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miércoles, 18 de junio de 2014

VIDA Y VALORES


Prof. Raul Teixeira
VIDA E VALORES (DÉBITOS Y CRÉDITOS)

El empresario Gordon Gould tuvo el deseo de expresarse diciendo que, para el, una de las cosas más importantes de estos tiempos en el mundo es la contabilidad e débitos y créditos. Y el  mencionaba una serie de razones para justificar su entendimiento.
Vale recordar que esa contabilidad de débitos y créditos nació en el Siglo XV más concretamente en el 1494 y fue creada  por un monje franciscano llamado Pacioli.
Ese monje franciscano creo esa metodología exactamente para auxiliar  a los mercaderes, a los comerciantes, negociantes de Venecia que precisaban que precisaban gerenciar sus crecientes economías.
Precisaban administrar su dinero de una forma eficiente y encontraron, en el trabajo  del monje franciscano Luca Pacioli, un elemento importantísimo para que ellos pudiesen  analizar pérdidas, y ganancias, en el bajo de sus realizaciones.
A partir de ahí, la Humanidad ha experimentado mucho éxito al hacer uso de esa contabilidad: debito-Crédito.                                                                                                                      
  Eso entró de tal modo en la vida de las comunidades del mundo entero que hoy forma parte de los cursos de contabilidad, de economía, de administración y usamos esa manera de pensar, esa metodología de lidiar con valores, en lo cotidiano.
Hablamos en otros contextos a respecto de debito e crédito, en términos morales: usted tiene débitos conmigo. Yo tengo crédito con usted. Usted tiene créditos para conmigo. Yo tengo débitos para con usted.
A partir de eso, la idea de Lucas Pacioli se esparció por el mundo y es tan importante verifiquemos  que todos nosotros, de una manera u de otra, tenemos nuestro tiempo de rendir cuentas de lo que estamos haciendo de nuestra existencia.
 No es de extrañar que Jesús Cristo, un día, se exprese diciendo que el administrador daría cuenta de su administración.Cuando  pensamos en administración, no es apenas de administración de negocios, de dinero  nada más, en ese sentido amplio, es la administración de nuestra vida, si no sabemos administrarla bien,  ciertamente contraeremos débitos.
Si consiguiéramos administrar bien nuestra vida, obtendremos los créditos provenientes de nuestro juicio, de nuestra buena acción, de la grandeza  que creamos con nuestra vida en la Tierra.
Por eso es que nos cabe reflexionar, nos cabe pensar en esa dinámica  de la vida de todos nosotros y de cada uno en particular, que nos remite siempre a hacer ese balance, entre los créditos que la Divinidad nos confió y los débitos que contraemos, cara al mal uso o al desuso de esos créditos Divinos.
Es por eso que percibimos  que cada vez que hacemos mal, por ejemplo, el crédito de la palabra, usamos mal nuestro hablar, adquirimos débitos para el futuro.
Cada vez que utilizamos mal el crédito de la visión, creamos problemas para nuestro mañana.
El crédito de nuestros pies, de nuestra inteligencia, de las oportunidades sociales, todo esto va  formando parte de los elementos de que  disponemos en la Tierra para vivir  de mejor manera.
¿Usted sabe cuántas bendiciones le ofreció la vida y le ofrece? La familia, los amigos, el trabajo, la salud, las variadas oportunidades y no se justifica que, ante tantas oportunidades, hagamos un mal uso. No obstante, muchas veces, en nombre de nuestra locura, de nuestra inconsciencia, acabamos por usar mal los créditos que la Divinidad nos confió y tendremos que acertar eso un día.
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Es importante, en ese capítulo  de débitos y créditos, en la contabilidad creada por Pacioli verificaremos que, un día, el Codificador Espirita Allan Kardec preguntó a los Buenos Espíritus a respecto de lo que podríamos hacer para superarnos en las tentaciones del mal y para realizarnos con provecho nuestra jornada terrestre.
Los Nobles Guías de la Humanidad respondieron que un viejo sabio de la Antigüedad ya nos había dicho: Conócete a ti mismo.
Allan Kardec volvió a la carga y pregunto: Entendí el sentido de ese auto conocimiento. El problema exactamente  en cómo hacerlo. ¿Cómo podremos realizar esto?
El Espíritu  San Agustín respondió: Haz como yo hacía cuando estaba en el mundo. Al final de cada día, hacia un balance de cómo yo había vivido, aquello  que había realizado en prejuicio del prójimo, en mi propio prejuicio. Aquello que yo había hecho en contraposición  a las Leyes Divinas.
 Hacia una toma de débitos y créditos, se dice, y gracias a eso, quedamos con una formula, digamos así, para realizar ese esfuerzo por el auto conocimiento.
No es fácil porque casi siempre nos ocultamos  de nosotros mismos o, por lo menos, intentamos hacerlo. Al no ocultarnos de nosotros mismos, vamos dando disculpas  que nada disculpan  a nuestros actos: Yo lo hice porque fulano me provocó, yo dejé de hacerlo porque Beltramo no me dejó.
Vamos siempre empujando para lejos, echando para fuera de nosotros las responsabilidades que son nuestras.
En la medida en que queremos  conocernos de hecho, asumimos nuestras faltas y nuestros aciertos. Aquello que erramos, lo colocamos en el plato simbólico de una balanza y aquello que acertamos lo colocamos en el otro plato de la balanza.
A partir de ahí,  tendremos el establecimiento del peso entre debito y crédito, lo que nos sobra.
Cuando estamos haciendo esfuerzos para conocernos,  no nos avergonzamos de los errores que aun cometemos y ni queremos huir de los aciertos que emprendemos.
 Hay cosas maravillosas que ya hicimos. ¿Para qué esconder eso de nosotros? ¿Para qué fingir que no  hacemos? ¿Más, aun hay mucha sombra en nuestras actitudes y porque ocultar   eso de nosotros?
¿Si cargamos una maldad, una herida y negamos que la hicimos, como es que vamos a tratarla?
Lo más especial es cuando asumimos que llevamos una llaga abierta porque entonces muchos se prestaran para ayudar en ese proceso de tratamiento.
Cada uno de nosotros ante la vida carga cosas buenas que ya hizo, cosas felices que hizo, sus créditos. El buen uso de aquello que Dios nos dio, el buen uso de aquello que Dios nos da son créditos más, muchas veces, huimos de buen gusto, nos perdemos en esos laberintos de equívocos  y cargamos débitos.
No hay ningún motivo para la desesperación, no hay ningún motivo para que nos perdamos desfigurados por el remordimiento, deseando morir. El tiempo de ahora es  el tiempo de la oportunidad. Deseamos vivir para corregir lo que quedo mal pintado en nuestra tela.
Es el tiempo de acertar, corrigiendo el paso que no haya sido bien dado, en nuestra vida y, gracias a eso, trabajaremos en el sentido de que la contabilidad Divina pueda reconocer nuestros créditos y justificar nuestros débitos con las cosas buenas que hacemos.
Fue el Apóstol Simon Pedro que enfatizo de forma notable ese sentimiento al decirnos que el amor cubre la multitud de pecados.
Todos nosotros en la Tierra somos Espíritus en esa fase  de pruebas, de expiaciones, con necesidad de aprender, de pagar deudas más con la gran oportunidad de desenvolver en nosotros el amor bajo todos los aspectos considerables, porque solamente el amor cubre multitud de pecados.
Transcripción del programa Vida y Valores, del número 203, presentado por Raúl Texeira, bajo la coordinación de la Federación Espirita del Paraná.
Traducido por: M. C. R.
    

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"La emoción más sutil de la que somos capaces, es la emoción mística. Aquí yace el germen de todo arte y ciencia verdadera. A todo aquel a quién este sentimiento le sea extraño, que no sea capaz de asombrarse y viva en un estado de miedo es un hombre muerto.
Saber que lo que es impenetrable para nosotros, realmente existe y se manifiesta como la más alta sabiduría y la belleza más hermosa y que sólo sus formas más groseras son inteligibles para nuestras pobres facultades -- este conocimiento, este sentimiento... es el núcleo del verdadero sentimiento religioso.


En este sentido, y sólo en este sentido, me considero un hombre profundamente religioso."

- Albert Einstein-

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 LA FRATERNIDAD


Debemos ver siempre en cada persona a uno de nuestros hermanos que merece nuestro cariño, nuestro respeto y nuestra consideración.

         Todos nosotros, hombres o mujeres, ricos o pobres, sabios o ignorantes, negros o blancos, somos hijos del mismo Padre, con los mismos derechos y las mismas responsabilidades.

         Ya sabemos que por ley de reencarnación ocuparemos todas las posiciones en la Tierra y necesitamos encarnar en todos los países y en todas las clases sociales. En cada país y en cada clase social aprendemos un poco, para llegar a conocer todas las cosas de la Tierra.

         Ya tuvimos y todavía tendremos muchas patrias en la Tierra. En el futuro podremos nacer en otros países; y si en la actual encarnación pertenecemos a la raza blanca o a la negra, en otras podremos pertenecer a la amarilla o la cobriza.

         La elección de los países, de las razas y de las posiciones sociales en que precisamos encarnar, depende del trabajo que vamos a realizar para nuestro progreso y el de nuestros hermanos.

         Si encarnáramos siempre en el mismo país y ocupásemos siempre la misma posición social, nunca alcanzaríamos la perfección.

         No hay motivos para que una raza se sienta superior a otra; todos podemos cambiar de raza en cada encarnación y quién nació en América ahora, podrá nacer más tarde en Asia o en Europa.

Tampoco haya razones para que las clases ricas desprecien a las clases pobres, ni para que las clases pobres envidien a las clases ricas; las pruebas soy iguales para todos, y cada uno de nosotros precisa vivirlas una por una.

         Consideremos a la humanidad toda como una gran familia y a la Tierra entera como nuestra patria.

         Y te olvides que sea cual fuere tu raza o tu posición social, abrázame: yo soy tu hermana.

Eliseo Rigonatti
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Sintonía con el Umbral

La entidad que estimula el estudio y aplica pedagogías de enseñanza adecuadas a las edades de las personas es una escuela. Los gimnasios tienen la costumbre de promover la preparación física; las iglesias, templos, centros espiritas y espiritualistas aconsejan y orientan practicas para la unión con la divinidad.

Entonces, yo pregunto: ¿qué es algo que estimula la vanidad, la superficialidad, el sexo y el consumo de bebidas alcohólicas? Piense en un propósito mayor, en una noción más amplia; ¿Cuál sería el objetivo de un programa de TV- exhibido en uno de los países del mundo que mas de ve la televisión – en estimular riñas, disputas, batallas emocionales, guerras de vanidades y mucha, pero mucha deturpación de valores morales? ¿Sería un objetivo elevado y de moral superior? ¡Es obvio que no!

Estamos hablando de una programación que estimula el 90 % de los casos, la elevación de emociones, pensamientos y sentimientos negativos bajos, por tanto, distanciados de los valores espirituales sublimes y del amor universal. Hasta ese momento, estoy expresando mi simple opinión personal, pues sinceramente creo que el Big Brother Brasil no estimula, no inspira y ni incentiva cualquier tipo de valor que deba ser aprovechado o que genere beneficios humanitarios. Nunca tuve ganas de escribir sobre el asunto, hasta para no darle más fuerza, pues cuanto más hablamos, más visible lo volvemos, entonces, por practica personal, aquello que no quiero que exista mas, sinceramente decido no hablar, entre tanto, después de una orientación espiritual que recibí, decidí que relataría lo ocurrido en un texto.

Vamos a lo ocurrido. Era un martes, estaba sentado en la silla de la sala, usando el computador que estaba sobre la mesa redonda. En otro lugar al lado, deje la TV encendida, pero no estaba viéndola. Para ser mas objetivo, acabe dejando el aparato encendido por pura indiferencia, entre tanto, era posible oír toda la programación allí en la mesa donde yo estaba. Continué concentrado en mi tarea en frente del computador, cuando fue posible oír el inicio del referido programa. No me importo en nada y continué concentrado en mi tarea, sin interesarme por el programa que se iniciaba. En este momento, surgió a mi lado la presencia extrafísica (en espíritu) de Antonio. Se trata de un bienhechor que aparenta un profesor Griego, un poco mas de 1,80 de altura, cabellos negros y voluminosos, ropas blancas hechas a la moda de la antigua Grecia. El se acerco a mí y dijo:

“Ese programa alcanzó su ápice en lo que toca a la formación de un psiquismo espeso y denso. Ahora que por varios años una atmósfera de discordia, sexo, promiscuidad, vanidades excesivas se cristalizaron alrededor de ese acontecimiento, el plano denso fácilmente encontró condiciones para utilizar este programa como un irradiador de densidades para todos sus espectadores. Son muchos años de discusiones, intrigas, sexualidad desvariada y desinterés por valores más elevados, lo que construye una nube negra de fluidos maléficos. Al sintonizarse con ese acontecimiento, el espectador recibe una voluminosa carga de fluidos densos que es engañosamente manipulada por especialistas de la sombras, para que sus hogares sean lentamente densificados, por la resonancia mórfica de la comprensión del programa y de la falta de vínculos espirituales mas fuertes por parte de todos los que se unen a esa rutina. La ignorancia cobra su precio. La masa de espectadores no imagina que una simple sintonía con un programa de TV puede traer tantas influencias negativas a sus hogares, pues no comprenden algunas leyes naturales que solo pueden ser entendidas por seres abiertos a los movimientos cósmicos más sutiles.

En el plano espiritual, los mensajeros de la luz nada pueden hacer sino alertar para el hecho de que la ligación con valores espirituales es el mejor camino para una vida de bien y amor. “Semejante atrae a semejante” quiere decir que la fuerza que usted sigue se torna su manantial. Aunque la humanidad ya tenga conocimiento de los ejemplos de grandes seres de luz que ya pasaron por aquí, bien como ya este bañada por mucho conocimiento universal, son los instintos primitivos que reinan con mayor preponderancia en relación a los valores espirituales. Técnicamente hablando, cuando un espectador se conecta al referido programa por varios días seguidos, y aun se envuelve emocionalmente con sus acontecimientos, el comienza a formar en su ambiente y en su cuerpo espiritual, formas-pensamiento exactamente semejantes a las que están pairando sobre el lugar físico de la casa donde se reúnen los integrantes del programa televisivo.

Después de la formación de esa energía llamada forma-pensamiento, lo que está allá dentro de la casa también estará en el aura de la persona espectadora, pues, en un proceso de simbiosis natural, las formas-pensamiento se tornan entidades vivas actuando como organismos pensantes y pulsantes. Al considerar que la humanidad como un todo tienen enormes desafíos en lo que toca la búsqueda de la angelitud de sus almas, y que esa caminada aun se muestra muy lejos, es de tal modo, sentado analizar que la hipótesis de abandonar el hábito de sintonizarse con tales programas sea una alternativa saludable. Las fuerzas negativas que convergen en la dirección de los espectadores son potencializadas por entidades oscurecidas, habitantes de atmósferas sub-umbralinas, muy interesadas en la decadencia de la raza humana. Y, por último, es pertinente evidenciar que tales fuerzas extra-físicas malignas tengan como practica la utilización de acontecimientos populares de baja moral, para la impregnación en masa de estímulos primitivos”.

Después de finalizar su explicación, de la misma forma que llego, Antonio mira para mí y serenamente se despidió. Quede completamente absorto en mis reflexiones. Luego después de algunos segundos, corrí a la TV y la apague. En seguida, coloque un CD del Krishna Das, escuche mantras por dos horas, en seguida, en cuanto terminaba mis tareas de aquella noche. Como escritor, ahora inspirado por los amigos extra-físicos, ahora estimulado por mi propio querer, pido a usted, lector, que en el caso que no concorde con una sola palabra que aquí fue dicha, que no me critique, ¡solo ignóreme y listo! Yo no quiero promover, no quiero aparecer, solo hago lo que hago pues soy estimulado por un llamado interno, entonces, no tengo el objetivo de obligar a nadie a nada. ¡Me gusta la reflexión, me gusta “filosofar”! Entonces, ahí está, un tema bastante polémico para usted reflexionar y filosofar.

¿Sera que lo que está escrito en estas líneas es un completo absurdo, que su escritor es un perfecto lunático o el contenido expuesto debe ser analizado con respeto y seriedad? La decisión es suya. ¡La mía la tome de presentar lo que me fue pasado!

Escrito por Bruno Gimenes
Revista Cristiana de Espiritismo
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             ANTE LA PERFECCIÓN

“Sed Perfectos como Nuestro Padre Celestial”
Esta fue la advertencia del Señor  a nuestro corazón de aprendices. Todavía, a la manera del gusano, contemplando la estrella distante,  sabemos cuán inmensa es la distancia que nos separa de la meta.
Impedimentos, compromisos  e inhibiciones  de nuestro “entonces”, asfixiándonos, a cada momento de hoy, el deseo de  caminar para la luz.
Entre tanto, si aun nos situamos tan lejos de justo mejoramiento   al que nos entregara la Divina Providencia, es imprescindible para conseguir la gran peregrinación, ofreciendo al avance  los mejores y más grandes esfuerzos. 
Nadie exige sea de inmediato el paradigma del amor que el Maestro  nos lego, más puede ser, desde ahora, cultivando la comprensión  y la gentileza dentro de la propia casa.
Nadie te pide renuncia integral a los  bienes que te enriquecen los días terrestres, no en tanto, puedes donar,  de  improviso, la migaja  que te sobra al confort doméstico, en auxilio  al compañero necesitado.
Nadie espera desempeñes, aun hoy, el papel de héroe en la plaza pública, más si puedes callar, sin demora, la palabra oscura o amarga capaz de surgir de tu corazón a los labios.
Nadie aguarda  seas el remedio para todas las dolencias, entretanto, aun hoy, puede ser el enfermero  diligente, curando las úlceras de los  enfermos relegados al abandono.
Nadie te solicita prodigios, en manifestaciones prematuras de tu fe, más si puedes ser, sin demora, el consuelo que ampare a  cuantos  atraviesan las zarzas del camino.
Recuerda la simiente que te regala  el cuerpo y aprendamos  a comenzar.
La planta que antes era simple promesa, hoy es garantía del pan  que te suple la mesa.
Los mayores y más famosos viajes  se inician  en un paso.
Esforcémonos por hacer lo mejor a nuestro alcance, desde ahora, y la perfección  no será, un día, preciosa fuente de bendiciones, descubriéndonos el porvenir.

Por el Espíritu Emmanuel – Del libro: Nacer y Renacer, Médium Francisco Cándido Xavier


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