¿ Por qué desde el nacimiento se evidencian a veces tan profundas diferencias humanas , sociales y morales ?
Esto que hace parecer injusta a la Naturaleza o a Dios , no es algo que sucede por azar, y en el caso de niños psíquicamente atrasados tampoco se puede culpar a la mala suerte,ni al azar de la herencia genética, porque este hecho que suele aparecer como algo incomprensible y que hace que a Dios se le vea como un Ser injusto o descuidado, o incluso que no existe ningún Dios, sino solo la buena o mala suerte; pero sin embargo esta situación que implica a tantos seres humanos, tiene unas raíces de índole espiritual que se deben conocer.
No se trata de fallos de la Naturaleza, ni de
“desgracias” o mala suerte que a veces toca, sino que hay unas
causas de reajuste con la ley de Causa y Efecto en los Seres
implicados , y esto no supone que solo por el hecho de que
desconozcamos estas causas , esta clase de nacimientos sean producto
de la mala suerte o que no estén perfectamente planificados y
programados de antemano desde el mundo espiritual.
Tengamos en cuenta que la herencia genética que actúa
y determina los aspectos físicos y psíquicos del Ser humano, esta
subordinada a lo determinado por la Ley del Karma.
Los porqués de las vidas y existencias como disminuidos
o incapacitados, se pueden explicar cuando se llega a comprender que
esa vida como tales disminuidos desde el aspecto humano, es solo una
pequeña porción del larguísimo e infinito proceso de toda su vida
como Ser espiritual. Un niño que así sufre puede ser un Espíritu
encarnado en este mundo con el fin de expiar faltas cometidas en
anteriores existencias
Sin embargo es de señalar que en muchos casos los
sufrimientos que pueden causar al Ser las deficiencias psíquicas o
físicas no se deben a deudas con la ley de Causa y Efecto, sino que
antes de venir a este mundo son solicitadas y aceptadas
voluntariamente por el Ser reencarnante, a fin de poner a prueba y
grabar permanentemente como a fuego en lo más íntimo de su Ser,
ciertos valores se pueden adquirir viviendo en esta circunstancia
humana , cuando se ven obligados por sus limitaciones psíquicas y
físicas a tener que controlar y dominar su materia física
defectuosa, ayudando de paso a la evolución de sus padres y
familiares por medio de esta circunstancia , ya que por ese motivo
se verán obligados a volcarse y entregarse al máximo con sus
atenciones y desvelos, paciencia y Amor, hacia ese hijo que vino a
este mundo disminuido, de modo que esa circunstancia les lleva a
desarrollar nuevos valores morales. En efecto, hay Seres que tan
solo por eso se sacrifican de este modo por Amor hacia quienes les
van a cuidar en esa vida, ya que ellos no tienen la necesidad
personal de sufrir una existencia de esas características, y lo
hacen solamente para incentivar el progreso de sus Seres queridos
que dedicarán sus vidas a cuidarle y atenderle con Amor y
abnegación, desarrollando ampliamente estas capacidades.
Los que se denominan en nuestras sociedades como
“deficientes psíquicos”,bajo su apariencia de que no se percatan
de casi nada, son con frecuencia personas sensibles y emotivas, y
también por lo general muy sensitivas. Es como si la Naturaleza les
hubiese querido compensar así, en parte su falta de capacidad
psíquica y de consciencia para poder manifestar libremente toda la
inteligencia de su Espíritu y sus pensamientos mas profundos.
El
disminuido es un Ser muy necesitado de Amor y calor humano,
que valorará en toda su extensión cuando después de esa vida como
disminuido y una vez libre de las trabas de la materia, podrá
analizar y darse cuenta del alcance de la experiencia que ha vivido,
y del mucho Amor que recibió en comparación con otras vidas
anteriores, y agradecido por ello, se planteará el modo de compensar
a esos Seres queridos y continuar su propio progreso por la senda del
bien.
Por diversas razones relacionadas con sus necesidades
de evolución, muchas veces el espíritu se somete voluntariamente a
esas vidas humanamente difíciles en las que van ganando fuerzas y
valores espirituales, al tiempo que se van desprendiendo del lastre
de los errores cometidos en sus vidas anteriores que les impiden
el normal desarrollo de su evolución y felicidad,.
Sin duda , en estas vidas difíciles el Ser tiene la
oportunidad de progresar espiritualmente de una forma más acelerada,
siempre que en lo más íntimo las acepte como una prueba o
aprendizaje, y no se rebele contra ellas.
Estos Seres, antes de reencarnar como personas
deficientes, sienten el deseo de un rápido progreso espiritual,
porque saben que han perdido el tiempo que se les ha concedido en el
pasado, y como no confían mucho en sus propias fuerzas, finalmente
optan por solicitar esa vida difícil en una materia defectuosa que
le impida su plena manifestación como a cualquier otro Ser humano
“normal”, y así se encuentran finalmente condicionados para no
volver a reincidir en los mismos y a veces , poder superar viejos
errores del pasado cometidos en contra de la Ley del Amor. De este
modo, al tiempo que con el sufrimiento de su limitación humana van
compensando el reajuste debido con la ley de Causa y Efecto, también
a su vez limando y superando las tendencias negativas adquiridas en
su pasado , que les llevan a reincidir en los mismos errores que han
generado ese karma.
- Jose Luis Martín-
“Las personas que habitualmente se comportan de
manera egoísta en una vida, envejecen más pronto en la siguiente, y
se marchitan; conservar la juventud y la frescura por mucho tiempo,
es por el contrario, el resultado de una devota y amistosa vida
previa”
-
Rodolf Steiner -
*************
EL DESPERTADOR
Tomado de Hechos que Prueban - Amalia Domingo Soler
Decía Víctor Hugo que "los ojos no ven a Dios sino a través de las lágrimas", y es una gran verdad. En medio de la felicidad no se eleva el pensamiento ni poco ni mucho, se contenta el alma con lo que tiene ante sí, ya sea un horizonte sin límites o un pedacito de cielo al alcance de nuestros ojos. Dicen que nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena, esto es triste, pero es verdad. Esto da muy pobre idea de lo que somos los terrenales, pero ante los hechos hay que inclinar la cabeza y declararse vencido.
Leyendo "El Mundo Latino", me fijé en el suelto que copio a continuación:
Un corresponsal italiano da cuenta de una terrible tragedia en Castellamare en los siguientes términos: Pascual y Carolina Sarrubbo, jóvenes distinguidos y de opulenta posición se casaron ayer. Anoche, cuando los felices recién casados habíanse recogido en la alcoba nupcial, piso segundo del antiguo palacio de Mosca, se hundió el suelo de la habitación y entre los escombros cayeron los esposos al cuarto del piso bajo en que dormían una señora y dos niños. Estos resultaron heridos gravemente y Carolina quedó muerta en brazos de su marido ileso.
* * *
¡Qué noche de boda tan dolorosa!...
¿Qué harían ayer estos desventurados? Historia terrible debe tener un episodio tan conmovedor, por lo que me dice un Espíritu:
•Sí que la tienen, y para útil enseñanza copia la narración que yo te daré a grandes rasgos. Carolina y Pascual eran en su existencia anterior padre e hijo. Pascual era el padre y Carolina el hijo, pertenecían a la más alta nobleza, eran caballeros cubiertos delante del rey, y más tiempo pasaban en el palacio del monarca que en su casa señorial. Pascual era el noble más orgulloso de su época y cifraba en su único hijo, en su heredero, en su amado Carlos, las más risueñas y halagadoras esperanzas, teniendo la firme convicción que lo casaría con alguna infanta emparentada con el monarca reinante de su nación. Pero todo lo orgulloso que era Pascual, con sus escudos de nobleza y su árbol genealógico, sus castillos, sus privilegios y todas las grandezas de su preclara estirpe, tenía su hijo Carlos de sencillo, de humilde y de despreocupado, dado que odiaba las fiestas palatinas y gozaba únicamente tratando con su numerosa servidumbre, en particular con una jovencita que creció a su lado, hija de un guardabosques, con quien, desde niño, se encaramaba por los árboles para coger nidos y comer fruta verde; daba largos paseos por el monte y siempre se les veía juntos lo mismo en las mañanas de primavera que en las noches de invierno.
"Pascual no se había fijado en los dos adolescentes, sabiendo que su hijo necesitaba mucho aire y mucho sol para desarrollar su endeble organismo.
"Cumplió Carlos veinte años y su padre le llamó un día muy contento y le dijo:
-"Hijo mío: Dios ha escuchado mis ruegos, vas a formar parte de la familia real, una sobrina del rey se ha dignado fijar sus ojos en ti, y en cuanto el monarca lo disponga se celebrará el matrimonio con la infanta Elena.
-"Pero señor, dijo Carlos muy contrariado, ya sabe usted mis gustos, yo prefiero la vida del campo, yo en los palacios me ahogo, me falta aire para respirar y a la infanta Elena no la quiero, yo para casarme quiero amar a mi esposa y a Elena nunca la amaré, es muy orgullosa, muy imperativa y yo no quiero ser el juguete de una mujer, aunque ésta haya nacido en las gradas de un trono.
"Pascual se quedó asombrado de la contestación de su hijo y se hizo cargo enseguida que Carlos quería a otra mujer; pero ocultó sus sospechas y puso espías a su hijo, los cuales le dijeron a los pocos días que Carlos amaba a la humilde y sencilla Anita, la hija del guardabosques que se había criado con él desde pequeñita.
"Pascual al saber que su hijo amaba a una plebeya se enfureció, llamó a Carlos y le dijo:
-"Todo lo sé, la vida de Anita depende de ti, si tú accedes a mi demanda le daré una buena dote y la casaré con un hombre de su clase, y si tú te obstinas en tu loca pasión, la haré encerrar en un convento y a ti te enviaré muy lejos de aquí hasta que recobres la razón. Prefiero verte muerto a verte casado con una mujer indigna de ti.
"Carlos, cuya salud era delicadísima, se sintió herido de muerte ante el mandato de su padre, pero queriendo ante todo librar a Anita del encierro en un convento, se dio por vencido y le dijo a su padre: -Dotad a Anita con largueza y yo haré vuestra voluntad.
"El padre cumplió lo prometido, le dio a Anita una gran dote y Carlos, lastimado en lo más hondo de su corazón, mientras su padre le preparaba un palacio suntuoso, él se sentía desfallecer, y como deseaba morir, pocos días antes de efectuarse la boda entregaba su alma a Dios, llamando en sus últimos momentos a su idolatrada Anita, a la compañera de su niñez, la que al morir Carlos entró en un convento donde murió antes de profesar.
"Pascual le hizo a su hijo un entierro lujosísimo, y entre verlo muerto o casado con Anita, la humilde hija del pueblo, prefirió la muerte de su heredero antes que deshonrara sus blasones con un casamiento tan desigual. En Pascual estaba dormido el sentimiento y su hijo, al verse en el Espacio, puesto de acuerdo con su inolvidable Anita, se propuso volver a la Tierra eligiendo a su padre de ayer por el esposo de hoy; y ya que Pascual no supo llorar a su hijo, haría el ensayo de despertar su sentimiento en el momento de ser suya. Pascual no era malo, no era más que vanidoso y orgulloso y era preciso despertar su sentimiento, para cuya finalidad no hay despertador más potente que el dolor que sentimos por nuestros afectos más queridos.
"Pascual, al estrechar entre sus brazos el cadáver de su esposa, sintió lo que no había sentido jamás en sus anteriores existencias; se ha despertado violentamente su sentimiento y ha llorado con el más inmenso desconsuelo; el hombre que se alegró de la muerte de su hijo antes que verle unido a una plebeya. hoy llora con lágrimas de sangre la pérdida de la mujer amada; ha oído el despertador de todos los tiempos, ha oído la voz del infinito que le llama a juicio y de hoy en adelante no preferirá los pergaminos a las virtudes. En este triste episodio se ha despertado el sentimiento de un alma que dormía en medio de sus riquezas terrenales, y los niños que resultaron heridos habían sido espías de los amores de Carlos y Anita.
"Para todos hay su merecido, puesto que no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla.
"El despertar de un alma es un gran acontecimiento, porque de un Ser sensible se pueden esperar todas las buenas obras, mientras que de un Espíritu envanecido con sus riquezas no se puede obtener de él más que la nieve de su egoísmo y de su petulancia.
"Suene, pues, el despertador de los siglos, aunque las almas lloren al despertar, puesto que el hombre que no llora no ve a Dios; hay que llorar mucho para ver el arco iris que forman nuestras lágrimas y en ese arco iris es donde se ve a Dios.
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
"Adiós".
* * *
Tiene razón el Espíritu: el dolor es el gran despertador de la humanidad. Los Espíritus que duermen son árboles secos y para que retoñen hay que regarlos con el llanto del dolor.
Tomado de Hechos que Prueban - Amalia Domingo Soler
Decía Víctor Hugo que "los ojos no ven a Dios sino a través de las lágrimas", y es una gran verdad. En medio de la felicidad no se eleva el pensamiento ni poco ni mucho, se contenta el alma con lo que tiene ante sí, ya sea un horizonte sin límites o un pedacito de cielo al alcance de nuestros ojos. Dicen que nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que truena, esto es triste, pero es verdad. Esto da muy pobre idea de lo que somos los terrenales, pero ante los hechos hay que inclinar la cabeza y declararse vencido.
Leyendo "El Mundo Latino", me fijé en el suelto que copio a continuación:
Un corresponsal italiano da cuenta de una terrible tragedia en Castellamare en los siguientes términos: Pascual y Carolina Sarrubbo, jóvenes distinguidos y de opulenta posición se casaron ayer. Anoche, cuando los felices recién casados habíanse recogido en la alcoba nupcial, piso segundo del antiguo palacio de Mosca, se hundió el suelo de la habitación y entre los escombros cayeron los esposos al cuarto del piso bajo en que dormían una señora y dos niños. Estos resultaron heridos gravemente y Carolina quedó muerta en brazos de su marido ileso.
* * *
¡Qué noche de boda tan dolorosa!...
¿Qué harían ayer estos desventurados? Historia terrible debe tener un episodio tan conmovedor, por lo que me dice un Espíritu:
•Sí que la tienen, y para útil enseñanza copia la narración que yo te daré a grandes rasgos. Carolina y Pascual eran en su existencia anterior padre e hijo. Pascual era el padre y Carolina el hijo, pertenecían a la más alta nobleza, eran caballeros cubiertos delante del rey, y más tiempo pasaban en el palacio del monarca que en su casa señorial. Pascual era el noble más orgulloso de su época y cifraba en su único hijo, en su heredero, en su amado Carlos, las más risueñas y halagadoras esperanzas, teniendo la firme convicción que lo casaría con alguna infanta emparentada con el monarca reinante de su nación. Pero todo lo orgulloso que era Pascual, con sus escudos de nobleza y su árbol genealógico, sus castillos, sus privilegios y todas las grandezas de su preclara estirpe, tenía su hijo Carlos de sencillo, de humilde y de despreocupado, dado que odiaba las fiestas palatinas y gozaba únicamente tratando con su numerosa servidumbre, en particular con una jovencita que creció a su lado, hija de un guardabosques, con quien, desde niño, se encaramaba por los árboles para coger nidos y comer fruta verde; daba largos paseos por el monte y siempre se les veía juntos lo mismo en las mañanas de primavera que en las noches de invierno.
"Pascual no se había fijado en los dos adolescentes, sabiendo que su hijo necesitaba mucho aire y mucho sol para desarrollar su endeble organismo.
"Cumplió Carlos veinte años y su padre le llamó un día muy contento y le dijo:
-"Hijo mío: Dios ha escuchado mis ruegos, vas a formar parte de la familia real, una sobrina del rey se ha dignado fijar sus ojos en ti, y en cuanto el monarca lo disponga se celebrará el matrimonio con la infanta Elena.
-"Pero señor, dijo Carlos muy contrariado, ya sabe usted mis gustos, yo prefiero la vida del campo, yo en los palacios me ahogo, me falta aire para respirar y a la infanta Elena no la quiero, yo para casarme quiero amar a mi esposa y a Elena nunca la amaré, es muy orgullosa, muy imperativa y yo no quiero ser el juguete de una mujer, aunque ésta haya nacido en las gradas de un trono.
"Pascual se quedó asombrado de la contestación de su hijo y se hizo cargo enseguida que Carlos quería a otra mujer; pero ocultó sus sospechas y puso espías a su hijo, los cuales le dijeron a los pocos días que Carlos amaba a la humilde y sencilla Anita, la hija del guardabosques que se había criado con él desde pequeñita.
"Pascual al saber que su hijo amaba a una plebeya se enfureció, llamó a Carlos y le dijo:
-"Todo lo sé, la vida de Anita depende de ti, si tú accedes a mi demanda le daré una buena dote y la casaré con un hombre de su clase, y si tú te obstinas en tu loca pasión, la haré encerrar en un convento y a ti te enviaré muy lejos de aquí hasta que recobres la razón. Prefiero verte muerto a verte casado con una mujer indigna de ti.
"Carlos, cuya salud era delicadísima, se sintió herido de muerte ante el mandato de su padre, pero queriendo ante todo librar a Anita del encierro en un convento, se dio por vencido y le dijo a su padre: -Dotad a Anita con largueza y yo haré vuestra voluntad.
"El padre cumplió lo prometido, le dio a Anita una gran dote y Carlos, lastimado en lo más hondo de su corazón, mientras su padre le preparaba un palacio suntuoso, él se sentía desfallecer, y como deseaba morir, pocos días antes de efectuarse la boda entregaba su alma a Dios, llamando en sus últimos momentos a su idolatrada Anita, a la compañera de su niñez, la que al morir Carlos entró en un convento donde murió antes de profesar.
"Pascual le hizo a su hijo un entierro lujosísimo, y entre verlo muerto o casado con Anita, la humilde hija del pueblo, prefirió la muerte de su heredero antes que deshonrara sus blasones con un casamiento tan desigual. En Pascual estaba dormido el sentimiento y su hijo, al verse en el Espacio, puesto de acuerdo con su inolvidable Anita, se propuso volver a la Tierra eligiendo a su padre de ayer por el esposo de hoy; y ya que Pascual no supo llorar a su hijo, haría el ensayo de despertar su sentimiento en el momento de ser suya. Pascual no era malo, no era más que vanidoso y orgulloso y era preciso despertar su sentimiento, para cuya finalidad no hay despertador más potente que el dolor que sentimos por nuestros afectos más queridos.
"Pascual, al estrechar entre sus brazos el cadáver de su esposa, sintió lo que no había sentido jamás en sus anteriores existencias; se ha despertado violentamente su sentimiento y ha llorado con el más inmenso desconsuelo; el hombre que se alegró de la muerte de su hijo antes que verle unido a una plebeya. hoy llora con lágrimas de sangre la pérdida de la mujer amada; ha oído el despertador de todos los tiempos, ha oído la voz del infinito que le llama a juicio y de hoy en adelante no preferirá los pergaminos a las virtudes. En este triste episodio se ha despertado el sentimiento de un alma que dormía en medio de sus riquezas terrenales, y los niños que resultaron heridos habían sido espías de los amores de Carlos y Anita.
"Para todos hay su merecido, puesto que no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla.
"El despertar de un alma es un gran acontecimiento, porque de un Ser sensible se pueden esperar todas las buenas obras, mientras que de un Espíritu envanecido con sus riquezas no se puede obtener de él más que la nieve de su egoísmo y de su petulancia.
"Suene, pues, el despertador de los siglos, aunque las almas lloren al despertar, puesto que el hombre que no llora no ve a Dios; hay que llorar mucho para ver el arco iris que forman nuestras lágrimas y en ese arco iris es donde se ve a Dios.
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
"Adiós".
* * *
Tiene razón el Espíritu: el dolor es el gran despertador de la humanidad. Los Espíritus que duermen son árboles secos y para que retoñen hay que regarlos con el llanto del dolor.
- Amalia Domingo Soler-
***************
ENFRENTANDO LAS TENTACIONES
El crecimiento espiritual no cesa cuando el ser se entrega a la conquista de los relevantes valores del bien.
Muchas veces, los choques producidos por fenómenos antagónicos, cuando son debidamente conducidos, contribuyen al proceso de desarrollo y apresuran la manifestación de los recursos adormecidos.
Es por eso que muchos desafíos se expresan como invitaciones - tentaciones para los embates perversos y peligrosos.
Ante ellos, la serenidad desempeña un papel fundamental porque diluye sus impactos perniciosos, las celadas crueles.
Porque pululan al lado de los trabajadores los que se permiten la pereza; al lado de los idealistas los que viven y cultivan el pesimismo; junto a los buenos, aquellos otros que se complacen en la anarquia y en la inferioridad, se multiplican las trampas de la iniquidad y del vicio, con las que amenazan y buscan producir conflictos y desórdenes.
Sin embargo, teniendo en cuenta que sólo hay victoria real después de la lucha superada, las pruebas pierden su rigor ante los comportamientos firmes de aquellos que trabajan por la Verdad, que no cayeron en las trampas que les tendieron y que prosiguen impertérritos y felices.
__________________________________________
Perseguido, estuviste también a punto de agredir.
Acusado, sentiste el intenso deseo de replicar.
Incomprendido, quisiste reaccionar de la misma manera.
Abandonado, sentiste la amargura que te sugería la venganza inmediata.
Difamado, viste la oportunidad de embestir contra tus detractores y desmoralizarlos.
Enfermo, casi fuiste vencido por el desánimo.
Perturbado, padeciste el vinagre de la amargura.
Traicionado, percibiste que la solución podrían ser las acusaciones ácidas.
Golpeado por la indiferencia, querías responder con rencor.
Señalado por la ironía y el descrédito, por poco no sucumbiste, abatido.
Felizmente, las tentaciones no te dejaron empeorar el cuadro de las pruebas redentoras.
Sin embargo, nada acontece que no sea para bien cuando se sabe obtener buen provecho de la situación.
Nadie crece moral y espiritualmente sin la presencia mortificante de la tentación.
Las tentaciones son las piedras del camino, que crean obstáculos para impedir la circulación de los viajeros del progreso; son las espinas clavadas en las "carnes del corazón" que hieren a cada contracción muscular...
Constituyen también los estímulos para la victoria, para la transformación interior, para mejorar. Son el acicate que impele a avanzar a todo aquel que padece su incentivo.
Las tentaciones que conducen a la irritación, a la contienda, no son mayores que aquellas otras que suscitan las emociones profundas, y que se presentan como tormentos ocultos del sentimiento, del sexo, de los vicios, y de otras que la ambición desmedida susurra a los oidos del alma.
La vida sin tentaciones o exámenes de evaluación moral, perdería su colorido y sus motivaciones de crecimiento.
_________________________________________________________
Enfrenta las tentaciones con estoicismo, con el espíritu en paz. Te ayudan a vencer las limitaciones, el egoísmo, la jactancia, la presunción orgullosa...
Descúbrete frágil, como realmente lo eres, y adquiere con ellas las fuerzas para ser resistente contra el mal que aún existe en tí mismo.
Cada victoria en esta área constituirá una conquista para una tentativa más valiosa.
También Jesús, el Sabio por excelencia, fue tentado, y nos enseñó que si bien la tentación es un fenómeno humano, la resistencia contra el mal es una conquista divina.
Despierte y Sea Feliz
Juana de Angelis (Espíritu) - Divaldo P. Franco (Médium)
No hay comentarios:
Publicar un comentario