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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Pluralidad mundos:Migración de Espíritus




1.Uno de los principios fundamentales del espiritismo es el de la pluralidad de los mundos habitados. En la obra de la creación divina, entre los mundos destinados a la encarnación de Espíritus en estado de prueba o expiatorio, se encuentra la Tierra, una de las innumerables habitaciones del ser humano. Evidentemente, existen muchos otros mundos que abrigan humanidades semejantes a la nuestra, no siendo el hombre terrenal el único ser corpóreo dotado de inteligencia, racionalidad y sentido moral en el inmenso Universo.

2.Creado simple e ignorante, dotado de libertad y libre albedrío, inclinado tanto para el bien como para el mal, falible por tanto, el espíritu se sujeta a encarnar y reencarnar, experimentando multiples existencias corporales en la Tierra o en otros planetas, tantas cuantas fueran necesarias para ultimar su depuración y su progreso. Ese proceso admirable se realiza a través de las emigraciones e inmigraciones de espíritus, o sea, de la alternancia sucesiva y múltiple de las existencias humanas en los dos planos de la vida: el corpóreo y ele espiritual. Todo Espíritu encarnado, cuando vive su cuerpo, está fijado en el mundo en el que encarnó.

3.desencarnado, el pasa a la condición de Espíritu errante, que es exactamente el individuo que aun necesita reencarnar para depurarse y progresar. En el estado de erraticidad el espíritu continua para pertenecer al mundo donde tiene que encarnar, más, no estando el sujeto por el cuerpo, es más libre y puede hasta incluso visitar otros mundos, con la finalidad de instruirse.


4.las emigraciones e inmigraciones de Espíritus pueden ocurrir también entre mundos diferentes, esto es, los espíritus pueden emigrar de unos para otros planetas. Unos emigran por la fuerza del progreso realizado, que los habilita para ingresar en un mundo más adelantado, lo que es un premio para ellos; otros, al contrario, son desterrados del mundo al que pertenecen, por no haber acompañado el progreso moral alcanzado por la humanidad de ese mundo. El exilio que les es impuesto constituye un verdadero castigo, que la ley de justicia impone a los recalcitrantes del mal, esclavizados al orgullo y al egoísmo.


La raza adámica tuvo su origen en la inmigración de Espíritus

5.Las enseñanzas espiritas aquí resumidas nos enseñan a comprender y a mejor explicar las diversidad de razas humanas y, sobretodo, la existencia en la Tierra de una etnia considerada intelectualmente superior, si es comparada a las otras aquí existentes de las cuales algunas manifiestan aun notoria inferioridad. La etnia blanca existente en la Tierra, llamada otrora “raza blanca” (1), fue constituida, inicialmente, por Espíritus emigrados de un planeta perteneciente al sistema de Capela, una estrella millares de veces mayor que el Sol.


6.Habiendo el mencionado planeta alcanzado un estado de progreso condimente con el de un mundo regenerado y más feliz, más permaneciendo en el una legión de Espíritus aun recalcitrantes en el orgullo y en otros serios defectos morales, tuvieron ellos que ser desterrados y, por causa de eso, muchos acabaron siendo encaminados para el planeta Tierra, donde fueron recibidos por Jesús.


7.En nuestro mundo, siendo mucho más adelantados que los habitantes pertenecientes a los pueblos autóctonos o indígenas, sobretodo en lo tocante a la inteligencia, vinieron a impulsar el progreso de aquellos, mezclándose ellos y expandiéndose su cultura por todos los cantos de la Tierra. Los hombres que resultaron de la reencarnación de los exiliados de Capela en nuestro mundo formaron la llamada raza adámica, que dio origen a los pueblos más evolucionados de nuestro planeta: loa arianos o indio-europeos, los egipcios, los israelitas y los indianos.


8.La historia de los exiliados de Capela nos permite comprender mejor las narrativas bíblicas acerca de Adán y Eva y su expulsión del Paraíso. La leyenda del paraíso perdido se funda, en verdad, en el destierro de aquella legión de Espíritus del planeta capelino que, si es comparado con la Tierra, podría compararse a un paraíso.


9.Emmanuel, en su libro A Caminos de la Luz, nos da informaciones valiosas a respecto de la llamada raza adámica, asunto que fue tratado igualmente por Kardec en La Génesis. En esta obra, el Codificador, después de eludir la cuestión de las emigraciones e inmigraciones colectivas de Espíritus de un mundo para otro, hace clara referencia a la raza adámica en el Cáp. Ítem 38: “De acuerdo con la enseñanza de los Espíritus, fue una de esas grandes inmigraciones, o si lo quieren, una de esas Colonias de Espíritus, venida de otras esferas. Lo que dio origen a la raza simbolizada en la persona de Adán y, por esa razón misma, llamada raza adámica. Cuando llegó ella aquí, la tierra ya estaba poblada desde tiempos inmemoriales, como América, cuando llegaron los europeos.

Adán y Eva vivieron en la Tierra en el periodo neolítico

10.Más adelantada de lo que las que habían precedido a este planeta, la raza adámica fue, en efecto, la más inteligente y la que empujó al progreso a todas las otras. La Génesis nos lo muestra, desde sus orígenes industriosos, aptos para las artes y para las ciencias, lo que muestra que ella no pasó en la Tierra por la infancia espiritual, diferentemente de lo que ocurrió con los demás pueblos que habitaban, entonces, el planeta.


11. Todo lleva a creer que la llamada raza adámica no es antigua en la Tierra y nada se opone a que sea considerada como habitando este globo desde hace apenas algunos millares de años, lo que no estaría en contradicción con los hechos geológicos, ni con las observaciones antropológicas, antes tendería a confirmarlas. Caín y Abel tenían habilidades desconocidas de los hombres primitivos, como el uso de la tierra para el plantío y el pastoreo. Caín conocía también el arte de la construcción de casas y ciudades, una conquista del periodo neolítico, porque antes de el los hombres de la Tierra vivían en cavernas.


12.Se llama periodo neolítico al periodo de la época holocena en que los vestigios culturales del hombre prehistórico se caracterizaban por la presencia de artefactos de piedra pulida (aun no era utilizado el bronce9 y por el aparecimiento de la agricultura. La época holocena, iniciada hace cerca de 12.000 años, es aquella en que las galeras se restringieron a las regiones polares y acarrearon el desenvolvimiento y la expansión de la civilización humana.

13. El Espiritismo nos enseña que la especie humana no comenzó por un único hombre y que aquel a quien llamamos Adán no fue el primer ni el único en poblar la Tierra. Kardec indago a los espíritus Superiores: ¿En que edad vivió Adán? Ellos le respondieron: “Más o menos en la que señaláis: cerca de 4000 años antes de Cristo” (L.E., ítem 51). De hecho, la narrativa contenida en el Cáp. 4 de la Génesis nos lleva al mismo entendimiento, porque solamente en el periodo neolítico – entre los años 5.000 a C. y 2500 a.C. – es que surgió en la tierra el pastoreo, seguido del cultivo de la tierra, y el hombre pasó de cazador a pastor, lo que prueba que la fecha indicada por los Espíritus al respecto de la época en que vivió Adán es perfectamente compatible con los registros históricos. Como la población de la Tierra se inició en épocas bien más atrasadas, es evidente que no descendemos de los padres de Abel y Caín, más si de otros ancestrales que habrían vivido mucho antes.



(1)Diversos autores, siguiendo criterios de distinta clasificación, propusieron diferentes clasificaciones de la humanidad en términos raciales. La más básica y difundida es la de las tres grandes subdivisiones: caucasóide (raza “blanca”), negroide (raza “negra”) y mongoloide (raza “amarilla”). Como concepto antropológico, esa clasificación sufrió numerosas y fuertes críticas, pues la diversidad genética, de la humanidad parece presentarse en un continuo, y no con una distribución en grupos aislado, y las explicaciones que recorren la noción de la raza no responden satisfactoriamente a las cuestiones colocadas por las variaciones culturales. Es, pues, solamente por la falta de un término más adecuado por lo que colocamos en el texto expuesto el vocablo “raza”, cierto de que existe una única raza en el mundo en que vivimos: la raza humana.


Respuestas


1. ¿Existen en el Universo muchos planetas habitados como en la Tierra?

R: Si. Según el espiritismo, existen muchos otros mundos que abrigan humanidades semejantes a la nuestra, no siendo el hombre terrenal el único ser corpóreo dotado de inteligencia, racionalidad y sentido moral en el inmenso Universo

2. ¿Las emigraciones e inmigraciones de Espíritus pueden ocurrir en que situaciones?

R: Hay Espíritus que emigran por la fuerza del progreso realizado, que los habilita para ingresar en un mundo más adelantado, lo que es un premio para ellos; otros, al contrario, son desterrados del mundo al que pertenecen, por no haber acompañado al progreso moral alcanzado por la humanidad de ese mundo. El exilio que les es impuesto constituye, entonces, un verdadero castigo, que la ley de justicia impone a los recalcitrantes en el mal, esclavizados por el orgullo y el egoísmo.


3. ¿Los ascendientes de la etnia blanca existen en la Tierra, de donde vinieron?

R: Ella fue constituida, inicialmente, por espíritus emigrantes de un planeta perteneciente al sistema de Capela, una estrella millares de veces mayor que el Sol.

4. ¿Qué significa la expresión raza adámica?

14.R: De acuerdo con las enseñanza de los Espíritus, fue una de esas grandes inmigraciones de Espíritus, venidos de otra esfera, lo que dio origen a la raza simbolizada en la persona de Adán y, por esa razón misma, llamada raza adámica. Cuando llego aquí ella, la Tierra ya estaba poblada desde tiempos inmemoriales, como América, cuando llegaron los europeos. Más adelantada que los pueblos que la habían precedido en este planeta, la raza adámica fue, con efecto, la más inteligente y la que empujo al progreso a todas las otras. La Génesis nos la muestra desde sus orígenes industriosos, aptos para las artes y para las ciencias, lo que muestra que ella no pasó en la Tierra por la infancia espiritual, diferentemente de lo que ocurrió con los demás pueblos que habitaban, entonces, el planeta.



5. ¿En que época, según la Génesis y el espiritismo vivió Adán?

R: Según las enseñanzas espiritas, Adán vivió cerca de 4.000 años antes de Cristo, un dato que es compatible con la narrativa contenida en el Cáp. 4 de la Génesis porque solamente en el periodo neolítico – entre los años 5.000 a C. y 2500 a.C. – es que surgió en la tierra el pastoreo, seguido del cultivo de la tierra, y el hombre pasó de cazador a pastor, lo que prueba que la fecha indicada por los Espíritus al respecto de la época en que vivió Adán es perfectamente compatible con los registros históricos.
-Merche-

Bibliografia:

El Libro de los Espíritus, de Allan kardec, ítems 50 y 53.
La Génesis, de Allan Kardec, ítems 37, 38, 39, y 56.

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