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domingo, 12 de junio de 2011

El Amor en la vida

El amor posee un admirable privilegio que proporciona felicidad, porque estimula a los demás sentimientos para la conquista de uno mismo, haciendo brotar los tesoros de la salud y de la alegría de vivir, conduciendo a los páramos de la plenitud.

El estimulo del pensamiento y conducido por el sentimiento que se engrandece, el amor desencadena  reacciones físicas,  descargas de adrenalina, que proporciona bienestar y el deseo de vivir en su esfera de acción.

Innato en el ser humano, porque es precedente del Excelso Amor, puede ser considerado como razón de la vida, en la cual se desarrolla las aptitudes elevadas del Espíritu, señalado para la victoria sobre las pasiones.

Su esencia sutil dirige el pensamiento de los héroes, la conducta de los santos, la dedicación de los mártires, colocando belleza y color  en los paisajes más yermos y sombríos que, por acaso, existen.

Veamos una lección de amor:

Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado llamado Ralph.

Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separo del visitante en tres ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro.

-"¿Donde aprendió a comportarse así?", le pregunto el profesor.

- "En la guerra", contesto Ralph.

Entonces le conto su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto como varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematura.

-"Me acostumbre a vivir paso a paso" -explico. "Nunca sabía si el siguiente iba a ser el ultimo; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida".

Nadie puede saber lo que habrá de suceder mañana. Qué triste seria el mundo si lo supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería, nuestra vida sería como una película que ya vimos.

Ninguna sorpresa, ninguna emoción. Pienso que lo que se requiere es ver la vida como lo que es: una gran aventura.

Al final, no importara quien ha acumulado más riqueza ni quien ha llegado más lejos. Lo único que importara es quien lo disfruto más.

¡Ama más quien más ha servido, porque aprecia su vida y la de los demás!

El amor es la celestial atracción de las almas y de los mundos, la potencia divina que une a los universos, los gobierna y los fecunda. ¡El amor es la mirada de Dios!

La pasión ardiente que excita los deseos carnales, no se puede designar como amor. Eso es una sombra,  una grosera imitación del amor.

 El amor es un sentimiento superior en el que se funden  y se armonizan  todas las cualidades del corazón;  es la coronación de las virtudes humanas, de la dulzura, de la caridad, de la bondad; es el nacimiento en el alma  de una fuerza, que nos impulsa  por encima de la materia, hacia alturas divinas; nos une a todos los seres y despierta en nosotros la felicidad intima que llega mucho más lejos que todas las voluptuosidades terrenas.

Amar es  sentirse vivir en todos  y por todos; es consagrarse hasta el sacrificio, hasta la muerte, a una causa o a un ser. Si quieres saber lo que es el amor, hemos de considerar  las grandes figuras de la humanidad, y sobre todo a Cristo, para quien el amor  era toda la moral y toda la religión. Lo muestras sus palabras: “Amad a vuestros enemigos, y haced el bien aquellos que os persiguen”.

Con estas palabras Jesús nos quiso decir, que debíamos no tener en nuestros corazones odios, ni deseos de venganza, no que debíamos tener un afecto que estuviera muy lejos de sentir nuestro corazón. Hay que vivir con los hombres y ver en ellos a unos compañeros necesarios. El buen humor es la salud del alma. ¡Amemos para ser amados!

Hemos de conseguir amar  a todo lo que nos rodea – seres y cosas – hasta todo lo que nos ayuda a vivir y aun hasta los miembros desconocidos de la gran familia humana.
El amor, es profundo como el mar e infinito  como el cielo, envuelve a todos los seres. Dios es su centro. Como el Sol se eleva indiferentemente sobre todas las cosas  y da calos a la Naturaleza entera, el amor divino vivifica  a todas las almas; sus rayos  penetran  a través de las tinieblas de nuestro egoísmo y van a iluminar  con resplandores  temblorosos  el fondo del corazón humano. Todos los seres hansido hechos para amar. Las parcela s de la vida moral y los germenes de bien que reposan en ells, fecundados por el foco supremo, brotaran un día y florecerán hasta que queden  reunidos en una comunión de amor, es una fraternidad universal.

Amar, en el sentido profundo de la palabra, es ser real, probo, concienzudo, para hacer a los otros lo que quisiéramos para nosotros mismos; es buscar alrededor de sí el sentido íntimo de todos los dolores que abruman a nuestros hermanos, para llevarles un alivio; es mirar la gran familia humana como la suya, porque esta familia la volveréis a encontrar en cierto período en los mundos más avanzados, y los espíritus que la componen son, como vosotros, hijos de Dios designados para elevarse hasta el infinito. Por esto no podéis rehusar a vuestros hermanos lo que Dios os ha dado liberalmente, porque por vuestra parte estaríais muy contentos de que vuestros hermanos os diesen lo que os hiciera falta. En todo sufrimiento dadles, pues, una palabra de esperanza y de apoyo, a fin de que seáis todo amor, todo justicia.
En cualquier circunstancia  la terapia más eficiente es amar.
La síntesis propuesta por Jesús en torno del amor, es de las más bellas que se conoce: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como así mismo, en una trilogía armónica.
Por lo tanto, en cualquier situación, es necesario amar.
Se debe amar, aunque no seamos amados.
Si somos perseguidos, es preciso amar.
Odiado, se torna indispensable amar.
Encadenado a cualquier pasión disolvente, la liberación viene a través del amor.
Cuando se ama, se es libre.
Cuando se ama, se es saludable.
Cuando se ama, se rompen las corazas y los anillos  que envuelven al cuerpo y el Espíritu  se moviliza produciendo vida y renovación interior.
El amor  es luz en la oscuridad de los sentimientos tumultuosos señalando el rumbo a seguir.
El amor es una bendición que mitiga los dolores morales.
El amor proporciona la paz.
El amor es estimulo permanente.
Por tanto, solo a través del amor, es que el ser humano alcanza las cumbres de la evolución, transformando las aspiraciones  en realidades que moviliza en la dirección del bien general.
El amor pleno es, por tanto, el momento culminante del acto de amar.
Es a través del amor, invencible amor, que el hombre se espiritualiza y avanza en la dirección del infinito, plenamente realizado, totalmente saludable, por tanto, feliz.
Enviado por Merchita

La historia es de autor desconocido. La síntesis  es del libro “Después de la Muerte” de León Denis y del libro:”Amor Invencible Amor” de Divaldo Pereira Franco.

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