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viernes, 29 de octubre de 2010

El espírita y el mundo actual


LA Tierra esta pasando por un periodo critico de crecimiento. Nuestro pequeño
 mundo, cerrado en concepciones mezquinas y obtusas y estrechos limites,
madura para el infinito. Sus fronteras se abren en todas direcciones. Estamos en
 vísperas de una Nueva Tierra y un Nuevo Cielo, según expresiones del
Apocalipsis. El Espiritismo vino para ayudar la Tierra en esa transición.

La ley del Progreso se cumple de forma inexorable. Todos avanzamos
 hacia la Gran Luz de donde se deriva todo el conocimiento.

La Doctrina Espirita no es dogmática, no se les puede exigir
 a sus adeptos que se sometan a sus directrices bajo
penalidades de cualquier naturaleza. Por esta razón, el aprendizaje de sus
postulados es su correspondiente vivencia se da paulatinamente. La conquista
 de la conciencia espirita ocurre cuando el individuo se encuentra
esclarecido con respecto de las responsabilidades que le caben.

Los Espiritas sinceros se han dedicado con ahínco a la Doctrina, buscando
ecuacionar las dificultades que surgen en las diferentes arreas de acción
 humana. Programas didácticos bien elaborados, cursos de divulgación y trabajos
de fácil aplicación se multiplican bajo cuidados especiales. Es necesario
que se mantengan la constancia en el trabajo, el estudio sistematizado de la
Doctrina, la tolerancia que no es convente con el error, empero
comprende las dificultades naturales que ocurren, para un correcto
crecimiento del movimiento y la vivencia de cada espirita de forma coherente con
 lo que enseña el espiritismo.

Tolerar, no significa concordar, avenirse. Es una actitud de respeto por lo que
piensan o de cómo se comportan los otros, manteniendo sin embargo, las
propias convicciones y la conducta recta.

El Espiritismo tiene como máxima lapidaria “Fuera de la caridad no hay salvación”
que se fundamenta en el pensamiento y ejemplificación de Jesús, cuando estuvo entre nosotros. De esta forma, losa postulados que se derivan de Sus enseñanzas y que
 fueron muy bien estudiados por Allan Kardec, son las directrices de seguridad
que no pueden ser desconsideradas.

Todos tenemos él deber de auxiliar a nuestro prójimo desfalleciente o
torturado, no obstante somos convidados a ejemplificar la conducta recta,
enseñándolo a comportarse de forma salubre en nuestras Casas dedicadas al
estudio y a la practica del Espiritismo.

La divinidad propicia al individuo los medios necesarios para su desarrollo,
cambiándole la aplicación de los mismos. Allan Kardec inicio la actividad de la investigación científica del Espíritu, dando surgimiento a la Doctrina que, en uno
de sus aspectos es eminentemente científica. Fue él, el científico, que, al
constatar la inmortalidad del alma, demostró la posibilidad de que la Ciencia
académica, oportunamente, realice una labor equivalente, todos esos diferentes
 pasos y procesos de conquista estaban previstos por el Pensamiento Divino, y se tornaron realidad.

El Espiritismo no se puede presentar como una Doctrina que debe ser estudiada
 en las Universidades, para formar parte del curso pedagógico. Seria repetir él
equivoco experimentado por otras doctrinas que, en el pasado, intentaron
 imponer sus postulados, terminando por el delirio de la intolerancia y del fanatismo.

El Espiritismo es una ciencia que debe ser estudiada en la Entidad Espirita,
 donde se encuentran presentes los instrumentos de comparación de
valores que demuestran la excelencia de sus postulados.

Examinado profundamente, se le abren las bellas facetas filosófica y religiosa,
facilitando a cada cual insculpir en su intimo las lecciones sorbidas y
transformándolo para mejor, de forma que la sociedad experimente su renovación
 moral.

Las experiencias mediumnizas pueden ser realizadas en cualquier lugar
 donde predominen los valores nobles de la investigación y del análisis, tal como
ocurrió en el pasado y aun sucede en el presente.

Bajo este aspecto, el medio universitario está preparado para recibir las
informaciones del Espiritismo.

El Espiritismo podrá y deberá ser estudiado en las Universidades como parte
 de los programas transversales, que tienen como objetivo complementar los
cursos, aumentando capacidad de discernimiento de los alumnos y
abriéndoles más amplios espacios culturales para el entendimiento de la vida y
 de sus finalidades.

La desencarnación no ofrece sabiduría a ningún espíritu.

Cada cual atraviesa la aduana de la muerte conduciendo los recursos y valores que le son propios. No obstante, al despertar después de la sepultura, todos somos
 invitados al estudio y a la realización interior por medio del trabajo edificante.

Las entidades Venerables que celan por el progreso de la humanidad en nombre
de Dios, solamente exponen lo que al hombre le conviene saber, de manera
que las informaciones no operen su capacidad de absorción impulsándolo hacia experiencias inoportunas y esclarecimientos que no pueden ser utilizados. De ese modo, el progreso obedece a una planificación superior, que va ocurriendo en la
medida del desarrollo de las propias criaturas. Y a su vez, los Espíritus
prosiguen aprendiendo y desarrollando su capacidad de inteligencia y de
crecimiento moral, sin la premura perturbadora ni la ansiedad de penetrar en las
 fuentes de ya sabidurías extemporadamente.dios crea el psiquismo antes de la
monada, que ya es una forma primitiva de energía en proceso de
materialización. Ese Psiquismo duerme en el mineral, sueña en el vegetal,
siente en el animal y adquiere la función de pensar en el hombre, prosiguiendo en el rumbo de la Trascendencia Divina. El psiquismo se desarrolla lentamente,
pasando por diferentes procesos de adaptación y de entumecimiento, a
 fin de desdoblarse y permitir que surja de las propias entrañas el ser Espiritual,
que sea su destino.
La Divinidad estableció Leyes de orden y equilibrio que mantienen la armonía
Cósmica, en todo su esplendor, en todas partes.

Los Mentores de cada orbe se responsabilizan por el cumplimiento de las referidas
Leyes, a través de las revelaciones que son dirigidas a todas las
conciencias, despertándolas para la verdad.

En el caso especifico de la Tierra, Jesús siempre envió a sus Mensajeros,
culminando con su venida personal. Hasta hoy continúa enviando
Misioneros del conocimiento y del amor, de modo que los seres humanos se
sientan amparados y estimulados al avance, sin proteccionismo, sin indiferencia.

Acompañando el proceso de transformación del planeta de mundo de
pruebas y expiaciones hacia mundo de regeneración, envió al espiritismo el
Consolador Prometido, a fin de que todos los individuos tengan la información y la
 prueba que les faltaba para entreverse a la transformación moral
indispensable a la propia evolución.

Como consecuencia, participando de los acontecimientos que se espera en el
 mundo terrestre, inspira, ampara y conduce el pensamiento de las criaturas,
para la realidad espiritual, dejando, no obstante, que funcione la Ley del libre
 albedrío, que posibilita a cada uno la elección del camino a recorrer, el
semillero y por efecto, las consecuencias de su elección y su cosecha.


Trabajo realizado por miembro colaborador del centro espirita
AMOR FRATERNO (Merchita)

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