“La Madonna” de Civitavecchia ( Italia) |
Todo lo que existe en el universo, obedece a unas leyes naturales que les hacen existir y funcionar de determinada forma. El ser humano desde este pequeñísimo planeta que habitamos y que llamamos Tierra, conoce algunas de estas leyes, pero sin duda aún estamos lejos de conocerlas todas. La cuestión es que ante aquellos fenómenos cuyas leyes ignoramos, enseguida de hemos puesto la etiqueta de “ sobrenatural”, pretendiendo así controlar lo que es natural y lo que no lo es. Y es que una cosa es lo frecuente y otra lo natural. Este fenómeno , como todos, no son hechos frecuentes, pero ello no significa que no sean absolutamente naturales, aunque su proceso sea ignorado por el ser humano.
Dios no puede haber hecho una Creación perfecta, regida por unas leyes naturales perfectas, y al tiempo estar dispuesto a romperlas , violarlas o rectificarlas en determinados casos para impresionar al ser humano que habita este insignificante planeta. Así todo lo que es etiquetado como “sobrenatural”, o por encima de lo que es natural, sencillamente no puede existir por ilógico. Todo cuanto existe es natural con unas leyes que conocemos o que aun con nuestra avanzada ciencia, todavía que no conocemos.
En esta clase de fenómeno, bastante frecuente últimamente por diversas partes del mundo, lo primero que deseo resaltar es que no se trata de un hecho milagroso o sobrenatural relacionado con la religión , puesto que el que de unos hechos semejantes no se conozca cuales son sus causas, no significa que no estén regidas también por unas leyes que no escapan a la Naturaleza, aunque estas leyes por ser de índole espiritual no se hayan investigado aún lo suficiente y escapen todavía al conocimiento científico humano.
También es frecuente en esta clase de hechos, el fraude con fines finalmente lucrativos, incentivando y explotando la credulidad y la buena fe de las personas dispuestas y deseosas de que el milagro que reafirme sus creencias y su fe se fortalezca, sin tener en cuenta el dinero que de sus bolsillos saldrá, unas veces como peregrinos-turistas y otras como clientes de “souvenirs” y recuerdos del “milagro” que se produjo en tal o cual imagen religiosa de determinado lugar. Por eso, ante “fenómenos” de esta clase lo primero que se requiere es hacer una investigación seria que permita descartar el truco de magia o predistigitación y el fraude o engaño.
En los casos que se tenga que descartar el fraude, posiblemente se está ante una variedad del fenómeno de “Aportes”, en donde probablemente se produzca en primera instancia una desmaterialización de sangre o lágrimas humanas, procedentes de un lugar remoto y a través de unos mecanismos desconocidos ; una vez desmaterializado este material, podría ser seguido de una traslación
paranormal o espiritual que escapa a la vista humana, hasta el lugar de manifestación fenoménica, y por último, una nueva materialización de la misma durante un tiempo mas o menos limitado, que a veces suele ser bastante prolongado. Es de tener en cuenta que ciertos Seres del plano espiritual, cuando ya han alcanzado cierto nivel evolutivo bastante elevado en comparación al del ser humano de la Tierra, posiblemente tengan unos conocimientos y dominen unas técnicas con la materia y las energías, que nosotros aun no imaginamos.
También este fenómeno se podría tratar de un fenómeno de ideoplastia causado por la imagen mental subconsciente de alguna persona que la ha visto o imaginado antes. La ideaoplastia supone la capacidad de la mente de poder plasmar en forma material las imágenes obtenidas o creadas por ella.
El fenómeno es de carácter mediúmnico, pues siempre cerca del mismo hay alguna persona sensitiva que aun sin saberlo ella misma, lo causa o facilita a través de la energía psíquica que conlleva su mediumnidad.
El ignorar la realidad espiritual o el no creer en estas cosas, parece ser que está de moda en nuestros días, y se prefiere creer que estas cosas en la realidad solo son fantasía o fraude y no suceden. Para los escépticos que se atrincheran tras un racionalismo exagerado, los relatos de cuadros o estatuas que sudan o lloran sangre, no son otra cosa que leyendas supersticiosas inaceptables. Pero sin embargo han existido y aun existen muchas pruebas de que estas cosas suceden realmente.
En la historia podemos encontrar numerosos casos de manifestación de este fenómeno. Citamos algunos de ellos:
En la época en que san Francisco Javier estaba predicando en el Lejano Oriente, creando nuevas misiones de una isla a otra, una talla gótica de un Cristo, comenzó a sangrar en el castillo donde este santo nació (Navarra). Coincidiendo con la muerte de este santo en diciembre de 1551, la talla comenzó a sudar sangre a las nueve de la noche, y después se siguió repitiendo este “prodigio” todos los viernes a esa misma hora. Estos hechos se repitieron hasta bien entrado el siglo XVII.
Cerca de un pueblecito llamado Ampuero( Santander), hay un Santo Cristo de la Agonía que desde 1919 mueve los ojos y suda sangre casi a diario. Existe un libro de registros en la parroquia en donde se encuentra, lleno de firmas de personas aque han pasado por allí y han sido testigos del “milagro”.
En la iglesia de Porto das Caxias (Brasil), existe un crucifijo de 300 años de antigüedad que empezó a sangrar en 1968. Por la fé que despertó, se registraron muchas curas milagrosas, y la sangre fue analizada y reconocida como auténtica y de origen humano.
En la iglesia de San Ignacio en Roma, un crucifijo sangró en 1959, conservándose fotografías y testimonios de este hecho....
En el año 1979 una estatua de bronce que representaba una mujer japonesa, lloró diez dias antes del accidente nuclear de Pensilvania; anteriormente lloró la noche del 6 de agosto de 1945, coincidiendo con el desastre de la bomba nuclear que destruyó Hiroshima
Recientemente , pocos años atrás, fue muy popular en todos los medios de comunicación, el caso de una imagen de una Virgen, que procedía de Medjugorge (Yugoeslavia), y que estando instalada en el jardín de una familia de Civitavecchia (Roma), lloró sangre y lágrimas delante de numerosos testigos, e incluso en las manos del obispo que se resistía a aceptar la realidad del caso, durante el trayecto cuando la trasladaba a analizar, certificando los resultados de estos análisis la autenticidad de los fluidos humanos emitidos.
Durante los años 50 un médico italiano llamado Piero Casoli, estudió durante mucho tiempo todos estos casos, y finalmente llegó a la conclusión de que este fenómeno ocurría , solo en Italia, un promedio de dos veces al año.
Estos fenómenos, de los que existen registrados tal vez cientos de ellos, no solamente han ocurrido en estatuas e imágenes religiosas, sino en otros elementos religiosos ,tal como las “hostias “ de la misa católica cuando han aparecido manchadas de sangre fresca, como por ejemplo cuenta la tradición que sucedió en el Santuario de Sta. Maria la Real del Cebrero (Lugo), en el siglo IX .
Indudablemente se adivina una finalidad común en los por qués de la existencia de estos fenómenos y su repetida manifestación, cual es promover la fe religiosa y el arrebato de elevar la mirada al cielo y cambiar las vidas de miles de personas que con el fervor religioso transforman para bien sus hábitos y costumbres.
- Jose Luis-
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