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viernes, 27 de marzo de 2015

PENSAR



DISERTACIONES ESPÍRITAS

El apego a las cosas de la tierra nos imanta a ellas, los Espíritus Superiores respondieron a Allan Kardec que el alma nada lleva de este mundo a no ser el recuerdo y el deseo de ir para un mundo mejor, recuerdo lleno de dulzura o de amargura, conforme el uso que hizo de la vida. Cuanto más pura fuera, mejor comprenderá la futilidad de lo que deja en la Tierra.
En el Evangelio Según el Espiritismo, Blaise Pascal dicto un mensaje que resume bien este aspecto:
“El hombre no posee en si sino lo que puede llevar de este mundo. Lo que encuentra al llegar, y que lo deja al partir, goza de ello durante su permanencia en la Tierra; más, una vez que es forzado a abandonarla, de ello no tiene sino el gozo y no la posesión real. ¿Qué posee en fin?  Nada de aquello que es para el uso del cuerpo, y si todo lo que es de uso del alma: la inteligencia, los conocimientos, las cualidades morales; es lo que trae y es lo que se lleva, y que no esta en el poder de nadie arrebatarle, lo que le servirá más aun en el otro mundo que en este; de el depende ser más rico a su partida  que a su llegada, porque de aquello que hubiera adquirido en bien depende su posición futura.”
Por tanto comprendemos que el Espíritu sufre las consecuencias de todas las imperfecciones que no consiguió corregir en la vida terrena. El alma lleva  dentro de sí el infierno o el paraíso, no importa donde  se encuentre.
“A cada uno según sus obras, en el Cielo como en la Tierra: tal es la Ley de la Justicia Divina”, Ya lo decía Allan Kardec.
Si durante la vida terrena, la Entidad Espiritual  la pasó solamente preocupada  en satisfacer su propio egoísmo, después en la muerte no puede ultrapasar los planos groseros, las zonas de las tinieblas, las regiones más densas del mundo espiritual.
“la adaptación “al otro lado” de la vida varía de acuerdo con el grado evolutivo del Espíritu.
Para la inmensa mayoría de desencarnados de evolución espiritual mediana, ella no se hace sino lentamente, influenciada por innumerables factores.
Para los de condición inferior, la permanencia en los planos de sombra representa sufrimiento en diversos grados, vida desorganizada, actos crueles o profundización en los caminos improductivos de la ignorancia, con excesos de maldad.

Los asuntos pendientes de todo orden – financieros, emocionales, afectivos y, principalmente, el complejo de culpa – traídos de la costra, van a ejercer el papel preponderante en el estado de animo de los convalecientes espirituales, influyendo directamente, en la adaptación de ellos a la Vida Nueva.
Otros factores que dificultan la adaptación del espíritu en esta fase de transición en el Nuevo plano, son la salud de los entes queridos que quedaron, y su formación religiosa.
La influencia de los pensamientos y acciones de los que permanecen en la costra es tan significativa que, muchas veces, los desencarnados no consiguen adaptarse a la nueva vida, vagando sin rumbo, perturbados, sin condiciones de asumir sus funciones en la verdadera patria.
Eso acontece porque hay una falta de preparación generalizada ante la crisis de la muerte. Encarnados y desencarnados sufren profundos desequilibrios psicológicos y espirituales, ante la separación que juzgan definitiva, porque para la inmensa mayoría, sin “ojos para ver”, solamente el silencio dolorido responde a las llamadas de parte a parte.
Todo pasa como si los primeros llorasen desesperadamente en un compartimiento de la casa, y los últimos en el otro, más incapaces de entenderse, a pesar de la proximidad, por la absoluta falta de preparación en lidiar con ese tipo de comunicación. Todos gritan, más nadie se entiende.
Muchos encarnados claman desesperadamente por los que partieron, vertiendo lagrimas de hiel, cuando no alentando ideas de suicidio e la engañosa  ilusión de reencontrarlos.
Hay mucho desasosiego en la vida psíquica  de los desencarnados, toda vez que los familiares no aceptan la separación o procuran la venganza, en los casos de desencarnación por asesinato, alimentando los sentimientos inferiores muchas veces envueltos en ese proceso.

Innumerables otros comunicantes hablan de la dificultad de adaptación al mundo espiritual por causa de la perturbación de los familiares. Ese desequilibrio, muchas veces  intenso, no les permite la propia renovación en el plano en que se encuentran.
“Evidentemente que no vamos a cultivar falsa tranquilidad, considerando natural que alguien muy querido parta al plano espiritual. Por muy grande que sea nuestra comprensión, con seguridad sufriremos mucho. No en tanto, debemos mantener la serenidad, la confianza en Dios, no por nosotros mismos, más sobretodo en beneficio de aquel que partió. Más que nunca el precisa de nuestra ayuda, y principalmente de nuestras oraciones.

- Merchita-

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Si alguien no encuentra la felicidad 
en sí mismo, es

inútil que la busque en otro lugar”.

(La Rochefoucald)

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                             Pensar

El pensamiento es nuestra capacidad creativa en acción. En cualquier tiempo, es muy importante no olvidamos de eso. La idea forma la condición; la condición produce el efecto; el efecto crea el destino.

Su vida será siempre lo que usted esté pensando constantemente. En razón de eso, cualquier cambio real en sus caminos, vendrá únicamente del cambio de sus pensamientos.

Imagine su existencia como desea que deba ser y, trabajando en esa línea de ideas, observará que el tiempo le traerá las realizaciones esperadas.

Las leyes del destino le traerán de vuelta todo aquello que usted piense. En esta verdad, encontramos todo lo que se relacione con nosotros, tanto en lo que se refiere al bien como al mal.

Observe y verificará que usted mismo atrajo hacia su campo de influencia todo lo que usted posee y todo aquello que hace parte de su cotidiano.

Dios es Amor y no castiga criatura alguna. La misma criatura es que se culpa y se corrige, ante los falsos conceptos que alimente con relación a Dios.

En nuestro íntimo, la libertad de escoger es absoluta; después de la creación mental que nos pertenece, es que nos reconocemos sujetos a ella.

El Bien Eterno es la Ley Suprema; manténgase en el bien a todo y a todos y la vida se le convertirá en fuente de bendiciones. A través de los principios mentales que nos rigen, de todo aquello que damos de nosotros a los demás recibimos de los demás el cén
tuplo.

RESPUESTAS DE LA VIDA
Por el espíritu de: Andre Luiz
Psicografíado: Francisco Cándido Xavier

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Vida de aislamiento.Voto de silencio

– Se concibe que, como principio general, la vida social esté en la Naturaleza; pero, como todos los gustos están también en la Naturaleza, ¿por qué sería condenable el gusto por el aislamiento absoluto, si el hombre halla en él su satisfacción?
– Satisfacción egoísta. También hay hombres que hallan placer en embriagarse; ¿tú los apruebas? Dios no puede tener como agradable una vida por la cual se condena a no ser útil a nadie.

770 – ¿Qué se debe pensar de los hombres que viven en reclusión absoluta, para huir al contacto del mundo?
– Doble egoísmo.

– Pero si ese retiro tiene por objeto una expiación, imponiéndose una privación penosa, ¿no es meritorio?
– Hacer más bien que lo que se ha hecho de mal, esa es la mejor expiación. Evitando un mal cae en otro, puesto que olvida la ley de amor y caridad.

771 – ¿Qué pensar de los que se alejan del mundo para consagrarse al alivio de los sufridos?
– Estos se elevan, humillándose. Tienen el doble mérito de colocarse por encima de los goces materiales y de hacer el bien para que se cumpla la ley del trabajo.

– ¿Y los que buscan en el retiro la tranquilidad que requieren ciertos trabajos?
– Este no es el retiro absoluto del egoísta. No se aíslan de la sociedad, puesto que trabajan por ella.

772 – ¿Qué debe pensarse del voto de silencio prescrito por ciertas sectas, desde la más remota antigüedad?
– Preguntad si es natural la palabra y para qué la ha dado Dios. Él condena el abuso y no el uso de las facultades que concedió. Entre tanto, el silencio es útil, porque en el silencio te concentras, tu Espíritu se hace más libre y puede entonces entrar en comunicación con nosotros. Pero, el voto de silencio es una estupidez.

Es indudable que los que miran esas privaciones voluntarias como actos de virtud, tienen buena intención; pero se engañan, porque no comprenden bastante las verdaderas leyes de Dios. El voto de silencio absoluto, de la misma forma que el voto de aislamiento, priva al hombre de las relaciones sociales que pueden ofrecerle ocasión de hacer el bien y de cumplir la ley del progreso.

Allan Kardec
Extraído del libro “El libro de los espíritus”

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