Darwin |
¿CREACIONISMO O EVOLUCIONISMO?
La cuestión del origen del hombre, es sin duda alguna, la más interesante, la de mayor importancia, de todas cuantas cautivan nuestra atención.
El hombre fue creado por la voluntad directa de un dios, en virtud de un milagro; o el hombre desciende de los animales que la han precedido, en la evolución de la naturaleza.
Estas son las únicas hipótesis posibles, no puede haber una tercera.
La primera implica el milagro y el origen sobrenatural, no sólo del hombre, sino también de todos los animales, de todas las plantas y todos los minerales. Todos los seres vivos debieron nacer adultos y ya en condiciones convenientes para poderse nutrir y reproducirse.
La segunda es el producto de la deducción científica. Todas las especies se han formado de un modo natural, derivando unas de otras.
¿Cuál es el medio para conocer la verdad?
1º) Tener el espíritu libre
2º) Observar lo que sucede en la naturaleza.
Examinemos, pues al hombre con la más completa independencia e imparcialidad.
Empecemos por su vida embrionaria. En el comienzo de su vida embrionaria, el
hombre es una simple célula. El ovario humano es esencialmente parecido al de los demás mamíferos.
Es imposible reconocer en el primer estado distinción alguna entre el embrión del hombre y algunos mamíferos, pájaros o reptiles. En las primeras semanas de su vida embrionaria, el hombre pasa sucesivamente, por las principales especies animales, que existen hoy en día.
El embrión de un niño en la cuarta semana, y los de un perro en la misma edad, de una tortuga de igual fecha o de un polluelo de cuatro días, se parecen hasta el punto de poderlos confundir.
La misma naturaleza responde la pregunta, con nuestra embriogenia actual. Pero cuando ya estamos enteramente formados, aún nos restan órganos rudimentarios o atrofiados que nos son totalmente inútiles y que no pueden ser sino un legado de nuestros antecesores.
En lo anterior se encuentran el vello que cubre nuestro cuerpo, los músculos de la oreja, con los cuales no logramos mover nada, mientras los animales si lo hacen. En el ángulo interno de nuestro ojo, hay un repliegue semilunar, que es el último vestigio del tercer párpado interno de algunos animales, como los pájaros, los reptiles, etc.
La cola de los monos la conservamos, aún durante dos meses, al principio de la vida embrionaria.
Todos estos órganos, son otras tantas pruebas, que establecen la verdad de la teoría de la descendencia, o transformación natural.
Si el hombre o cualquier otro ser hubiese sido hecho desde el principio, con un objeto determinado, si hubiesen sido llamados a la vida por un creador, la existencia de esos órganos no tendría ninguna razón de ser.
La teoría de la descendencia por el contrario, da con mucha sencillez la explicación, y nos enseña que los órganos rudimentarios, son partes del cuerpo que, con el transcurso de los siglos, han quedado fuera de servicio.
Y a pesar de que nuevas adaptaciones los han hecho inútiles, no por eso han dejado de trasmitirse, de generación en generación.
Todas las conclusiones confirmadas por la Geología y Paleontología, confirman que hay una progresión continua, de los organismos más sencillos a los más complicados.
Entre los diversos tipos de animales fósiles, se observa gradación sucesiva, como si alguna fuerza de organización se hubiera ingeniado para añadir, modificar y complicar incesantemente, llevando al infinito el número y variedad de las especies. Pero queda la huella del movimiento, y ¿no hereda acaso el niño, la facultad esencial del mono?
Camilo Flammarión |
Hay algunos hombres que prefieren ser descendientes de un Adán perfecto, que haberse elevado desde el simio progenitor. Es cuestión de gusto…
Camilo Flammarión
Extractado de su obra: “Noches de Luna”
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Ya que el Espiritismo no admite, en hipótesis alguna, la fe ciega, el fanatismo, el creer por creer, el aceptar con base en la influencia de los otros y la práctica religiosa sin racionalidad, le cumple al espirita serio orientar a las personas acerca de esa cuestión de hablar con los espíritus, hablar con personas que “ya murieron”, participar de una “sesión espirita”, de un “trabajo mediúmnico” que es una cosa que mucha gente tiene la curiosidad en saber.
Al principio, la persona no debe dejarse llevar por ciertas argumentaciones basadas en “la Biblia dice”, porque determinadas personas consejeras” religiosas, se refieren mucho a “la Biblia dice” sin analizar profundamente el mismo cuestionamiento en varios otros pasajes de la misma Biblia.
Por ejemplo: Dicen que Moisés prohibió la comunicación con los “muertos”. Todavía él mismo, que ya había muerto, apareció y se comunicó con Jesús, Pedro y Tiago, en el Tabor, para dejar bien claro que la historia fue mal contada o mal interpretada. Detalle: Jesús concordó, porque condujo la comunicación normalmente, con el testimonio de los apóstoles.
El Vaticano, recientemente, a través de larga entrevista del Cardenal Gino Cosseti, en el “Observatorio Romano”, órgano oficial de Santa Sede, afirmó categóricamente que existe, que es posible y que debe ser hecha la comunicación con los llamados “muertos”, siempre que sea hecha con responsabilidad, con motivos útiles, con seriedad y sin broma o mala intención.
Es exactamente eso lo que el Espiritismo enseña, hace más de 150 años.
A pesar de la seriedad con que la Doctrina Espirita presenta la cuestión recomendada a los practicantes del Espiritismo, infelizmente existe aun mucha gente en busca de fama a costa de ella, queriendo aparecer de cualquier manera, haciendo del Centro Espirita un verdadero picadero de circo.
Es ahí cuando usted en algunos centros, rotulados con el nombre de “espirita”, médiums fingiendo, golpeando en las mesas, sacudiendo a las personas, dando empujones en los brazos de los frecuentadores, cerca de aquí, cerca de allí, gesticula, habla alto, sacude la cabeza, respira fuerte y hace una gran cantidad de gestos.
¿El Espiritismo es eso?
¡No! ¡Eso es payasadas!¡Exhibicionismo! es la necesidad de ser el centro de las atenciones para los frecuentadores de la casa.
Cuando el centro “espirita” coloca un montón de gente para participar del trabajo mediúmnico, inclusive a personas que van a la casa por primera vez, la mayoría por curiosidad y abriendo ese trabajo para el público; con todo respeto a los dirigentes de los centros que practican eso, la verdad es que están cometiendo un acto de mucha irresponsabilidad, desconsideración al frecuentador y de poco respeto para con la Doctrina Espirita.
En determinados “centros” ,cuando el frecuentador tiene dinero, es alguien de cierto destaque en la sociedad, todas las atenciones son volcadas para esa persona, que es invitada a participar de la sesión o a sentar en tal mesa que muchas casas adoptan ,siempre forradas con toallas blancas(no se porque insisten en tener que ser blancas).
Ahí aparecen un montón de “espíritus” con mensajes para el “ilustre” visitante.
Es bueno resaltar que ese psiquismo existe también en todo cuanto es religión, principalmente en aquellas que adoran los signos de dinero.
Repito que el Centro Espirita no puede ser presentado como si fuese un picadero de circo.
El centro Espirita no es un lugar para curiosos. El acepta, si, la visita de personas que desean observar, comprobar, preguntar y cuestionar, sin problema alguno, desde que lo hagan con seriedad y responsabilidad, jamás con libertinaje.
Para participar de un trabajo mediúmnico, la persona debe estar, indispensablemente, orientada sobre lo que es el Espiritismo, cual su razón, sus objetivos, sus propuestas, como son sus postulados, como viven los espíritus, como se procesa una comunicación de un desencarnado con un encarnado, etc.
Esas cosas solo pueden ser conocidas con la lectura de las obras básicas del Espiritismo, comenzando por “El Libro de los Espíritus” seguido del “Libro de los Mediums”.
Quiero esclarecer que son libros de más de 400 páginas, cada uno. Si a usted no le gusta leer, no está dispuesto a leer, le da pereza leer, es mejor que se olvide de participar en una “sesión espirita”.
Si a alguien le gusta conducir, pero no desea aprender hacerlo, al conducir un vehículo correrá un serio riesgo de sufrir un accidente y hasta incluso de matar o herir a los otros.
Al contactar con el espíritu en el Centro, en primer lugar es bueno verificar si es un espíritu desencarnado el que se está comunicando o si es el médium que está mistificando o practicando el animismo. Eso solo podrá saberlo, estudiando los libros propuestos. Identificar espíritus y sus intenciones es demasiado fácil. Solo aquellos que no tienen cualificación racional y son poseedores de una inteligencia mediocre, son capaces de decir que todos los espíritus son demonios o que todos son buenos orientadores.
Espíritu verdaderamente bueno y honesto jamás se enfadará si usted le pregunta, duda o rechaza determinadas orientaciones y conversa naturalmente con él, como si fuese con otra persona cualquiera.
Si comienza a irritarse, puede tener la certeza de que se trata de una mistificación, desequilibrio del médium e incluso una farsa.
En fin, El espiritismo es serio, ético, sensible, racional y de mucha responsabilidad.
El Blog de los Espíritas
Por Alamar Régis Carvalho
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FELICES E INFELICES
El concepto espirita de la felicidad no siempre coloca a los felices donde el mundo los coloca.
Hay personas que necesitan demasiado confort, con la preocupación de ser felices, y acaban infelices, dominadas por el aburrimiento.
Aparecen criaturas, pleiteando destaque y, creyéndose dichosas por obtenerlo, se confiesan desafortunadas después, cuando se reconocen inhabilitadas para los encargos que recibieron.
Hay felices en las mesas laudas, comprando enfermedades con los exceso a los que se aficionan e infelices, en la carencia material, atesorando valores imperecibles, en el provecho de las lecciones que el mundo les reservo.
En todos los lugares, los contrates aparentemente chocantes… Situaciones risueñas muchas veces, generan suplicios por venir, por no saber quien las posee, emplear con criterio la felicidad que les fue prestada. Aquí y en el más allá, surgen, sin cuenta, los felices-infelices por los engaños a que se arrojan y los infelices-felices, en las pruebas en que se elevan.
Sócrates, considerado infeliz, es el padre de la filosofía.
Anytos, imaginado feliz, aun hoy, en el concepto del mundo, es el verdugo.
Jesús, supuesto infeliz, es el renovador del mundo.
Barrabás, juzgado infeliz, ahora, en la memoria de los hombres, es el malhechor.
Apliquemos el entendimiento espirita a los conocimiento cotidianos y verificaremos que los infelices no están cualificados por la riqueza o la pobreza que muestran por las apariencias externas. Son y serán siempre aquellos que, en cualquier circunstancia, edifican la felicidad o la infelicidad articuladas por alguien, en los caminos ajenos, y que se vuelven, matemáticamente, para quien los formó.
Por el Espíritu Emmanuel – Del libro: Opinión Espirita, Médium: Francisco Cándido Xavier y Waldo Vieira.
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