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jueves, 7 de octubre de 2010

LA UNIVERSALIDAD DE LA REENCARNACION





La palabra "reencarnación", en Frances, fue criada por Allan Kardec en la segunda mitad del Siglo XIX, y traducida simultáneamente por sabios de la época por "rencarnation", en Ingles, y, para el español, reencarnación, cuyo significado etimológico en todas estas lenguas es "acción de nuevo en la carne", esto es, el retorno del espíritu a un nuevo cuerpo.

Hasta entonces, se usaba generalmente el termino renacimiento, entre case todos los pueblos, para designar la idea de lo que entendemos hoy por reencarnación. Pero se empleaba también otros vocablos para expresar esto fenómeno de la búsqueda de uno novo cuerpo por parte del espíritu desencarnado. Y entre estos vocablos destacadse trasmigración, metempsicose, metensomatosis y resurrección. La metempsicose, más común entre los hinduistas, admite que el espíritu pueda volver reencarnado en uno ser biológico de otra especie no humana.

METENSOMATOSE, PALABRA CRIADA POR ORÍGENES E PLOTINO, QUE

QUER DECIR CAMBIO DE CUERPO, PUES QUE, EN REALIDAD, EL CAMBIO ES DE CUERPO, Y NO DEL ESPÍRITU.

La resurrección, palabra muy utilizada en la Biblia, era de sentido ambiguo para los Judíos, pues ellos no sabían correctamente se la resurrección seria do espíritu o del cuerpo, aunque prevaleciese mas el sentido de la resurrección del espíritu, mientras que el Cristianismo opto POR LA resurrección del cuerpo, cuando de el fue eliminado la palabra reencarnación. Así fue que, en el Credo Católico, introducidse la expresión "creo en la resurrección de la carne", al envés de "creo en la resurrección del espíritu", consonante la enseñanza y exégesis bíblicas racionales y no dogmáticas, pues de la Biblia, en su Nuevo Testamento, consta claramente que la resurrección es del espíritu.

Ejemplifiquemos lo que estamos diciendo con una frase de Paulo: " …se siembran cuerpos puramente naturales y resucitarán cuerpos espirituales.
Porque hay un cuerpo puramente natural y hay también un cuerpo espiritual."
(1 Corintios 15: 44).

Así, quien cree en la reencarnación, no niega la resurrección, como lo afirman, frecuentemente, algunos no reencarnacionistas. Por lo contrario, estos hasta creen en mas de una resurrección, o sea, la resurrección del espíritu en el mundo espiritual, después de la muerte de su cuerpo, la resurrección del espíritu en su nueva reencarnación, en uno nuevo cuerpo que nace, y la resurrección definitiva do espíritu no mundo espiritual, cuando de su liberación de la materia carnal en nuestro Planeta Tierra. Uno espíritu en estas condiciones solamente vuelve a reencarnar o resucitar en uno nuevo cuerpo aquí en la Tierra, se el por voluntad propia lo quisiera, para, por ejemplo, cumplir una misión especial para el bien de la Humanidad.

Y quien creo la frase "creo en la resurrección de la carne" fue el reencarnacionista Santo Atanasio, la cual hace parte del retocado Credo de su autoria rezado en las misas, no sendo ella, pues, de la Bíblia. Santo Atanasio debería de tener querido decir, pues, "creo en la resurrección en la carne", y no "DE LA CARNE". Y podría también de tener querido expresar lo siguiente: Creo en la misericordia de Dios, que hará resucitar para mi una nueva carne, uno nuevo cuerpo carnal, para que Yo pueda continuar mi evolución espiritual en mi peregrinación terrena.

Jamás existió en la Historia de la Humanidad una creencia tan poderosa como la Doctrina de la Reencarnación, que algunos pesquisidores modernos prefieren llamar de Teoría de la Reencarnación. Ella siempre existió en todos los Continentes, en todas las épocas e en todas las religiones. En el Occidente, con el fin de la represión inquisitorial, ella resurgió con toda fuerza, después de tener sido perseguida por la Iglesia durante cerca de mil anos. Y esto paso con el surgimiento del llamado Neo-Espiritualismo, un movimiento de nuevas ideas espiritualistas independientes, de lo cual merece destaque el surgimiento del Espiritismo y de la Sociedad Teosófica, bien como el renacimiento de la Masonería y de los templarios, hechos estos todos acontecidos en el Siglo XIX, el "Siglo de las Luces". Y fueran estos movimientos filosófico-religiosos que hicieran frente al materialismo representado por el Positivismo, EL DARWINISMO y el Marxismo, entre otros, pues la Iglesia, con su Filosofía e Teología, se veía impotente para tal. Además, las enseñanzas dogmáticas de ella estaban criando más ateos que adeptos para ella.

Y la Iglesia procuro reorganizarse. Pero no puede contener las nuevas ideas racionales que pasaran a conquistar los medios católicos, mereciendo destaque entre ellas la Reencarnación, que, en algunas partes del Occidente, principalmente en Brasil, llega a tener a adhesión de cerca de 70% de los católicos. En el Oriente, como se sabe, esta cifra alcanza prácticamente 100% de la populación.

Y, en la actualidad, la Teoría de la Reencarnación viene teniendo el respaldo de prestigiados cientistas de varios segmentos de la Ciencia, como de la Psiquiatría, Neurología, Psicología, Genética y Física Quántica.

La "Word Christian Enciclopedia" de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, editada por la Universidad de Oxford (Time-Life nº 18), dice lo siguiente: "500 pesquisidores y 121 consultores, después de visitaren 212 países, concluirán en 100 relatorías que, en el año 2000, la populación de la Tierra alcanzaría 6.260.000.000 de habitantes, y que 2/3 de esta populación, esto es, cerca de 4.000.000.000 de personas, serian reencarnacionistas".

Estos dados son contundentes, y, por si solos, bastan para mostrarnos, con una clareza meridiana, el carácter de la universalidad de la Teoría de la Reencarnación.

¡Solamente no lo ve quien no quiere ver!
E esto es el peor ciego, segundo nuestro querido Maestro de Galilea.



Autor: José Reis Chaves (BELO HORIZONTE, MG, BRASIL), ESCRITOR, PALESTRANTE, RADIALISTA, PARAPSICÓLOGO, TEÓSOFO, BIBLISTA, EX-SEMINARISTA REDENTORISTA Y PROFESOR DE PORTUGUÊS Y LITERATURA