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viernes, 17 de enero de 2014

El problema de las guerras

         
                     ¿ Por qué padecemos las guerras?

Tal y como se afirma en la Codificación Espírita, estas son el resultado del predominio en el ser humano de la naturaleza animal sobre la espiritual, así como de las pasiones humanas propias de Seres poco evolucionados, que solo reconocen el derecho de la fuerza. Son el producto del atraso evolutivo del ser humano en su aspecto moral, pues el hombre en el nivel evolutivo en el que encuentra, considera solamente el derecho del más fuerte, por lo que a medida que el Ser humano evolucione, lógicamente las guerras se irán tornando más infrecuentes, aunque esta infrecuencia también se deberá a la cada vez mayor capacidad de destrucción que tienen las naciones con sus ejércitos a causa de una cada vez más avanzada tecnología aplicada a la capacidad de beligerancia.
La problemática humana, reside principalmente en la necesaria relación de cada persona con sus semejantes, pero portando desconfianza y egoísmo, y sobre todo el que muchos seres humanos aún no han encontrado la paz en su corazón..
De otra parte es muy de tener en cuenta las influencias mentales negativas que ejercen continuamente Seres del Bajo Astral, sobre las mentes de los gobernantes, los políticos , los militares y los seres humanos en general, que sintonizan con ellas. La Humanidad no es consciente del permanente asedio psíquico que estamos sufriendo cada vez más a causa de estos momentos cruciales por los que atraviesa la historia de este planeta nuestro, en los que ya se está produciendo imperceptiblemente el cambio de ciclo evolutivo planetario, y los espíritus oscurecidos del Bajo Astral saben perfectamente que cada vez les queda menos tiempo para poder seguir arrastrando con ellos a los Seres humanos( que también somos espíritus como ellos pero encarnados), que vivimos inmersos en esta batalla psíquica y espiritual entre el bien y el mal.
Mientras el Ser humano no asuma colectivamente el respeto que se le debe a todos los seres, así como el que de verdad comprenda que esencialmente todos somos hermanos, hijos de un mismo Origen o Padre, y siga permitiendo que los graves defectos morales que le esclavizan y con los que daña o molesta a los demás, continúen imperando en las sociedades, en particular y sobre todo, defectos como el egoísmo, la envidia , la avaricia y en definitiva la falta de Amor, la lacra de las guerras y de la violencia que actualmente padecemos en todo el mundo, continuará existiendo por tiempo indefinido como algo inevitable, y solo desaparecerán a partir del día en que el desarrollo moral de toda la Humanidad establezca lazos fraternales con el Amor Divino del Padre que Jesús trata de enseñarnos para la verdadera salvación de la Humanidad. Y aunque parezca una utopía, por un normal proceso evolutivo ese día indudablemente llegará , y tal vez no esté ya muy lejano, trayendo la Paz también como algo inevitable. El engranaje de la maquinaria evolutiva está en marcha y su proceso es inevitable.

El primer paso que debiéramos dar para conquistar definitivamente la Paz en el mundo, no es imponiéndola por la fuerza militar o coercitiva a otros países o grupos humanos diferentes al nuestro, sino algo mucho más difícil aún: Comenzar por ser capaces de conquistar cada uno la auténtica y verdadera Paz interior, con una conciencia limpia y con un mayor desarrollo del sentido del altruismo y de la Caridad. Esta es una labor personal e intransferible, y sobre todo, absolutamente necesaria.
Por último cito esta frase de Pietro Ubaldi en su obra “La Gran Síntesis” :

Hoy la humanidad vive una fase de transición en la que comprende la utilidad de la paz, pero no sabe vencer la necesidad de la guerra.”
- José Luis Martín-

                       
                                          ANOCHE SOÑÉ

Anoche tuve un sueño. Soñé que un niño de la India preguntaba a su padre:¿Qué cosa es el hambre?. Y soñé que un niño de Hiroshima preguntaba a su padre: ¿Qué cosa es la bomba atómica?. Y soñé que un niño de Alabama preguntaba a su padre:¿Qué es la segregación racial?.
Y soñé que todos esos padres respondían a sus hijos y a todos los hijos de la Tierra: Hijo mío,no conocemos su significado porque son palabras que ya no se utilizan y se han borrado del diccionario porque ya nada significan.
Y soñé que todas ellas se habían conjugado en una sola: la palabra AMOR”
- Martín Luter King –                             

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REENCARNACIÓN TERAPIA EFICAZ PARA EL SUFRIMIENTO
Jesús aseveró la necesidad de “nacer de nuevo”, a fin de que se paguen  todas las deudas, moneda a moneda, hasta que el deudor- al encontrarse liberado – alcance  el reino de los cielos, el cual implantará en su propia conciencia a través del auto purificación.
En las fajas experimentales de la evolución, las dimensiones del tiempo y del espacio constituyen límites, a fin de demarcar niveles y situaciones para la mente. Sin embargo, a medida que el Espíritu progresa, tales conceptos  se amplían, y el adquiere incalculables percepciones  de  infinito y eternidad, al superar las líneas que necesita  localizar y localizarse.
A través de los impositivos reencarnatorios, todo ultraje  que se comete se ha de rescatar, aunque no necesariamente en una reencarnación  inmediata o muy próxima, después del gravamen cometido, pero nadie engañará a la Justicia.
Los sufrimientos  del pasado nos afligen de tal manera, que muchas veces el bálsamo de las incontables alegrías no consiguen cicatrizarnos  definitivamente las innumerables heridas, que todavía supuran…  es necesario olvidar para perdonar  mejor, arrojando en el olvido el yugo del resentimiento y de las reminiscencias amargas. El mal que muchas veces nos pretenden hacer resulta un bien inestimable, a pesar de los incalculables sufrimientos.
En ocasiones  no es el resentimiento ni los rencores,  ya que el tiempo a lo mejor ha secado nuestras lágrimas; pero  no ha podido apagar los tristes recuerdos que sofocó, evitando así nuestras tristezas.
Al ignorar las sutiles  facultades de la intuición, de la premonición y las leyes de la reencarnación en que están basados todos los acontecimientos  de la vida física, el devoto suele mantener  como recurso pura y simplemente  el argumento de la fe, sin los recursos más amplios  para poder estructurar el consuelo  con que   sostenernos en el aturdimiento.
Los hombres débiles, que apenas son fuertes en la brutalidad, no saben luchar ni son capaces de examinar  las circunstancias o dignidades. Solamente pueden tomar y agredir… Es por eso que su fuerza  es su debilidad.
En una  encarnación adquirimos determinada expresión de victoria,  a pesar de las equivocaciones que se perpetre. Al ser sumadas las realizaciones dignificantes  y sustraídas las deudas, el saldo de las conquistas personales se transfiere, ya sea positivo o no.
De una para otra existencia se trasladan las realizaciones, los problemas, las adquisiciones y las pérdidas que oportunamente aparecen  cuando las circunstancias se hacen favorables; ; de ahí viene el adagio que dice: “Dios no da a nadie un fardo  superior  al de sus propias fuerzas”.
Como consecuencia, la calidad de vida resulta  de las múltiples operaciones  que el ser se impone  al caer ahora  y al levantarse después, manteniendo siempre un saldo  que lo favorece o no con recursos para la redención final.
Los que menosprecian  los valores éticos, en su insánia, son incapaces de medir sentimientos y de caracterizar actitudes en toda su magnitud. Disculparse significa para ellos una humillación, como una credencial para acceder  a nuevos desatinos, a los que se vinculan persistentemente.  La distancia que existe entre una agresión y una explosión de generosidad es apenas una circunstancia de emotividad. Sin la sensatez necesaria, damos a los hechos la interpretación que nos conviene.
 En la estela de las vidas sucesivas continúan las tramas de la evolución con sus enérgicas advertencias.
En cada primavera de bendiciones vuelven a florecer, sobre los charcos de las pasiones, los lirios de la paz, cuyas verdes ramas simbolizan la esperanza que nunca nos debe faltar, aun cuando todo parezca  abismo y lodo bajo nuestros pies. En esas primaveras de misericordia, también vuelven a florecer los corazones.
A través de las benditas pruebas y de las expiaciones libertadoras, la Sabiduría Divina nos conduce al compromiso de ascender y progresar  en las dimensiones de la Inmortalidad.
Si ayer los sectarismos religiosos incentivaron  el materialismo,  hoy el cientifismo debilita al hombre  que lo elaboró, castigando su presunción.  En esta hora, la Doctrina Espirita  eleva al ser atormentado en dirección a los astros, liberándolo del charco en el que se detiene  por un impositivo de su propia insania y finalmente lo hace feliz.
Miremos al horizonte y procuremos ver más allá de las estrellas fugaces, que son como un resplandor de las bellezas siderales que todos alcanzaremos cuando hayamos conseguido la sublime ascensión.
Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “Sublime Ascensión” de Divaldo Pereira Franco

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                                                                   LA HUMILDAD
      La humildad es virtud muy olvidada entre vosotros. Bien poco seguidos son los ejemplos que de ella se os han dado Entretanto, ¿sin humildad, podéis ser caritativos con vuestro prójimo?. ¡ Oh! no, pues este sentimiento nivela a los hombres, diciéndoles que todos son hermanos, que se deben ayudar mutuamente, y  os induce al bien. Sin la humildad,apenas os adornais de virtudes que no son posibles, como si trajeseis un vestuario para ocultar las deformidades de vuestro cuerpo. Acordaros de Aquel que nos salvó; acordaros de su humildad, que tan grande lo hizo, colocándole por encima de todos los profetas.

(El Evangelio Según el Espiritismo, Cap.7, item 11 (parte)- Lacordaire – Constantina, 1863)
                                        
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