vertientes,
la posibilidad de evaluación será de más fácil
comprensión.
Todos
esos elementos funcionales como elaboraciones cerebrales, antes
que nada, son energías que aportan y que, en las vivencias del día a
día reencarnatorio, van presentando clarificaciones y mejores conceptos
sobre el psiquismo humano. Este, a pesar de lo que ya
conocemos y que se amplia en el vértigo de las nuevas técnicas,
permitiendo transformaciones de todo orden en el planeta, será en el
camino del trabajo idealista, siempre acompañado de los
valores de una sabia ética envuelta, cada vez más, en el amor, que
nos ayudará a comprender con más expresividad la causa evolutiva, sus
reales razones y principalmente nuestra posición en el
escenario del Universo.
Tomado de la Revista "Presencia
Espírita" Mayo/Junio - Nº 230 - Ediciones Leal - Librería Espírita Alvorada Editora.
Traducción: Oscar Cervantes Velásquez
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¡ FELIZ NAVIDAD, AMIGOS !