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miércoles, 17 de febrero de 2016

POSEIDOS




HIJOS ADOPTIVOS EN LA VISIÓN ESPÍRITA

¿TODOS SOMOS HIJOS ADOPTIVOS?

Desde una visión espírita, todos somos adoptados. Porque el único Padre legítimo es Dios. Los padres de la Tierra NO SON nuestros padres, ellos SON nuestros padres. Porque en cada encarnación, cambiamos de padres consanguíneos, pero en todas ellas Dios es siempre el mismo Padre. Pero, para entender mejor la existencia de esta experiencia en la vida de muchos padres, es necesario analizarlo bajo la óptica espírita a la luz de la reencarnación. La formación de un hogar es una planificación que se hace en el mundo espiritual. Sabemos que nada ocurre por casualidad . Así como hijos biológicos, nuestros hijos adoptivos también son compañeros de vidas pasadas. Y nuestra vida de hoy es resultado de lo que nos elevamos para nosotros mismos, en el pasado.
Surge,entonces la indagación: “Si son viejos conocidos y deberán encontrarse en el mismo hogar, ¿Por qué no nacieron como hijos naturales ? “En la literatura espírita encontramos varios casos de hijos que, en función del orgullo, del egoismo y de la vanidad, se volvieron tiranos de sus padres, esclavizándolos a sus caprichos y pagando con la ingratitud el dolor, la ternura y el celo paternos. De retorno a la Patria Espiritual (al desencarnar), al despertar en ellos la consciencia y comprender la gravedad de sus faltas, pasan a trabajar para recuperar el tiempo perdido y se reconciliarán con aquellos a quien dañaron afectivamente.
Así se reencuentran con aquellos mismos padres a quienes no valoraron, para devolverles el afecto herido, rescatando el cariño, el amor y la ternura de ayer. Porque la ley es la de Causa y Efecto. No aprovechada la convivencia con padres amorosos y desvelados, es de Ley Divina que retornen al contacto con ellos como hijos de otros padres, llegando a sus brazos por la vida de la adopción.
A los padres cabe el trabajo de orientar a estos hijos y conducirlos al camino del bien, independiente de que sean hijos consanguíneos o no. La responsabilidad como padres es la misma. Recibiendo ellos en el hogar la bendita experiencia de la adopción, Dios señala a los cónyuges, estar confiando en su capacidad de amar y enseñar, perdonar y auxiliar a los compañeros que retornan para que hoy valoren el desvelo y atención que ayer no supieron hacer. Traen en el corazón desequilibrios de otros tiempos o el arrepentimiento doloroso para la solución, de los cuales piden al reencarnar, la ayuda de aquellos que los acogen, no como hijos del cuerpo, pero sí como hijos del corazón. Allan Kardec elucida:”No son los de consanguinidad los verdaderos lazos de familia sino los de la simpatía y comunión de ideas”.
¿DEBEMOS ESCONDER QUE ELLOS SON ADOPTIVOS?
André Luiz nos esclarece en cuanto a este peligro: “Hijos adoptivos cuando crecen ignorando la verdad, acostumbran a traer grandes complicaciones, principalmente cuando oyen esclarecimientos de otras personas”. Identicamente lo que ocurre en relación a nuestros hijos biológicos, buscar el diálogo franco y sincero, con base en el respeto mutuo, bajo la luz de la orientación cristiana de conducta.
Uno de los mayores errores que algunos padres adoptivos cometen es el de esconder la verdad a sus hijos. Es importante, desde temprano, no esconder la verdad. A veces lo hacen por amor, ya que los consideran totalmente como hijos; otros lo hacen por miedo a perder el afecto y cariño de ellos. Cuando los hijos adoptivos crecen, aprendiendo en el hogar valores morales elevados, se sienten más amados por entender que lo son, no por haber nacido de sus padres, sino como fruto del afecto sincero y real, y pasan a entender que son hijos queridos del corazón.
Revelarles la verdad solamente en la edad adulta es destruirles todas las alegrías vividas y alterarles la condición de hijos queridos en orfanatos asilados a guisa de pena y compasión. No debemos traumatizarlos, librándolos del riesgo de perder la oportunidad de aprendizaje en el día de hoy.
Padres que conversan con los hijos fortalecen los lazos afectivos, tornando la cuestión de la adopción en cosa secundaria. Recibiendo en nuestra jornada terrena la oportunidad de tener en nuestro hogar un hijo adoptivo, guardemos en el corazón la certeza de que Jesús nos está confiando la responsabilidad sagrada de superar el propio orgullo y vanidad, amando verdaderamente y desinteresadamente a la criatura que Dios confiada en trabajo de educación y amparo. Y ayudándolo a superar sus propios males, mañana podrá retornar al seno de aquellos que lo aman en la posición de hijo legítimo.




¿ES LÓGICA LA ADOPCIÓN POR 

PAREJAS HOMOSEXUALES?


Raul Teixeira responde: 
“ El amor no tiene sexo. ¿ Cómo podemos imaginar que es preferible para una criatura el ser criada en la calle, a la interperie, sometida a todo tipo de vejación, a ser criada, nutrida y bendecida por un hogar de matrimonio homosexual?. Mucha gente asevera que el niño corre riesgos. ¿Pero cómo?. Nosotros estamos acompañando a los niños corriendo riesgos en las casas de sus padres heterosexuales todos los días. Otros afirman que el niño criado por homosexuales podrá adoptar la misma postura, la
misma orientación sexual. Lo que también es falso. La mayoría de los homosexuales del mundo proceden de hogares heterosexuales. Entonces tendremos que concluir que son los padres heterosexuales los que forman a los homosexuales. Luego no debemos entrar en esa discusión que es tonta y preconceptuosa, aquel que tiene amor para dar, que lo dé.”
Amemos a nuestros hijos, sin pensar si llegaron a nuestros brazos por la descendencia física o no, como encargo bendito con que el Cielo nos los presentó. Finalizamos con Emmanuel: “Recuerda que, en última instancia, sea cual sea nuestra posición en los equipos familiares de la Tierra, somos, por encima de todo, hijos de Dios”.
                                  - Revista Verdad y Luz-

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El Espiritismo es, sin contradicción,el más 

poderoso elemento de moralización,porque 

mina por la base el egoísmo y el orgullo,

facultando un punto de apoyo a la moral.

Allan Kardec


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    PERVERSION MORAL. 

El sexo, porque está impregnado de sensaciones y de emociones, cuando es vilipendiado y ejercido con ignorancia de sus sagradas funciones, se transforma en la generatriz de tormentos que dan curso a otros vicios y alucinaciones, impulsados a sus víctimas a las drogas, al alcohol, al tabaco, a la mentira, a la traición, a la infamia y todo un séquito de miserias morales que entorpecen los sentimientos y obnubilan la razón. En cuanto no haya un programa educativo basado en las nobles finalidades de la existencia humana, cuyo objetivo esencial es el progreso intelecto moral y no el uso del cuerpo para el placer y la liviandad, los valores éticos permanecerán equivocados y serán utilizados por el egoísmo para el gozo y la insensatez. 

En la actualidad, se vive en la Tierra la exorbitancia de la lujuria, de la pornografía, de la exhibición de las formas físicas encaminadas hacía el comercio de la lascivia y de la explotación. 
Sin embargo, la muerte que a nadie descuida, al despojar de la carne a los equivocados, los corre la cortina de la realidad y todos se dan cuenta del alto significado de la vida física y del respeto que merece de los aprendices de la evolución. Por ahora, solamente nos cabe las actitudes de compasión y solidaridad, de comprensión y de amor, porque los hermanos anestesiados por el placer, inconscientes de lo que les ocurre, aguardan ayuda y orientación fraternal para despertar a la verdadera alegría de vivir. En ese emprendimiento, incluimos también a los compañeros desencarnados que, con ellos se enlodan en las sensaciones enfermizas. 

Llegará el momento adecuado y todos nos deberemos empeñar por apresurarlo, cuando predominará el pensamiento de Jesús en las conciencias humanas, en que el hombre y la mujer comprenderán que el sexo existe para fomentar la vida y procrear, amparado por emociones ennoblecedoras del intercambio de energías vigorizantes y no para el banquete salvaje de los instintos y de las sensaciones, desbordando en crímenes y destrucción de la vida. Que podamos contribuir en favor de ese momento, edificándonos en el bien y preservándonos interiormente de las celadas del mal y de las tentaciones perturbadoras. 

Manoel Philomeno de Miranda/Divaldo P. Franco.
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                                                     POSEIDOS


473 – ¿Puede un Espíritu revestir momentáneamente la envoltura de una persona viva, es decir, introducirse en un cuerpoanimado y obrar en lugar del que en él está encarnado?
– El Espíritu no penetra en un cuerpo como se entra en una casa. Se  asimila por afinidad con un Espíritu encarnado que tiene los mismos defectos y las mismas cualidades para actuar conjuntamente.
Pero siempre es el Espíritu encarnado que obra como quiere sobre la materia de que está revestido. Un Espíritu no puede substituir al que está encarnado, porque el Espíritu y el cuerpo están ligados hasta el tiempo señalado para el término de la existencia material.

474 – Si no hay posesión propiamente dicha, es decir, cohabitación de los dos Espíritus en un mismo cuerpo, ¿puede el alma estar bajo la dependencia de otro Espíritu, de modo que esté subyugada u obsesada hasta el punto de hallarse su voluntad paralizada en cierto modo?
– Sí, y estos son los verdaderos poseídos. Pero, entiende que semejante dominación nunca tiene lugar sin participación del que la soporta, ya por su debilidad, ya por su deseo. Con frecuencia, se han tomado por poseídos a epilépticos o a locos que más necesitaban médicos que exorcismos.
La palabra poseído, en su acepción vulgar, supone la existencia de demonios, es decir, de una categoría de seres de mala naturaleza, y la cohabitación de uno de esos seres con el alma en el cuerpo de un individuo.
Puesto que en ese sentido no hay demonios y que dos Espíritus no pueden habitar simultáneamente el mismo cuerpo, no existen poseídos según el sentido dado a esa palabra. La voz poseído no debe entenderse sino como la dependencia absoluta en que puede encontrarse el alma con relación a Espíritus imperfectos que la subyugan.

475 – ¿Puede uno por sí mismo alejar a los malos Espíritus y emanciparse de su dominación?
– Siempre se puede sacudir el yugo, cuando se tiene firmeza de voluntad.

476 – ¿No puede acontecer que la fascinación que ejerce el Espíritu malo sea tal, que la persona subyugada no la perciba? ¿Puede entonces una tercera persona poner término a la sujeción? En este caso, ¿qué condiciones debe reunir?
– Si es un hombre de bien, su voluntad puede ayudar, apelando al concurso de los Espíritus buenos, porque cuanto más hombre de bien se es, mayor poder se tiene sobre los Espíritus imperfectos para
alejarlos y sobre los Espíritus buenos para atraerlos. No obstante,sería incapaz, si el que está subyugado no consiente en ello. Existen personas que se alegran con una dependencia que agrada sus gustos y sus deseos. En todos los casos aquel que no es puro de corazón, ninguna influencia puede tener; los buenos Espíritus le abandonan y los malos no le temen.

477 – Las fórmulas de exorcismo, ¿tienen alguna eficacia sobre los Espíritus malos?
– No, y cuando estos Espíritus ven que alguien toma la cosa por lo serio, se ríen y se obstinan.

478 – Hay personas animadas de buenas intenciones, pero no por ello son menos obsesadas, ¿cuál es el mejor medio de librarse de los Espíritus obsesores?
– Cansar su paciencia, no hacer caso alguno a sus sugestiones,mostrarles que pierden su tiempo; entonces cuando ven que no tienen nada que hacer, se van.

479 - ¿La oración es un medio eficaz de curar la obsesión?
– Para todo es un poderoso auxilio la oración; pero, creedlo bien, no basta murmurar algunas palabras para obtener lo que se desea. Dios asiste a los que actúan y no a los que se limitan a pedir.
Pues es necesario que el obsesado haga por su parte lo que sea necesario para destruir en sí mismo la causa que atrae a los malos Espíritus.

480 – ¿Qué pensar de la expulsión de los demonios de la que habla el Evangelio?
– Eso depende de la interpretación. Si llamáis demonio a un Espíritu malo que subyuga a un individuo, cuando su influencia fuere destruida, habrá sido realmente expulsado. Si atribuís una enfermedad al demonio, curada ésta, diréis también que lo habéis expulsado. Una cosa puede ser verdadera o falsa, según el sentido que se dé a las
palabras. Las mayores verdades pueden parecer absurdos, si no se mira más que la forma y cuando se toma la alegoría por la realidad.
Comprended y recordad bien esto, porque es de aplicación general.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.

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