Los ásperos caminos de Umbría fueron la confortable senda para el ministerio del Amor. Los rigurosos inviernos se le hicieron el abrigo para su Espíritu imbatible. Las rudas incomprensiones se le volvieron el fuego purificador para el fuerte metal de la tarea. Las duras renuncias y flagelos le constituyeron el apoyo para la dedicación total. Los espinos clavados en la “carne del alma” se transformaron en las rosas sublimes del apostolado y de la abnegación. Las caminatas caritativas para los azotados por la lepra y el abandono, le forjaron las fibras de la santificación. El Amor, en su más absoluta expresión humana, le exaltó el Amor Divino escondido en el ser sensible.
Las refriegas de la actividad infatigable, las luchas por la Paz, el viaje en favor de la Tierra del Señor, el olvido de sí mismo, la confianza total y la visión esplendorosa del Cristo que lo asistía, lo elevaron a la posición de émulo perfecto del Maestro inconfundible. ¡Nadie ha imitado el Amor de Jesús con tanto ánimo!
Amante de la naturaleza y trovador de Dios, el cancionero de la humildad, se hizo la melodía sin voz de todas las voces con los suyos, aquellos con los cuales compartía. Predicador del ejemplo, apóstol de la acción, hermano del sufrimiento, Francisco, el pobrecito, logró reunir el tesoro de la Fe inquebrantable y de la fuerza insuperable que lo hizo fiel constructor de un Mundo nuevo, que el nuevo Mundo por poco no lo destruyó completamente. Delante de él, acuérdate de Jesús. Meditando en él, acompáñalo hasta Jesús, orando con él, avanza hacia Jesús.
No aceptes posiciones imposibles cuando seas llamado al camino de la dedicación Cristiana. Por eso, si eres buen Cristiano, debes salir a cantar bendiciones y consolaciones para los hermanos del Mundo en agonía. Estigmatízate con las heridas del sentimiento en sublimación y abre las compuertas del Espíritu a la embriaguez del Amor. Haz de la Vida un poema simple, una canción de simplicidad, una oración sencilla, exaltando los bienes inconfundibles del Evangelio, que debes imprimir en los actos de todas las horas.
Por eso, AMOR A DIOS, AMOR A LOS HOMBRES, AMOR A LOS ANIMALES, AMOR A TODAS LAS COSAS. Pensando en las santas aspiraciones e ideales de Francisco de Asís, “el esposo de la pobreza” y dedicado siervo de Cristo, esfuérzate hasta el sacrifico total, rogando al Señor que haga de ti un instrumento de Su Paz, En alabanza de todas las criaturas.
Espíritu Joanna de Angelis.
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" Estás inmerso en el océano del amor de Dios.
Jamás te encontrarás solo.
Dios está en ti y a tu alrededor.
Descúbrelo y déjate conducir por él con sabiduría.
Eres su heredero, poseedor del Universo.
Permite que su amor te penetre totalmente, comandando tu voluntad y tus pasos, facultándote a crecer con menor o ninguna dosis de sufrimiento.
En Dios todo encontrarás, llenándote plenamente."
(Vida Feliz -- Joanna de Angelis)
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