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lunes, 6 de diciembre de 2010

Los límites de la ciencia

Los limites de la ciencia
Paulo Roberto Santos

Pasado el dominio  de las religiones tradicionales, debido al (casi) final de la fe ciega, la ciencia pasó ha ocupar el lugar dejado por ellas, aunque dentro de la misma mística. Antes, solamente era verdad aquello que fuera admitido por las religiones; después, solamente se considera verdad lo que es sancionado por la ciencia.
¡Y como la ciencia ortodoxa ha  cometido errores!
Tantos como las propias religiones que la antecedieron  en pretendida  autoridad sobre lo que es o no es Verdad.

El período en el cual las religiones son puestas en duda y la ciencia se presenta como dueña de la Verdad es el siglo XIX. En el final de aquel siglo, los cientistas afirmaban que los pasajeros de una locomotora a vapor o de un automóvil, recién inventados, morirían por hemorragia debido à las velocidades pretendidas: 30 a 60 Km/h .
Las cosas no cambiaran mucho desde entonces; naturalmente los errores son de otro nivel y naturaleza, pero continúan pasando. Hace décadas no existe mas  que ciencia por la ciencia, la busca del conocimiento por los beneficios que  pueda eventualmente traer. El mercantilismo ganancioso y  el avasallador dominio de la ciencia al ponto de ser "verdad"  todo aquello que mejor conviene a determinados intereses, siempre transitorios.
Con esto la verdad  se tornó relativa.

La Realidad no se restringe a  aquello que nosotros los humanos queremos. La ciencia es el conocimiento organizado. Esto es bueno por un lado, pero por otro es pernicioso y limitador, pues fragmenta esta misma Realidad investigada. Pasamos a verla y comprenderla como quien mira por el agujero de la cerradura.

Muchas veces es una versión monocular y, por esto mismo, limitada. Esto explica por qué teorías contrarias pueden ser elaboradas a partir de un  mismo material. Depende de la interpretación que el investigador ha visto por él “agujero de la cerradura”.

¿Pero, y la puerta  que nunca se abre? Las puertas si que se abren,  cuando estamos prontos para comprender lo que está  detrás de ellas. La ciencia es un  medio y no un fin en si mismo. Es objetiva y experimental, poniendo à nuestra disposición recursos para comprender, aunque parcial, fragmentaria y imperfectamente, la realidad que nos rodea.

Es intelectiva por naturaleza y puede sancionar o no, todo aquello que está al alcance del intelecto. La cuestión es que no toda la Realidad está contenida en lo que es objetivo y experimental. Existen muchas cosas  más aun, en el campo subjetivo e intuitivo, que también constituyen verdades y realidades, aunque solo en parcelas coincidentes  con nuestra capacidad de entendimiento todavía tan limitada.

Allan Kardec al codificar y organizar, el Espiritismo, dándole  un cuerpo teórico consistente, usó los mejores recursos científicos de su tiempo.  Hechó mano de la metodología positivista de entonces para que esta viabilizase, las necesarias credenciales de la  nueva doctrina en el momento en que fué  llevada al conocimiento público. Esto significa que Kardec “abrió la mano” de la ciencia para que esta sancionase el nuevo conocimiento. Entre tanto,l fue prudente lo suficiente  como para no someter  la evolución doctrinaria espirita solamente a los criterios de la ciencia humana, limitadora y  sujeta a las conveniencias. Condicionó la evolución del Espiritismo al buen sentido y a la lógica, que son variables y subjetivas. Si  hubiese creado una dependencia absoluta de  los factores objetivos y experimentales, típicos de la ciencia convencional, habría colocado al Espiritismo en el campo de los intereses y conveniencias humanos.
Por lo tanto, la metodología positivista usada por Kardec fue un medio, un recurso, y no unas esposas que condicionasen  la doctrina que nacía.

Consecuentemente, la Doctrina Espirita progresa en función de descubrimientos  de la ciencia y sancionada por esta , va mas  lejos aun en varios campos donde solamente la lógica y el buen sentido subjetivos son posibles. Claro que esta característica abre innumerables  posibilidades de discordancias e interpretaciones distintas, pero da al Espiritismo su dinamismo propio, solo cercenado por las limitaciones e imperfecciones del hombre, siendo origen  del espíritu sectario, del fanatismo, del conservadurismo, del religiosismo sentimental y de tantas otras malezas humanas que asolan el movimiento espirita.

En el futuro el conocimiento intelectivo se asociará al conocimiento intuitivo, dando al hombre la posibilidad de alcanzar el conocimiento holístico, global, por entero, y no necesariamente fragmentario como ahora. Mientras tanto, todavía nos veremos divididos, defendiendo tesis parciales, muchas veces absurdas, provenientes de lo que vemos a través de los “agujeros de las cerraduras”.

(Publicado no Jornal A Voz do Espíritu - Edición 89: Enero - Febrero de 1998)

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