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lunes, 1 de septiembre de 2014

Paralelismo fisiológico entre mente y pensamiento

CEREBRO Y PENSAMIENTO

PARALELISMO FISIOLÓGICO
Ernesto Bozzano

La Teoría del “Paralelismo Psicofisiológico”, es el gran obstáculo para que la Ciencia Oficial, admita la interpretación espiritualista de los fenómenos mediúmnicos.
Esto se debe a que la Teoría está enmarcada entre los límites funcionales, de las relaciones que existen entre el cerebro y los estados de conciencia.
Esta teoría no prejuzga el origen de la actividad física, solo comprueba la relación entre los fenómenos psíquicos y las funciones morfológicas del cerebro.
Ella se opone a la “Teoría Materialista”; según la cual, el cerebro es una glándula que segrega el pensamiento y también al “Idealismo Puro”, la cual sostiene que  la actividad psíquica y las funciones morfológicas del cerebro, no tienen ninguna relación; esto haría a este último, un órgano inútil.
Las funciones morfológicas del cerebro son dos: 
1)               Traducir las innumerables vibraciones físicas del mundo exterior, que recibe el cerebro por medio de los sentidos y transmitirla al Espíritu. En otras palabras, hacer entendible aquellas sensaciones físicas que reciben nuestros sentidos y las cuales no puede hacerlo nuestro  Espíritu.
2)               Una vez llegadas estas señales al Espíritu, en él se origina un estado de consciencia y genera unas imágenes psíquicas, que son enviadas a los “Centros de Inervación Eferente”;(transmisores nerviosos, hacia órganos determinados, a fin  de que actúen según el caso.  
Esto demuestra una relación entre actividades opuestas; morfológicas y Psíquicas, pero no relaciones antagónicas, sino de correspondencia paralela.
Un ejemplo práctico que nos ayudaría a comprender lo anterior, sería el imaginarnos, que transitando por la calle, nos aparece un perro bravo, que nos ladra en forma agresiva y pretende mordernos.
Las imágenes del perro ladrándonos con odio y el sonido de los ladridos, son enviados por nuestros oídos y nuestros ojos, al cerebro.
Este, envía esas vibraciones al Espíritu, quien al comprender la situación, crea un estado de conciencia, originando imágenes  psíquicas.
Estas imágenes, son enviadas por transmisores
 nerviosos y recogidos por los órganos 
correspondientes, a los cuales les tocaría actuar 
según la situación, ya sea para responder o ponerse 
a salvo.
 Todo esto es admisible si se acepta, un alma independiente del cuerpo,
 pero no, si se pretende que el pensamiento es una función del cerebro.
El Dr. Geley, en su obra “Del Inconciente al Consciente”, nos cuenta:
El joven Luis B., hoy jardinero cerca de Paris, había sufrido una ablación (extirpación), de una parte considerable de su hemisferio cerebral izquierdo y a pesar de ello, continúo intelectualmente normal, no obstante la privación de circunvoluciones, consideradas como asiento de funciones esenciales.
Le Clement de Saint-Marcq, ex coronel del ejército Belga, cuenta el siguiente caso:
Se trata de un suboficial de la guarnición de Amberes, que desde hacía dos años, sufría de severos dolores de cabeza, que sin embargo le permitían cumplir con su cargo.
Murió repentinamente, y en el hospital se le practicó la necropsia.
Al abrir su cráneo, solo se encontró una papilla (masa) de pus, no existía ni una sola célula cerebral.
Como la transformación de las células cerebrales en pus, llevó cierto tiempo en realizarse, se deduce que e suboficial pudo durante un tiempo largo, cumplir con todas las obligaciones  que su servicio le obligaba.
Esto prueba que el pensamiento, no está ligado al órgano cerebral.
Con los casos anteriores, queda demostrado que en circunstancias excepcionales, la inteligencia puede sobrevivir intacta, a la destrucción del cerebro,  lo cual lleva a demostrar la existencia de un cerebro “etéreo”, inmanente en el  cerebro físico, y por consiguiente la existencia de un cerebro “etéreo”, inmanente a un cuerpo somático.
Si aceptamos la existencia de un cerebro “etéreo”, asiento de la conciencia, podemos lograr la explicación de en ciertas circunstancias de sintonización entre el Cerebro y el Espíritu, y que éste pueda prescindir total o parcialmente, de su órgano de relación terrestre

Esto logra explicar los fenómenos de bilocación en el sueño, el desdoblamiento fluídico, sonambulismo, etc.  
También se relaciona con la memoria cerebral, la cual es pequeña comparada a la memoria consciente. Esta aparece como vasta y profunda, en los estados subconscientes, indiferente a toda contingencia cerebral.
Todo lo anterior demuestra una correlación, entre las actividades morfológicas y psíquicas, opuestas entre si, que llevan a registrar las sensaciones físicas que llegan por vía de los sentidos, transformándolas en vibraciones psíquicas, perceptibles para el Espíritu, quien a su vez las trasmite a la periferia en forma de acciones apropiadas.
Por lo tanto, para el Espiritismo, la teoría del “Paralelismo Psicofisiológico”, es cierta; solo que hay que modificar  interpretación, con la nueva Psicología.
 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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SER ESPIRITA ES ERIGIR LA PAZ  EDIFICANTE, ORGANIZANDO EL ESCENARIO DE LA NUEVA ERA

El mundo pasa por decisivo momento de transición, de sufrimiento  y de inquietudes, afectándonos a todos. Infelizmente las vistas previas flagelantes forman parte de pensamientos apocalípticos. Algunos cofrades fuerzan argumentos  ante los fenómenos calamitosos, como si estuviesen en el último instante  de la vida planetaria.  Se evoca con énfasis el  infame calendario Maia. Sin embargo, importa  decir que “desde hace muchos siglos las humanidades prosiguen de manera uniforme  su marcha  ascendente a través del espacio y del tiempo.”(1)

Es inquietante el surgimiento de facciones, sectas y cultos que se multiplican en todo el mundo presagiando flagelos, bajo el impacto de neurótica inquietud de una “nueva era”. Más allá de eso,  el argumento del fin de los tiempos es una peculiaridad de algunos médiums distraídos, que propagan catástrofes naturales como si fuesen la ira de Dios.
Hay en esas ocasiones personas maniáticas que abandonan el empleo, familia, a la espera del “gran final” y algunos crean sectas adversas. Solo en Francia “hay cerca de 200 sectas, con 300 mil adeptos”. En Japón, bullicioso “gurús” auguran el final del mundo (2). ¡En los Estados Unidos, asómbrense!  55 millones de americanos creen que falta poco para “acabarse el mundo”.

En esas cruciales ocasiones de transición planetaria, notamos que el advenimiento  del mundo de regeneración no se dará  ni se finalizará en precario periodo. Es aventurero datar, precisar, fijar una estación en la que tal proceso será complementado. No se puede olvidar que “los disturbios parciales del globo ocurren en todas las épocas, y se producen aun, porque se ligan a su constitución, más eso no son las señales de los tiempos.”(3)

Es innegable que atravesamos un pique elevado de duras pruebas. De 2007 hasta el 2011 ocurrieron conmociones colosales  en la costra terrestre. Fueron terremotos, tornados, olas gigantes en Asia (tsunamis), los fenómenos La niña y El niño, ciclones extra tropicales,  registro de tormentas, inundaciones (nunca se vio tanta lluvia), calentamiento global, frio descomunal.”El hambre y otras tragedias que ya alcanzan  a un billón y doscientos millones de personas en todo el planeta” (4) La exploración de la energía nuclear aun no es asunto de total control humano. La desforestación  insana, la contaminación del aire, el vigor de la expansión del tráfico y consumo de drogas, la banalización  del comportamiento sexual, estimulado por revistas, periódicos, la televisión, cine, teatro, videocasete, TV por cable, el computador etc., que escapan a la racionalidad del hombre.
Hay, igualmente, en ese contexto, un preocupante vaticinio sobre la drástica reducción de la reserva de agua potable, para de aquí a cuatro décadas en la Tierra. Acerca de eso, sabemos que algunas potencias económicas quieren internacionalizar el Amazonas, por una simple razón: cerca de 35% de precipitación  de lluvia en el Planeta ocurre en aquella área, llevando a la región a poseer la mayor reserva hídrica terrestre. A propósito, sabemos  que muchos especialistas proveen conflictos mundiales, teniendo como causa la corrida por la posesión  y control del líquido vital.

Paradójicamente predicamos  la paz, produciendo los cañones asesinos; codiciamos resolver los problemas sociales, activando la edificación de los presidios y burdeles. “Ese progreso es el de la razón sin la fe, donde los hombres se pierden en lucha  sin gloria y sin fin”. (5) La actual situación de violencia, maldad, injusticia, opresión de los poderosos sobre los débiles, ciertamente tendrá que ceder lugar a una nueva era de paz, harmonía, fraternidad y solidaridad.

“Época de luchas amargas,  desde los primeros años del siglo XX, la guerra se  anido con carácter permanente en casi todas las regiones del planeta. La Liga de las Naciones, el Tratado de Versalles, también como los pactos de seguridad de la paz, no ha sido sino fenómenos de la propia guerra, que solamente terminaran  con el apogeo de esas luchas fratricidas, en el proceso de selección final de las expresiones espirituales de la vida terrestre.” (6) El siglo recientemente finalizado fue, sin duda, el siglo más sangriento de todos. Después de la Segunda Guerra Mundial, ya acontecieron 160 conflictos bélicos y 40 millones de muertos. Si contabilizamos desde 1914, estos números suben para 401 guerras y 187 millones de muertos, aproximadamente.

Es notoria la eficacia avasallante del avance científico. Los ensayos de la genética, de los clonajes, de las células tronco, de la cibernética, de las conquistas espaciales, del imperio de los rayos  láser, de las fibras ópticas, de los superconductores, de los microchips, de la nanotecnología. Nunca tuvimos tanta capacidad de proporcionar bienestar, educación y alimento a todos, aunque nunca tuvimos tanto desabrigados, hambrientos y, principalmente, carentes de educación. Amargamos  los contrastes de la hegemonía tecnológica, al mismo tiempo en estar abatidos ante la falta de comida, de la dengue hemorrágica, de la fiebre amarilla, de la tuberculosis, de la AIDS, y de todos los tipos de entorpecimientos.

Los Benefactores recuerdan que el “ocaso no demora y, bajo la proyección de sus sombras espesas, no nos olvidamos de Jesús, cuya misericordia sin fin, constituirá el fulgor inmortal de la aurora futura, hecha de paz, de fraternidad y de redención.” (7) <para amenizar la “noche  que no tarda” recordemos lo que El Maestro enseño: “Entonces,  preguntarle a los justos: Señor, cuando fue que te vimos con hambre y te dimos de comer, o con sed y te dimos de beber? – Cuando fue que te vimos sin techo y te hospedamos; o desnudo y te vestimos? – Y cuando fue que te vimos enfermos o preso y fuimos a visitarte? – El Reí les respondió: En verdad os digo, todas las veces que hicisteis  eso con uno de estos pequeñitos hermanos míos, fue a mí a quien lo hicisteis.” (8)

En las próximas reencarnaciones, si aun quisiéramos encontrar aquí estoques razonables de agua potable, aire puro, tierra fértil, menos  basura  y un clima estable, precisaremos actuar inmediatamente, sin pérdida de tiempo.  a pesar de los pesares no faltan las voces optimistas que pregonan  un provenir  renovado bajo la luz de una nueva era. ¡Es verdad! Paralelamente a todo ese caos, jamás se asistió en todos los tiempos, tantas personas buenas y pacificas, se movilizaron en pro de programas asistenciales a los hermanos afortunados, trabajando voluntariamente por un mundo mejor y más justo y con total desprendimiento  y espíritu cristiano.

Para descontentamiento de los precursores del “cuanto peor, mejor!” Felizmente, todo se está transformando  a pasos acelerados actualmente, trayendo más confort y mejor calidad de vida al habitante de la Tierra. El dolor físico está, relativamente,  bajo control; la longevidad ampliada; la automoción de la vida material está cada vez mayor, cara a la tecnología fascinante, especialmente en el área de comunicación e informática.

El Maestro advirtió: “Os tengo dicho esto para que en mi tengáis paz: en el mundo, tendréis aflicciones, más tened buen ánimo, yo vencí al mundo.” (9) Creemos que ser espirita es constituirse en un núcleo de acción edificante, a través del cual principia la Nueva Era. “Se habla en el mundo de hoy, como si el mundo estuviese reducido a la casa en ruinas. El espirita es llamado a la función de la viga robusta, susceptible de mostrar que no todo se perdió. Hay quien diga que la Humanidad yace en proceso de desagregación. El espirita es invitado a guardarse por célula sana, capaz de abrir camino a la recuperación del organismo social. El espirita, donde surja la destrucción, se convierte en apelo al rehacimiento; donde estuviera la indisciplina, se hace pilar del orden y, donde labre el pesimismo, se yergue, de inmediato, por mensaje de esperanza.” (10)
Cara a lo expuesto, por más difícil que sea el proceso de selección final de los valores morales de la sociedad, no podemos olvidar jamás que Jesús es el Señor de la Vida. Sus mandamientos no pasaran y jamás pasaron. En esa esperanza, comprendamos que en Sus manos se asientan los destinos de la Tierra.

Jorge Hessen
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VERDAD Y VALENTÍA
Monseñor
Enrique María Dubuc


El Espiritismo no es una superchería, ni una brujería, y tampoco un pacto diabólico, ya que el diablo no existe como lo entiende la masa católica.
El Espiritismo genuino es una ciencia una doctrina y una filosofía, que enseña fundamentalmente sobre la existencia de un Dios infinitamente bueno, la inmortalidad del alma o del espíritu, el amor al prójimo como hermano, la necesidad de santidad en la vida, con ausencia absoluta del egoísmo, del odio, de la envidia, de la calumnia y maledicencia, de la desconfianza en Dios, y de toda mala voluntad en contra del prójimo.
El Espiritismo no consiste únicamente en la comunicación con los muertos del más allá. La comunicación con estos muertos, que están más vivos que nosotros, los terrenales, es la ínfima expresión del verdadero Espiritismo. El error de los espiritistas modernos consiste en reducir el Espiritismo a estas manifestaciones del más allá y descuidar de la Doctrina espirita que es esencialmente cristiana y filosófica. De ahí nacen las supercherías y el natural menosprecio de parte de la gente seria.
Sin embargo, cuando todos hayan penetrado a fondo en el Espiritismo, cuando se convenzan, con el estudio serio y profundo que se trata de una ciencia muy espiritual, que no es una religión, ni una secta, sino una doctrina elevadísima , que cuida de todas las disciplinas del espíritu; que enseña el hombre a ser auténticamente bueno, porque no sabe engañar, ni desear mal a los demás, ni mentir, ni envidiar, ni maldecir, ni ser egoísta o injusto, avaro o inconforme con su suerte; que enseña a todos a amar sinceramente a Dios y confiar en Él, a amar al prójimo como hermano (porque todos somos hijos de un mismo Padre), a ser humildes y mansos de corazón como lo enseñó Jesús; a aceptar con resignación el inevitable dolor humano y explicarlo de forma razonable; a responder al Mal con la abundancia del Bien; en fin, a cumplir fielmente el Decálogo y actualizar las sublimes enseñanzas del Gran Maestro Jesús.
Cuando las personas de criterio se hayan convencido de estas realidades espirituales, todos, entonces, verán al Espiritismo como una Doctrina plena de Verdad y Amor, infinitamente consoladora y de gran seguridad y esperanza para toda la Humanidad."
Transcrito de la revista "PERSEVERANCIA" Abril/Junio-2000.

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

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