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lunes, 19 de enero de 2015

La pena de Muerte


Pena de Muerte:Asesinato legal
LA PENA DE MUERTE NO LIBRA DEL CRIMEN A LA SOCIEDAD
Registra la história que, durante la Edad Media, muchos pensadores fueron   excomulgados por la Iglesia y, con el aval o el silencio del monarca, condenados a muerte. Cualquier avance de la Ciencia, que pusiese en jaque la enseñanza eclasiástica, era tenido como obra del demonio y clasificado como herejía. Tomás de Aquino la encontraba "loable y saludable para la conservación del bien común, por la muerte de aquel que se volviese peligroso para la comunidad y causa de perdición para ella". 
 En 2013 (últimos datos disponibles de Amnistía Internacional), hubo 778 ejecuciones en el mundo, 96 más que en 2012. Hay cerca de 23.000 personas en corredores de la muerte por el mundo. Los métodos de ejecición varían. Decapitación (Arabia Saudita), electrocución(Estados Unidos,  ahorcamiento (Afganistán, Bangladesh, India, Irán, Irak, Japón, Kuwait, Malasia, Nigeria, Autoridad Palestina-Hamas, Sudán del Sur), inyección letal (China, Vietnam y Estados Unidos), fusilamiento (China, Indonesia, Corea del Norte, Arabia Saudita, Somalia, Taiwan y Lemen). China no divulga a cuantas personas ejecuta anualmente y alega que este número es secreto de Estado.
El presidente de Brasil pidió clemencia (por teléfono) el día 16 de enero de 2.014 al presidente de Indonesia, Joko Widodo, tratando librar de la condenación a la pena de muerte de dos brasileiros, pero no consiguió la remisión para Marco Archer Cardoso Moreira y Rodrigo Muxfeldt, ambos condenados por tráfico de drogas. Dilma Roussef destacó que el ordenamiento jurídico brasileiro no comporta la pena de muerte y que su enfático  apelo personal expresaba el sentir de la sociedad. Pero Widodo es conocido por mantener una postura rígida contra el tráfico de drogas, por eso, además del brasileiro Marco Archer Cardoso Moreira, otros cuatro extranjeros fueron ejecutados (fusilamiento) en Indonesia, un domingo (que corresponde al sábado en Brasil : Uno de Nigeria, uno de Malabo, uno de Vietnam y otro de Holanda.
¿Acaso la pena de muerte reduce los niveles de criminalidad?. En los Estados Unidos, la amplia mayoría de los criminólogos avala que no. Para ellos las ejecuciones deberían ser sustituidas por la pena de prisión perpétua sin posibilidad de indultos, medida menos drástica e igualmente capaz de quitar los criminales más peligrosos de las calles. Pero un estudio de investigadores de la Universidad de Houston afirma que cada ejecución en Texas previno entre 11 y 18 homicidios en el Estado. Por otro lado, un estudio de la Universidad de Míchigan indica que uno de cada 25 condenados a muerte en los EUA es inocente.
En verdad, las estadísticas muestran que los Estados Unidos han disminuido la aplicación de la pena de muerte y hay un declinar del apoyo popular a la pena fatal. En Brasil, el rechazo a la pena de muerte es mayoritaria. Según estudio de Datafloha de 2013, el 50% de los brasileiros creen que no cabe a la Justicia determinar la muerte de una persona, aunque haya cometido un crímen grave. Otro 46% se dijeron favorables al castigo. Pero en la Patria del Evangelio, una claúsula pétrea de la Constitución prohibe la pena de muerte.
Los llamados "programas poliales", exibidos en Brasil, los presentadores, completamente vengativos, insisten en la legalización de la pena de muerte. Actuando así, tales periodistas "justicieros" exacerban la violencia social( hay casos de linchamientos entusiasmados por los medios). Insisten tales periodistas en la tesis de la pena capital, como la llave de "legítima defensa de la Sociedad", contra los altos nivelles de criminalidad, ordenando el establecimiento de mayor "seguridad" de los ciudadanos indefensos ante la violencia. Sin embargo, será ilusión infeliz y criminal la institución de un Estado homicida y una justicia asesina, para viavilizar la paz social a través de la crueldad y de la represalia. 
La pena de muerte no libra a la Sociedad de la acción maléfica del criminal condenado. Matarlos no resuelve: ellos no mueren. Eliminar el cuerpo físico no significa transformar las tendencias del hombre criminal. Sus cuerpos descenderán a la sepultura, pero ellos, Espíritus inmortales, surgirán vivos y activos, pesando negativamente en el aire que respiramos. Lo que equivale a afirmar que el criminal ejecutado gana el beneficio de la invisibilidad y pasa a asediar a personas con tendencia a la criminalidad, ampliándola, causando estragos en el psiquismo humano, en la medida en que las personas se muestren vulnerables psiquicamente a su influencia.
En vista de eso, el Espíritu Humberto Campos, elucida en Cartas y Crónicas: "un asesinado, cuando no posee energía suficiente para disculpar la ofensa y olvidarla, habituaalmente pasa a moverse en torno de quien le arrancó la vida, creando los fenómenos comunes de la obsesión; y las víctimas de la horca o del fusilamiento, del machete o de la silla eléctrica, si no se constituyen padrones de heroísmo y renunciación, de inmediato, mas allá del túmulo, vampirizan el organismo social que les impuso el apartamiento del vehículo físico, transformándose en quistes vivos de fermentación de la discordia y de la indisciplina.
Aconseja Emmanuel- "Desterrad, definitivamente, la espada y el cuchillo, el garrote y la horca, la guillotina y el fusil, la silla eléctrica y la cámara de gas de los cuadros de vuestra penología y oremos todos juntos, suplicando a Dios que nos inspire paciencia y misericordia de los unos para con los otros, porque aun hoy, en todos nuestros juzgamientos, será posible oír, en el fondo de la conciencia, el aviso celestial de nuestro Divino Maestro, condenado a muerte sin culpa: "Quien estuviere sin pecado, tire la primera piedra". El Espiritismo demuestra que "la pena de muerte desaparecerá, incontestablemente, y su supresión señalará un progreso para la humanidad. Cuando los hombres sean más esclarecidos, la pena de muerte será completamente abolida de la Tierra".
La sociedad no tiene derecho a matar "legalmente", eliminando del tejido social a un criminal, "hay otros medios para el hombre de preservarse del peligro, sin que sea matando. Además es preciso abrir y no cerrar a los criminales, la puerta del arrepentimiento" De esta forma es necesario que tomemos urgentemente, un posicionamiento definitivo contra la pena de muerte, porque la violencia genera violencia. La educación, la instrucción religiosa, aliada a la fe razonada, garantizan la solución para los problemas de la violencia social.
Jorge Hessen
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            EL SUICIDA DEL TREN
 Yo nunca me olvidare lo que un día había leído en un periódico acerca de un suicidio terrible, que me impacto: un hombre se arrojo sobre las vías del tren, sobre los vagones de la locomotora y fue triturado. Y el periódico, con toda fanfarria, contaba la tragedia, diciendo que aquel era padre de diez hijos, un trabajador modesto.
Aquello me impresionó tanto que resolví orar por ese hombre.
Tengo un cuadernito para anotar los nombres de las personas necesitadas. Yo voy orando por ellas y, de vez en cuando, digo: si este de aquí ya evolucionó, voy a dejar su lugar para otro; no puedo hacer más.
Siendo así, coloque, el nombre en mi cuaderno de oraciones especiales, oraciones esas que suelo hacer por la madrugada. Desde mi ventana yo veo una estrella y acompaño su ciclo; entonces, quedo orando, mirando para ella, conversando. Somos muy amigos, ya hace muchos años. Ella es paciente, siempre aparece en el mismo lugar y desaparece en el otro.
Comencé a orar por ese hombre desconocido. Hacia mi oración, intercedía, hacía de abogado, y decía: Jesús mío, quien se mata (como decía mi madre) no está en su sano juicio”. Va a ver que el no quiso matarse; fueron las circunstancias. Oraba y pedía dedicándole más de cinco minutos (y yo tengo una fila de pedidos bien grande), más ese era especial.
Se pasaron casi quince años y yo orando por el diariamente, donde quiera que estuviese. Un día, yo tuve un problema que me hizo sufrir mucho. Esa noche llegué a la ventana para conversar con mi estrella y no pude orar. No estaba en condiciones de interceder por los otros. Me encontraba con un gran deseo de llorar; mas, me es muy difícil de hacerlo por fuera, aprendí a llorar por dentro. Me quedo afligido, experimento el dolor, y las lágrimas no salen. (Yo tengo una gran envidia de quien llora aquellas lágrimas enormes, copiosas, que no consigo verter).
En poco tiempo la emoción fue tomándome y, cuando me di cuenta, lloraba.
En ese ínterín, entró un Espíritu y me preguntó:
- ¿Por qué está llorando?
- Ah! Hermano mío- respondí - hoy estoy con muchos deseos de llorar, porque sufro un problema grave y, como no tengo a quien quejarme, porque yo vivo para consolar a los otros, no les puedo contar mis sufrimientos. Además no tengo ese derecho; aprendí a no reclamar y no me estoy quejando.
E Espíritu respondió:
- ¿Divaldo, y si yo le pidiese que no llore, que es lo que usted hará? – Hoy no me lo pida. Porque es el único día que yo conseguí hacerlo. ¡Déjeme llorar!
- No haga eso- pidió. – Si usted llora yo también llorare mucho.
- ¿Mas por que usted va a llorar?- le pregunté.
- Porque usted me gusta mucho. Yo amo le amo mucho a usted y amo por amor.
Como es natural, quede muy contento con lo que el me decía.
- usted me inspira mucha ternura - prosiguió – y lo amo por gratitud. Hace muchos años yo me arroje bajo las ruedas del tren Y no hay como definir la sensación de la eterna tragedia. Yo oía al tren pitar, lo veía correr a mi encuentro y sentía sus ruedas triturándome, sin terminar nunca y sin nunca morir. Cuando acababa de pasar, cuando yo iba a respirar, escuchaba el pito y comenzaba, otra vez toda, eternamente. Hasta que un día escuche a alguien llamar por mi nombre. Lo hizo con tanto amor, que aquello me alivio por un segundo, pues el sufrimiento luego volvió. Más tarde, nuevamente, oí a alguien llamar por mí. Pase a tener interregnos con alguien que me llamaba, yo conseguía respirar, para aguantar aquel morir que nunca moría y no sé decirle el tiempo que paso. Transcurrió mucho tiempo, hasta el momento en que deje de oír el pito del tren, para escuchar a la persona que me llamaba. Me di cuenta, entonces, de que la muerte no me matara y que alguien pedía a Dios por mí. Me acorde de Dios, de mi madre, que ya había muerto. Comencé a reflexionar en que yo no tenía el derecho de haber hecho aquello, pase a oír a alguien diciendo: "El no lo hizo por mal. El no quiso matarse." Hasta que un día esta fuerza fue tan grande que me atrajo; ahí yo lo vi a usted en esa ventana, orando por mí.
- Yo pregunte - continuo el Espíritu - quien eres? Quien está pidiendo a Dios por mí, con tanto cariño, con tanta misericordia? Mi madre surgió y me esclareció:
- Es un alma que ora por los desgraciados.
- Me conmoví, llore mucho y a partir de ahí pase a venir aquí, siempre que usted me llamaba por el nombre.
(Note que yo nunca lo vi, cara a las diferencias vibratorias.)
- Cuando adquirí la consciencia total - prosiguió el - ya se habían pasado más de catorce años. Me acorde de mi familia y fui a mi casa. Encontré a la esposa blasfemando, injuriándome: "- Aquel desgraciado desertó, reduciéndonos à la más terrible miseria. Mi hija es hoy una perdida, porque no tuvo comida ni paz y fue a venderse para obtenerlos. Mi hijo es un bandido, porque tuvo un padre egoísta, que se mató para no enfrentar la responsabilidad.
Dejándonos, el nos redujo a ese estado."
- Sentí su odio terrible. Después, fui atraído por mi hija, en uno de estos lugares miserables, donde ella estaba expuesta como mercadería. Fui a visitar a mi hijo en la cárcel.
- Divaldo – me hablo emocionado - ahí yo comencé a sumar a los "dolores físicos" el dolor moral, los daños que mi suicidio trajo. Porque el suicida no responde sólo por el gesto, por el acto de autodestrucción, mas, también, por toda una ola de efectos que provienen de su acto insensato, siendo todo esto lanzado a su débito en la ley de responsabilidades. Más allá de usted, más nadie oraba, nadie tenía dolor por mí, solo usted, un extraño. Entonces hoy, que usted está sufriendo, yo le vengo a pedir: en nombre de todos nosotros, los infelices, no sufra! Porque si usted se entristece, que será de nosotros, los que estamos permanentemente tristes? Si usted ahora llora, que será de nosotros, que estamos aprendiendo a sonreír con su alegría? Usted no tiene derecho de sufrir, por lo menos por nosotros, y por amor a nosotros, no sufras más.
Se aproximó, me dio un abrazo, apoyó su cabeza en mi hombro y lloró demoradamente. Desconsoladamente, el lloro.
Igualmente emocionado, le dije:
- Perdóneme, mas yo no esperaba conmoverlo.
- Son lágrimas de felicidad. Por primera vez, yo soy feliz, porque ahora yo me puedo rehabilitar. Estoy aprendiendo a consolar a alguien. Y la primera persona a quien yo consuelo es a usted.
-Divaldo Pereira Franco - del libro El Sembrador de Estrellas, de Suely Caldas Schubert.
Traducido por: M. C. R
NOTA DE LA TRADUCTORA: Siempre la oración ejerce una influencia beneficiosa para aquellos que se suicidan, cuando es realizada con perseverancia y devoción, calma y alivia a los enfermos del corazón. Nunca dudemos de la mejor medicina para las almas en desolación y desesperación! Merchita  
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       CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL                                   ESPIRITISMO

El Espiritismo mitiga la amargura de los pesares de la vida; calma las desesperaciones y las agitaciones del alma,disipa las incertidumbres o los temores del futuro, detiene el pensamiento de abreviar la vida por el suicidio; por eso mismo vuelve dichosos a aquellos que se le afilian, y ahí está el gran secreto de su rápida propagación.

Tiene el Espiritismo por base Dios,el alma, la inmortalidad, las penas y las recompensas futuras; pero es independiente de todo culto particular. Su objetivo es probar a aquellos que niegan o que dudan, que el alma existe, que sobrevive al cuerpo; que soporta, después de la muerte, las consecuencias del bien y del mal que haya cometido durante la vida corpórea; y esto pertenece a todas las religiones.

Como creencia en los Espíritus,es de todos los pueblos, una vez que, por todas partes donde existan hombres, hay almas o Espíritus, que las manifestaciones son de todos los tiempos y el relato de ellas se encuentra sin excepción,en todas las religiones. Se puede, pues, ser católico, griego o romano, protestante, judío o musulmán, y creer en las manifestaciones de los Espíritus, y como consecuencia, ser Espírita.

Como moral, el Espiritismo es en su esencia cristiano porque la que enseña no es sino el desarrollo y la aplicación de la moral de Cristo, la más pura de todas, y cuya superioridad nadie discute, lo que constituye una prueba evidente de que está en la ley de Dios;y la moral es para uso de todo el mundo.

Siendo el Espiritismo independiente de toda forma de culto, no prescribe ninguno de ellos y no se ocupa de dogmas particulares,

No es una religión, porque no tiene ni sus sacerdotes ni sus templos. A quienes le preguntan si hacen bien en seguir tal o cual práctica, él responde: Si créeis que vuestra conciencia está inclinada a ello hacedlo: Dios toma siempre en cuenta la intención. En una palabra, no se impone a nadie; no se dirige a aquellos que tienen fe
y a quien esta fe les basta, sino a la numerosa categoría de los inseguros y de los incrédulos;no los arrebata a la Iglesia, puesto que están separados de ella moralmente en todo o en parte; le es necesario hacer tres cuartas
partes del camino para entrar en ella y a ella misma cabe hacer el resto.
Es verdad que el Espiritismo combate ciertas creencias tales como la eternidad de las penas, el fuego material de infierno, la personalidad del diablo, etcétera; pero ¿no es cierto que esas creencias, impuestas como absolutas en todos los tiempos hicieron incrédulos y los hacen todos los días? Si el Espiritismo, dando a esos dogmas y a algunos otros, una interpretación racional,conduce a la fe a los que habían desertado de ella.


EL ESIRITISMO EN SU MÁS SIMPLE EXPRESIÓN. ALLAN KARDEC.

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