Entradas populares

jueves, 3 de diciembre de 2015

Facultades morales e intelectuales


 

UN POCO DE HISTORIA ESPÍRITA

Informaciones inéditas sobre el Primer Centro Espírita

En el año del Sesquicentenario de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, fundada por Allan Kardec el 1º de abril de 1858, descubrimos en la Revista Espírita la identidad del célebre general X.

l estudiar las páginas históricas de la Revista Espírita, brillante manantial doctrinario que acaba de cumplir su Sesquicentenario de lanzamiento, nos detenemos atentamente en el mes de julio del año 1859 (RE jul. 1859–III c +), en su artículo III, conversación Nº 3 (c) [que tiene su secuencia (+) en otro mes(1) del mismo año], y leemos lo siguiente en el art. intitulado: Conversaciones familiares del Más Allá – Noticias de la guerra: un oficial superior muerto en Magenta (1ª conversación – Sociedad, 10 de junio de 1859), págs. 189-190, cuyas conclusiones estaremos tratando en esta materia conmemorativa. 

En dicho artículo nos deparamos con una interesante y reveladora información en las preguntas números 4 y 5, entre las cuales existe una valiosa Nota de Allan Kardec que identifica claramente al Espíritu comunicante (lo mismo en la pregunta Nº 13), identificación que es la de un oficial superior fallecido en combate en la batalla de Magenta (el 4 de junio de 1859, en la Guerra de Italia), y que el Codificador ya conocía de nombre, porque dicho oficial superior (el general X) había contribuido mucho al obtener la autorización legal imprescindible para el funcionamiento y formación de la Société Parisienne des Études Spirites en tiempo récord, autorización conseguida el 13 de abril de 1858.(2) 

Como también estamos en el Año del Sesquicentenario de la fundación de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, tenemos el honor de compartir este estudio como un pálido homenaje al incansable trabajo doctrinario que Kardec tuvo al dirigir con maestría y perseverancia el primer Centro Espírita del mundo. Entonces, citemos a continuación en la íntegra la Revue Spirite referida,(3) en la cual está registrado el primero de los diálogos entablados (son 2 conversaciones) entre Kardec y el personaje mencionado, que es objeto de nuestra investigación. La fecha de la evocación es la del 10/06/1859, sólo seis días después de la desencarnación (04/06/1859) del general X en el terrible combate de Magenta (ciudad de la provincia de Milán, hoy perteneciente a Italia). 

UN OFICIAL SUPERIOR MUERTO EN MAGENTA 

(Sociedad de París, 10 de junio de 1859.)

1. Evocación. –Resp. Estoy aquí. 

2. ¿Podríais decirnos cómo habéis venido tan prontamente a nuestro llamado? –Resp. Yo estaba prevenido de vuestro deseo. 

3. ¿Por quién habéis sido prevenido? –Resp. Por un emisario de Luis.

4. ¿Teníais conocimiento de la existencia de nuestra Sociedad? –Resp. Vos lo sabéis. (Letra negrita nuestra.)

Nota de Allan Kardec – En efecto, el oficial en cuestión había realmente contribuido para conseguir la autorización, a fin de constituirnos en Sociedad. (Letra negrita nuestra.)

5. ¿Bajo qué punto de vista encarabais nuestra Sociedad cuando la ayudasteis en su formación? –Resp. Mis ideas aún no estaban enteramente establecidas, pero me inclinaba mucho a creer y, sin los acontecimientos que han sobrevenido, ciertamente yo habría ido a instruirme en vuestro Círculo. (Letra negrita nuestra.) 

6. Hay muchas y grandes personas notables que comparten las ideas espíritas, pero que no las confiesan en público; ¿sería deseable que esas personas influyentes en la opinión pública enarbolasen abiertamente esa bandera? –Resp. Paciencia; Dios lo quiere, y de esta vez la expresión es verdadera. 

7. ¿De qué clase influyente de la sociedad pensáis que el ejemplo deberá partir en primer lugar? –Resp. Primeramente, de algunas; después, de todas. 

8. Desde el punto de vista del estudio, ¿podríais decirnos si vuestras ideas son más lúcidas que las del zuavo que acaba de venir, a pesar de que ambos hayan fallecido casi en el mismo momento? –Resp. Mucho más; aquello que él ha podido deciros, atestiguando una cierta elevación de pensamientos, le ha sido soplado, porque él es bueno pero muy ignorante y un poco ligero. 

9. ¿Todavía os interesáis por el éxito de nuestro ejército? –Resp. Mucho más que nunca, porque ahora conozco su objetivo. 

10. Tened la bondad de definir vuestro pensamiento; el objetivo ha sido siempre abiertamente confesado, y en vuestra posición, sobre todo, ¿no debíais conocerlo? –Resp. ¿Conocéis el objetivo que se ha propuesto Dios? 

(Letra negrita nuestra.) 

Nota – Nadie ha de ignorar la gravedad y la profundidad de esta respuesta. Así, cuando encarnado, él conocía el objetivo de los hombres: como Espíritu, ve lo que hay de providencial en los acontecimientos. (Letra negrita nuestra.) 

11. ¿Qué pensáis de la guerra en general? –Resp. Mi opinión es que os deseo un progreso tan rápido, a fin de que la guerra se vuelva tan imposible como inútil. 

12. ¿Creéis que llegará el día en que la misma será imposible e inútil? –Resp. Sí, no tengo duda, y puedo deciros que ese momento no está tan lejos como pensáis, no obstante no pueda daros la esperanza de que vos mismo lo veréis. 

13. ¿Os habéis reconocido inmediatamente en el momento de vuestra muerte? –Resp. Me he reconocido casi en seguida, y esto gracias a las vagas nociones que yo tenía del Espiritismo. (Letra negrita nuestra.) 

14. ¿Podéis decirnos algo sobre M..., muerto también en la última batalla? –Resp. Él aún se encuentra enmarañado en la materia; siente mucha dificultad en desprenderse; sus pensamientos no se habían vuelto hacia este lado. 

Nota – De esta manera, el conocimiento del Espiritismo ayuda al desprendimiento del alma después de la muerte; esto abrevia la duración de la turbación que acompaña a la separación; y es comprensible: el Espíritu conocía anticipadamente el mundo en el cual se encuentra. 

15. ¿Habéis asistido a la entrada de nuestras tropas en Milán? –Resp. Sí, y con felicidad; me quedé encantado con la ovación que nuestro ejército recibió, primeramente por patriotismo, y después por causa del futuro que le aguarda. (Letra negrita nuestra.) 

16. Como Espíritu, ¿podéis ejercer alguna influencia en la estrategia militar? –Resp. ¿Creéis que esto no ha sido hecho desde el principio, y tenéis dificultad de adivinar por quién? (Letra negrita nuestra.) 

17. ¿Cómo se explica que los austríacos hayan abandonado tan prontamente una plaza de armas como Pavía? –Resp. Miedo. 

18. ¿Están entonces desmoralizados? –Resp. Completamente; además, si actuamos sobre los nuestros en un sentido, debéis pensar que una influencia de otra naturaleza actúa sobre ellos. 

Nota – Aquí la intervención de los Espíritus en los acontecimientos es indudable; ellos preparan los caminos para el cumplimiento de los designios de la Providencia. Los Antiguos habrían dicho que era la obra de los dioses; nosotros decimos que es la de los Espíritus por orden de Dios. 

19. ¿Podríais darnos vuestra opinión sobre el general Giulay, como militar, dejando a un lado todo sentimiento de nacionalidad? –Resp. ¡Pobre, pobre general! 

20. ¿Volveríais con placer si os llamásemos? –Resp. Estoy a vuestra disposición, e incluso prometo venir sin ser llamado; tened la certeza de que la simpatía que yo tenía por vos no hizo más que aumentar. Adiós. (Letra negrita nuestra.) 

EL GENERAL X 

Veamos ahora lo que el propio Codificador Allan Kardec nos habla en Obras Póstumas,(4) sobre la importantísima autorización legal para el funcionamiento y formación de la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas (SPEE): 

«(...) Entonces se hizo necesario obtener una autorización legal, para evitar problemas con las autoridades. El Sr. Dufaux, que conocía personalmente al Prefecto de Policía, se encargó de la petición. La autorización dependía también del Ministro del Interior, que en aquel entonces era el general X, quien –sin que lo supiéramos– simpatizaba con nuestras ideas, sin conocerlas completamente; gracias a su influencia, la autorización pudo ser conseguida en quince días, que de seguir el trámite usual hubiera llevado tres meses. (...)». (Letra negrita nuestra.)

Recordemos el contexto histórico, político y social francés de la segunda mitad del siglo XIX: una ley de la época, la ley de seguridad general, votada el 19 de febrero de 1858 y promulgada el 27/02/1858, prohibía reuniones con más de 20 personas sin la autorización de la policía imperial de Napoleón III, el cual había sufrido un atentado político por parte del revolucionario nacionalista italiano Félix Orsini, que casi lo mató el día 14 de enero de 1858. A raíz de esto, Orsini fue condenado a la pena de muerte, habiendo sido ejecutado en la guillotina el 13 de marzo de 1858, es decir, sólo veinte días antes (01/04/1858) de la fundación de la SPEE y exactamente un mes antes (13/04/1858) de haberse obtenido la necesaria autorización(5). Orsini había sido diputado en la Constituyente de Roma de 1849 que, al caer la República, se refugió en París. Según él, atentó contra Napoleón III por haber éste restablecido la autoridad del papa en los Estados Pontificios. Fue por este motivo que se endureció sobremanera el control policial sobre la reunión de más gente que la permitida en recinto cerrado. 

Este episodio provocó la sanción de la Ley de Seguridad General, que facultaba al Ministro del Interior a trasladar o desterrar a cualquier ciudadano francés que fuese reconocido culpable de conspirar contra la seguridad del Estado. 

Era una ley muy rigurosa, que sólo se derogó doce años después, en 1870. El estatuto social de la SPEE debía ser sometido a las autoridades bajo este severo régimen que, ante nuevas ideas, detendrían su atención sobre el objeto y nómina de los componentes. 

EL GENERAL CHARLES-MARIE-ESPRIT ESPINASSE 

Como acabamos de leer en Obras Póstumas, el general X era al mismo tiempo Ministro del Interior de Francia, cuyo elevado cargo ministerial llevaba a la época la denominación completa de Ministro del Interior y de Seguridad General. Nuestra investigación de la historia política francesa nos apunta que Napoleón III (1808-1873) nombró para dicho cargo a un general, oficialmente el día 7 de febrero de 1858.(6) La Historia registra que se trata del general Charles-Marie-Esprit Espinasse (Castelnaudary [Aude], Francia, 02/04/1815 – Magenta [Milán], hoy Italia, 04/06/1859), que ocupó dicho Ministerio hasta el día 14 de junio de 1858, siendo que tres días después de su dimisión fue nombrado senador por el régimen imperialista. El general Espinasse participó activamente de la Guerra de Italia (véase más abajo su contexto histórico) y murió en la batalla de Magenta. Años antes (1842) había sido nombrado caballero de la Legión de Honor. El 2 de diciembre de 1851 participó militarmente del golpe de Estado de Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón I (1769-1821). 

Citemos textualmente las palabras que el propio Kardec pone en el título y en el subtítulo de su artículo ya mencionado de la Revista Espírita:(2) «Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, fundada en París el 1º de abril de 1858, y autorizada por decreto del Sr. Prefecto de Policía, según el dictamen de Su Excelencia, el Sr. Ministro del Interior y de Seguridad General, en fecha del 13 de abril de 1858». Esta autorización legal se obtuvo –como vimos– en el período en que el general Espinasse estaba al frente del ministerio (del 07/02/1858 al 14/06/1858). 

Sabiamente, y con su prudencia habitual, Allan Kardec designa a dicho general con la letra X, por motivos obvios y porque además el estatuto de la Sociedad de París impedía que la actividad política partidaria hiciera parte de la misma, por ser una Sociedad de carácter apolítico. Hoy esta nueva información sobre la identificación nominal del general X tiene únicamente carácter de registro histórico, con el objetivo de que conozcamos las personalidades que contribuyeron y que hicieron parte de los anales del Espiritismo. 

En otro contexto, el propio Codificador se va a referir dos veces –ahora sí nominalmente– al general Espinasse, después de muerto en la batalla de Magenta: en la pregunta Nº 37 de la RE jul. 1859–III a +: Conversaciones familiares del Más Allá – Noticias de la guerra: el zuavo de Magenta (1ª conversación – Sociedad, 10 de junio de 1859), página 187, y también en la preg. 40 de la RE jul. 1859–III b +: Conversaciones familiares del Más Allá – Noticias de la guerra: el zuavo de Magenta (2ª conversación – Sociedad, 17 de junio de 1859), en la misma pág. 187. Asimismo, el Espíritu Espinasse parece ser el mismo (con excepción de la primera letra agregada: Lespinasse) que dicta una comunicación en el final del artículo de la RE may. 1862–II a: Conversaciones familiares del Más Allá – El capitán Nivrac, págs. 141-142, donde otra Nota de Allan Kardec informa el objetivo de registrar allí aquella comunicación, que trata de la benéfica influencia del Espiritismo en los soldados. 

Finalmente tengamos en cuenta, para comprender mejor, el contexto histórico, político y social de la Guerra de Italia, en la cual Francia participó activamente, y por ende el general X. Recordemos que en Obras Póstumas (2ª Parte – Acontecimientos, 7 de mayo de 1856, en casa del Sr. Roustan; médium: Srta. Japhet) hay una clara referencia a este grave conflicto, mensaje histórico en que los Espíritus ya predecían al Codificador que la primera chispa de la guerra partiría de Italia, conflagración que tomaría grandes proporciones y que abarcaría la Tierra. Y exactamente así sucedió, como los Espíritus anunciaron con anticipación de 3 años. 

CONTEXTO HISTÓRICO DE LA GUERRA DE ITALIA

El contexto de fondo de este artículo de la Revista Espírita es la Guerra de Italia (1859), que aún no había conseguido su independencia y su unidad como país (sólo en 1870-1871 se concretó finalmente su unificación). 

Varios estados italianos estaban bajo la hegemonía directa o indirecta de Austria, que con su ejército reprimía cualquier movimiento revolucionario desde 1820, y principalmente en el año clave de 1848. Víctor Manuel II (1820-1878), rey de Cerdeña en 1849 [y posteriormente rey de Italia, en 1861], designó ministro en 1850 a Camilo Benso, conde de Cavour (1810-1861), con quien trabajó por la unificación del reino de Italia, hasta la muerte de su célebre colaborador. Con el aval de Víctor Manuel II, el 21 de julio de 1858 el emperador francés Napoleón III convocó a Cavour a la estación veraniega de Plombières, en los Vosgos (entrevista de Plombières), para tratar sobre la futura Italia, conversaciones que dieron lugar a un tratado secreto franco-piamontés, que se firmaría el 26 de enero de 1859, en que Francia daba garantías a Piamonte para el caso de que sufriera una agresión austríaca. 

Estaba sellada la alianza entre Víctor Manuel II y Napoleón III contra Austria, cuyo emperador era Francisco José I (1830-1916). 

La acumulación de tropas piamontesas en la frontera con Lombardía provocó el ultimátum austríaco del 23 de abril de 1859, en el que se reclamaba el desarme de dichas tropas. La negativa de Piamonte a aceptar estas exigencias determinó el inicio de las hostilidades, pocos días después. Cavour rechaza el ultimátum y, el 27 de abril de 1859, el ejército austríaco cruza la frontera. El 3 de mayo de 1859 Francia declara la guerra a Austria. Napoleón III estaba al frente de su ejército, que contaba con más de 100.000 hombres. El peso de las operaciones correspondió a las tropas francesas, que derrotaron a las austríacas en Montebello (20 de mayo) y en Magenta (4 de junio), lo que permitió la entrada del ejército francés en Milán el 7 de junio de 1859. El emperador austríaco Francisco José I se puso al mando de sus tropas pero no pudo impedir la derrota (24 de junio) en las batallas de Solferino y San Martino, que costaron un elevadísimo número de bajas en todos los contendientes y no consiguieron aplacar el descontento de la opinión pública. El resto de Lombardía quedó en las manos aliadas, que amenazaron Venecia. Fue entonces, sin embargo, cuando Napoleón III dio un brusco giro y ofreció una tregua que el emperador Francisco José I se apresuró a aceptar. Ambos emperadores se reunieron el 11 de julio de 1859 en Villafranca, Verona, y firmaron un armisticio, por el que Austria entregaba Lombardía a Francia que la cedería, a su vez, a Piamonte. 

Los duques de Toscana y Módena fueron restablecidos, mientras que Austria retenía Venecia y afianzaba sus fortalezas con Mantua y Peschiera. Piamonte, que fue informado del acuerdo después de tomado, acogió con indignación la noticia, y Cavour, que no consiguió que Víctor Manuel II rechazara los términos del armisticio, se dimitió de la presidencia del Consejo de Ministros el día 12. Después del armisticio de Villafranca, sin contar con Piamonte, Francia y Austria firman la paz de Zürich (el 10 de noviembre de 1859), en la que sólo se permite la entrega de Lombardía a los piamonteses. Los nacionalistas italianos quedan resentidos por el abandono de su aliado francés, mientras que Napoleón III no consigue aplacar la oposición interna ni aumentar su prestigio internacional. La única ganancia cierta fue la adquisición de Niza y de Saboya, por cesión de Piamonte, el 24 de marzo de 1860 (Tratado de Turín). A pesar de esto, Víctor Manuel II, en febrero de 1861 quedaría consagrado rey de Italia, después de la anexión de Italia central, del reino de Nápoles y posteriormente del reino de las Dos Sicilias, con la ayuda del patriota Giuseppe Garibaldi (1807-1882), que estaba al frente de su tropa de voluntarios y que también contribuyó poderosamente para la unificación de Italia (ver tb. RE mar. 1861–II: La cabeza de Garibaldi, págs. 76-78). Víctor Manuel II, favorecido ahora por su alianza con Prusia, obtuvo de Austria, en 1866, la cesión de Venecia y, posteriormente, por la fuerza, se apoderó de Roma, donde fijó la capital del reino en 1870-1871. Estaba consolidada la unidad de Italia como país. 

Allan Kardec - Revista Espírita de febrero de 1859

Traducción de los originales franceses y  notas de Enrique Baldovino


                            *******************
     
   TODOS SOMOS                             MEDIUMS

“¿Ya te has comunicado con tu Espíritu Protector o Guía?” 
Sí; ya te has comunicado con tu Espíritu Protector o Guía. Desde que tuviste conciencia de vida. Lo que ocurre es que no te has enfocado en considerar como se comunica el Espíritu. Se comunica a través de la mente, del corazón y tu conciencia. Siempre has tenido esa comunicación. Pero debes educar tu Espíritu a través de la lectura de los Libros Codificados. Eres Médium y siempre lo has sido, pero no lo has reconocido, y es ahí donde la educación Espírita te ayuda. Ya eres fruta madura, por solo desear conocer a tu Espíritu Protector o Guía. 

En el Espiritismo, TODOS SOMOS MÉDIUMS, Capitulo X, Libro de Los Médiums… 
Libro de Los Médiums - Sobre los Médiums - X Todos los hombres son médiums, todos tienen un Espíritu que los orienta hacia el bien, en caso de que sepan escucharlo. Ahora bien, poco importa que algunos se comuniquen directamente con él a través de una Mediúmnidad especial, y que otros sólo lo escuchen a través de la voz del corazón y de la inteligencia, pues no deja de ser su Espíritu familiar quien los aconseja. Llamadlo espíritu, razón o inteligencia: en todos los casos es una voz que responde a vuestra alma y os dicta buenas palabras. Sin embargo, no siempre las comprendéis. No todos saben proceder de acuerdo con los consejos de la razón, no de esa razón que se arrastra y repta más de lo que camina, que se pierde en la maraña de los intereses materiales y groseros, sino de esa razón que eleva al hombre por encima de sí mismo y lo transporta a regiones desconocidas. Esa razón es la llama sagrada que inspira al artista y al poeta, el pensamiento divino que eleva al filósofo, el impulso que arrebata a los individuos y a los pueblos. Razón que el vulgo no puede comprender, pero que eleva al hombre y lo aproxima a Dios más que ninguna otra criatura; entendimiento que sabe conducirlo de lo conocido a lo desconocido, y le hace realizar las cosas más sublimes. Escuchad, pues, esa voz interior, ese genio bueno que os habla sin cesar, y llegaréis progresivamente a oír a vuestro ángel de la guarda, que desde lo alto del cielo os tiende la mano. Repito: la voz íntima que habla al corazón es la de los Espíritus buenos, y desde ese punto de vista todos los hombres son médiums. 
  - Frank Montañez -
                                             ************************

Cualquier vicio esclaviza y mata. 

No te vincules a los llamados 
“aperitivos 

 sociales”, que dan margen a lamentables 

 procesos de alcoholismo, ni adoptes la  

posición de fumador, por parecerte una postura 

distinta y de elegancia, pero que conduce a las 

esposas del tabaquismo asesino. 

Juego, sexo, gula, anecdotario 
servil, para 

citar solamente algunos, se inician en 

pequeñas dosis, para culminar en presión 

moral cuando no en penitenciaria común. 

Una vida saludable, se torna 
dichosa 

prolongada, a beneficio de aquel que así 

la preserva. 

Aporte de Jacob C.Sánchez 

                ***********



FACULDADES MORALES 


INTELECTUALES


 EstudIo coN base en El Libro de los Espíritus, Libro Segundo, qq. de 361 à 366.
Obra codificada por Allan Kardec
                                                    
Trabajo de : Elio Mollo


En el hombre sus cualidades morales, buenas o malas, son del Espíritu que está encarnado en él; cuanto más puro es ese Espíritu, más es propenso al bien el hombre. Resulta de ahí que el hombre de bien es la encarnación de un Espíritu que ya conquistó durante las otras encarnaciones, buenas cualidades y el hombre vicioso es la de un Espíritu aún imperfecto.

Los Espíritus burlones y livianos (algunos los llaman duendes) cuando están encarnados, normalmente son atolondrados, torpes y algunas veces maliciosos.

Los Espíritus no tienen pasiones extrañas a la humanidad; si así fuese, nosotros también las tendríamos.

El Espíritu que posee buenas cualidades morales y es inteligente, cuando encarnado, seguramente es lo mismo, en razón del grado a que haya llegado, pues el hombre no tiene en sí dos Espíritus.

Existen hombres inteligentes que parecen revelar que un Espíritu superior está encarnado en ellos, pero que al mismo tiempo son profundamente viciosos. Y que el Espíritu que encarna a cada uno de esos hombres, aun no es suficientemente puro, y el hombre cede a la influencia de otros Espíritus aún peores. El Espíritu progresa en una marcha ascendente insensible, pero el progreso no se realiza simultáneamente en todos los sentidos; en un periodo él puede avanzar en ciencia, y en otro en moralidad.
Como ya vimos, en un hombre está encarnado un único Epíritu, por tanto no se debe creer que existen dos o más Espíritus encarnados en un mismo hombre, eso es absurdo. El Espíritu debe tener todas las aptitudes. Para progresar necesita de una voluntad única. Si el hombre fuese un conjunto de Espíritus, esa voluntad no existiría y el no tendría individualidad, ppues a su muerte, todos esos Espíritus serían como un bando de pájaros escapando de la jaula. El hombre se queja muchas veces por no comprender algunas cosas, pero es curioso ver como él multiplica las dificultades cuando tiene en la mano una explicación muy simple y natural. Eso es tomar el efecto por la causa: hacer con el hombre lo que los paganos hacian con Dios. Ellos creían en tantos dioses como fenómenos había en el universo. Pero igualmente entre ellos, personas sensatas no veían en esos fenómenos nada más que efectos, teniendo por causa a un Dios único.

NOTA DE ALLAN KARDEC:   El mundo físico y el mundo moral nos ofrecen, al respecto, numerosos puntos de comparación. Se creyó en la multiplicidad de la materia, en cuanto el exámen se detenía en la apariencia de los fenómenos; hoy se comprende que esos fenómenos tan variados pueden no ser mas que modificaciones de una materia elemental y única. Las diversas faacultades son manifestaciones de una misma causa que es el alma, como los diferentes sonidos del órano son producto de una especie de aire y no de tantas clases de aire como de sonidos. De ese sistema resultaría que cuando un hombre pierde o adquiere ciertas aptitudes, ciertas tendencias, eso significaría que otros tantos Espíritus lo poseerían o dejarían, lo que lo volvería un ser múltiple, sin individualidad y consecuentemente sin responsabilidad. Esto, además, es contradicho por los tan numerosos ejemplos de manifestaciones en que los Espíritus prueban su personalidad y su identidad.
*

RESUMEN (SÍNTESIS DE  EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, B. Godoy Paiva)

Las cualidades morales, buenas  malas, del hombre, son las del Espíritu en él encarnado. Cuanto más puro es ese Espíritu, tanto más propenso al bien es el hombre. El hombe vicioso es la encarnación de un Espíritu imperfecto; por eso el caracter de los indivíduos en que encarnan Espíritus desajustados y livianos, no es raro que sea el de criaturas malvadas. El Espíritu siempre progresa en insensible marcha ascendente, pero el progreso no se efectúa simultáneamente en todos los sentidos. Durante un periodo de su existencia adelanta aen ciencia, y en otro en moralidad.
* * * * * * * *  * *


No hay comentarios:

Publicar un comentario