
LA Medicina Espírita es un proceso en desarrollo. Comenzó con Kardec y el Dr. Demeure, en París, en la segunda mitad del siglo pasado. las experiencias y observaciones realizadas con médiums terapeutas en la clínica del Dr. Demeure figuran, en parte, en la Revista Espirita, colección de doce libros de los doce años en los que Kardec dirigió y redirigió, prácticamente, prácticamente solo, los fascículos mensuales de la publicación por el fundada. La Medicina Espirita es un resultado natural de la naturaleza y de las finalidades del Espiritismo. Tanto en el campo científico, como en el filosófico y religioso, la Doctrina espirita se reveló como una forma de Humanismo Atibo, destinado no apenas a establecer principios humanistas, más también a actuar en el hombre y por el hombre, descifrándole los misterios del cuerpo y del espíritu y proporcionándole los recursos culturales para la humanización del mundo. Los problemas de la salud humana no podían escapar de su enfoque universal. En ese plano como en todos los demás, Kardec actuó con prudencia y sabiduría, pesquisando, observando, estudiando y por fin orientando. El materialismo dominante en las Ciencias y en la Medicina repelió la Medicina Espirita. Kardec, por su vez, sobrecargado con los múltiples encargos doctrinarios, no tuvo tiempo para cuidar específicamente de ese problema y de la Pedagogía, dos campos en los que milito con éxito, teniendo sus obras adoptadas por la Universidad de Francia. No dejó el tratado de Medicina Espirita y el de Educación y Pedagogía Espirita que deseaba elaborar. Completada la obra de la Codificación del espiritismo, se lanzó al campo de las aplicaciones doctrinarias, según sus propias palabras, con la elaboración del Libro La Génesis, de importancia fundamental en los tres campos fundamentales del Espiritismo. Más si dejo, con La Génesis, un modelo del que el llamo aplicación de los principios y de los datos del espiritismo a las diversas áreas de la cultura.
Como médico poco sabemos de sus actividades, a no ser lo que informa Henri Sausse, su contemporáneo y amigo, y posteriormente las pesquisas y la esquematización notable de la vida del codificador en el libro Vida y obra de Allan Kardec. Su interés por el espiritismo lo apartó de todas las demás actividades, como del cargo de director de estudios de la Universidad de Francia. Le cabía iniciar en el mundo las investigaciones científicas de los fenómenos mediúmnicos, lo que hizo con criterio poco vulgar y plena abnegación. Charle Richet, director de la facultad de Medicina de la Universidad de Francia, Premio Nobel de Fisiología, prestaría más tarde su homenaje a Kardec, reconociendo, en el Tratado de Metapsíquica, el criterio científico de Kardec, que jamás expusiera cuestiones o elaborara principios que no se basase en rigurosa pesquisas.
A pesar de ese inicio promisor, la Medicina Espirita no consiguió avanzar como debía, en virtud de las barreras que contra ella levantaron todas las fuerzas dominantes en la época: científicas, filosóficas religiosas, en una verdadera colusión en que se destacaron los elementos clericales y los médicos con sus sociedades profesionales y científicas. No obstante, los éxitos de las investigaciones de Richet, Crookes, Notzing, Zöllner y tantos otros, en el campo de los fenómenos mediúmnicos, y recientemente la comprobación de la realidad fenoménica por la Parapsicología, dieron nuevo aliento a las posibilidades de la Medicina Espirita. Hoy hay varias asociaciones de la Medicina y Espiritismo y de médicos espiritas en Brasil y en el mundo, grandes redes hospitalarias espiritas y notables trabajos publicados por científicos y médicos espiritas, particularmente en los Estados Unidos, en Inglaterra, en Italia, en Alemania y en Suecia. El interés de las ciencias soviéticas también se manifestó, a pesar de las objeciones ideológicas, y el Dr. Waldimir Raikov, de la Universidad de Moscú, se proyecto mundialmente como investigador de los fenómenos mediúmnicos a través de la Parapsicología, interesándose especialmente por el problema de la reencarnación, bajo la hábil designación de reencarnaciones sugestivas, como hechos de tipo psiquiátrico, que precisan ser esclarecidas. En los países de la órbita soviética el interés creció de manera sorprendente. En la Romería se llegó a crear una nueva corriente científica, designada como Psicotrónica, más que en verdad no pasa de Parapsicología disfrazada para escapar a los preconceptos materialistas ya levantados contra la Ciencia de Rhine y McDougal. La mayor conquista de los soviéticos en ese campo fue descubierto científica y tecnológica, en la famosa Universidad de Kirov, en el Afganistán, de la existencia del cuerpo bioplasmico de las plantas, de los animales y del hombre. Ese cuerpo, que corresponde en estructura y funciones, plenamente, al periespiritu o cuerpo espiritual del Espiritismo, que representa una revolución Copérnico en la Biología y en la Medicina. Infelizmente el Estado interfirió en la cuestión y las pesquisas fueron suspendidas por cuestión de seguridad ideológica del Estado Soviético. A pesar de eso, el libro de Sheila Ostrander e Lynn Schroeder, de la Universidad de Prentice Hall (EUA) lanzado por esa Universidad y posteriormente por la Editora Bentam Books, de Nueva York, conteniendo entrevistas comprobatorias de los científicos responsables, continua circulando en el Occidente. “Los científicos revelaron su convicción de que ese descubrimiento abre nuevas perspectivas para los científicos y particularmente para la Medicina, por lo que fueron punidos.
El capítulo de la Medicina Espirita en las ciencias soviéticas, a pesar de oficialmente condenado, abre inmensas perspectivas en el campo científico mundial. Se llegó a noticiar la realización, en Moscú, de un simposio científico sobre las obras de Allan Kardec, mencionado como un racionalista del siglo pasado, en Francia, que ya se había referido al cuerpo bioplasmico.
Este importante relato de las dos pesquisidoras norteamericanas fue lanzado en Brasil por la Editora Cultrix, con el titulo Experiencias Psíquicas Más Allá de la Cortina de Ferro. (N.E.)
La Medicina Espirita, por tanto, es una realidad innegable en la actualidad científica del mundo, y su biografía se presenta dramática, implicando hasta aun mismo problemas internacionales. Esa realidad se enriqueció con el episodio brasileño del llamado Caso Arigo, del famoso médium curador de Congonhas del Campo, Minas Generales, investigado por un equipo de científicos y médicos de varias Universidades norteamericanas. Las investigaciones probaron la existencia real de diagnósticos, curas de dolencias incurables, como casos de cáncer incurables, e intervenciones quirúrgicas sin asepsia ni anestesia de cualquier especie. Arigo fue calumniado, después de su muerte accidental, por autoridades eclesiásticas, como charlatán, más consagrado por los científicos como uno de los mayores casos de mediúmnidad curadora del mundo. Murió en un desastre de automóvil, precisamente cuando esperaba la visita de un equipo de científicos suizos y otra de científicos japoneses, interesados en pesquisarlo. Tuvimos en manos los pedidos de licencia de esos equipos habiéndonos Arigo invitado para ayudarlo en la recepción de los pesquisidores, que debían permanecer varias semanas en Congonhas del Campo.
La Medicina Espirita no es una aplicación pura y simple de la mediúmnidad curadora a casos de dolencias incurables, ni una forma de curanderismo. Es lo que Kardec llamaba una aplicación de los principios espiritas en el plano cultural. En el caso, aplicación especifica a la Medicina, lo que solo puede ser hecho por médicos. El Espiritismo contribuyo con la mediúmnidad y la Medicina con el saber y la experiencia y la Medicina cía de los médicos. Hay casos de esa doble contribución conjugarse en una sola persona: el caso de los médicos espiritas que son también médiums. Por eso, la sociedades de médicos espiritas son importantes, pues pueden liderar movimientos de reglamentación de elementos de los dos campos e iniciar trabajos de estructuración científica de la Medicina Espirita. Los médiums representan los médicos espirituales, que a través de ellos dan la contribución de las observaciones del otro lado de la vida. Los médicos representan la Medicina de la actualidad y procuran establecer las ligaciones necesarias para un esfuerzo común en beneficio de la Humanidad. Tenemos así un aspecto importante del ideal espirita de Kardec: la conjugación del mundo espiritual con el mundo material en el trabajo común de elevación de la Tierra. Tenemos aun la confirmación de la tesis de León Denis, según la cual el Espiritismo realiza una síntesis de lo espiritual y de lo material en el mundo. Y también la previsión de Sir Oliver Lodge, en gran científico ingles, de que en el Espiritismo, a través del túnel de la mediúmnidad, los espíritus y los hombres se encuentran para intentar en conjunto la solución de los problemas humanos. Lo que entonces parecía utopía, hoy se muestra como realidad.
La Medicina Espirita implica, por tanto, el problema de la mediúmnidad curadora en toda su globalidad de manifestaciones. Habiendo sinceridad en esa conjugación, estaremos cara a uno de los momentos más significativos de la evolución humana en la Tierra, los beneficios que de ella pueden resultar para el bien de la salud humana son simplemente incalculables. Cabria a la Sociedad de Médicos Espiritas de San Paulo encabezar esa iniciativa cada vez más necesaria.
Entre todas las formas de manifestaciones mediúmnicas, la más peligrosa para los médiums es la curadora. No porque los exponga a riesgos de salud, que prácticamente no existen en una mediúmnidad bien controlada, más si porque los expone a la fascinación de las ventajas materiales. Todo médium curador es inevitablemente asediado por personas que quieren agradarlo, que lo elogian, se dicen sus amigos, le dan presentes y así en adelante. Poco a poco el médium se deja envolver, se convence de su importancia, se torna vanidoso y ambicioso. Con eso de desliga de los amigos y compañeros desinteresados para caer en las redes de los interesados y se torna, a su vez, uno de ellos. Los laboratorios le ofrecen comisiones en la receta de los productos. Todas las facilidades se van abriendo para el y, si no tuviera en cuenta los principios de la moral mediúmnica, en breve se transformará en un explorador del prójimo al que se debe auxiliar con desinterés. El medio espirita conoce muchos de esos casos dolorosos, en que excelentes y humildes médiums curadores acabaron traicionándose a sí mismos.
Son muy variados los tipos de mediúmnidad curadora, desde la simple pasista el recetistas, el vidente, diagnosticado, hasta el operador, el médium cirujano que tanto puede actuar con instrumentos o con apenas la imposición de las manos, a incluso practicar la cirugía-simpático, uno de los fenómenos más extraños y complejos de todos los fenomenismos paranormal. El desenvolvimiento de ese tipo de mediúmnidad se procesa de manera discreta, generalmente disfrazado en la producción de efectos físicos, de videncia, de dolencias súbitas y sin motivo aparente que lo atacan y de repente desaparecen. Se tiene la impresión, no es raro, de un caso de obsesión. En verdad, el médium está siendo sometido a una especie de experimentación de sus posibilidades psicofísicas y de preparación para sus futuras actividades. Anísio Siqueira, famoso en la década de los 30, sufrió grave enfermedad que lo llevó a casi lamuerte.los médicos lo desengañaron, de repente se recupero y comenzó a hacer curas. No conocía el espiritismo y nunca lo aprendió, daba pases fumando, el cigarro entre los dedos, y realizó espantosas curas, tanto espirituales (desobsesión) como materiales. José Arigo, paleto, ya en la infancia veía y oía a los espíritus; en la adolescencia comenzó a sentir terrores nocturnos, fue perseguido por visiones asustadizas. En la juventud (era católico) contento por el ideal de pureza y santidad y oía voces que le aconsejaban la castidad. Al entrar en la madurez, se caso y paso por una fase de equilibrio en la que se mostraba despreocupado, alegre y juguetón. Un día hubo de socorrer a un amigo que se había asfixiado. Ahí comenzó su espantosa mediúmnidad-quirúrgica. Y, con ella, todos los problemas de un hombre que era procurado por enfermos de las más diversas molestias y a todos querían atender. Guiado por un espíritu autoritario más generoso, que se decía el médico alemán Dr. Fritz, muerto en la primera guerra mundial, se tornó ríspido, exigente, de una ruda franqueza, dando la idea de un nuevo Juan Bautista que surgía en la ciudadanía arcaica y carismática de de Congonhas del Campo. Sus modales rústicos parecían una coraza destinada a apartar todas las tentaciones de su peligrosa mediúmnidad. Fue uno de los médiums más auténticos y de mediúmnidad más productiva que ha pasado entre nosotros. Más acabó en las celadas de los intereses y murió trágicamente, aun joven y vigoroso.
La cirugía simpa tética o simpática es así llamada por su semejanza con la magia –simpática. Arigo la producía, más solamente en casos especiales. En general, actua de manera violenta, con un cuchillo o navaja, cortando al enfermo de manera brusca, sin anestesia ni asepsia y comandando con seguridad espantosa el flujo de la sangre. Trabajaba al aire libre, en medio del pueblo y en presencia de médicos conocidos o no, y muchas veces llamaba a los médicos para que asistieran de cerca a lo que el hacía. El Dr. Sergio Valle, cirujano ocular y especialista en hipnosis clínica, residente en San Paulo, presenció de cerca varias de sus operaciones y declaró:”Arigo aplica una súper cirugía que no conocemos y no usa la hipnosis ni conoce las técnicas hipnóticas. En la práctica de la cirugía simpa tética Arigo actúa sin tocar al enfermo. Procedía como la médium Bernarda Torrubio, mujer del campo, esposa de José Torrubio, sitiado en Garza, en la Alta Paulista. Hacia una oración, pidiendo asistencia a los espíritus. Extendía las manos sobre el enfermo, sin tocarlo. Este sentía que movían por dentro en sus órganos enfermos, le producían los deseos de vomitar, más quien vomitaba era el médium. Vomito generalmente espeso, con gran cantidad de pus y sangre y pedazos de materiales orgánicos. El enfermo se sentía débil, abatido como si hubiese sufrido una intervención quirúrgica. Los dolores internos confirmaban esa impresión. Durante unos pocos días los dolores continuaban, más luego comenzaban a disminuir y desaparecían. La recuperación era rápida y total.
La mediúmnidad quirúrgica es muchas veces acompañada de fenómenos ocasionales de efectos físicos. Eso es natural, pues la propia cura e las operaciones pertenecen a esa clasificación mediúmnica. Bernarda Torrubio manifestaba extraños fenómenos de transporte de objetos a distancia y aparentemente a través de puertas y ventanas cerradas. En reuniones con Urbano de Asís Xavier, en Marilia, hubo notables fenómenos de esa naturaleza, enteramente inesperados. En las pesquisas parapsicológicas esos fenómenos se confirmaron. El Profe. Rhine hizo decisivas experiencias con animales, para evitar el problema de la sugestión, y consiguió éxitos comprobatorios, dentro de todas las exigencias de metodología científica. Las pesquisas de Geley y Osty, en Francia, mostraron que en todos esos fenómenos existe la emanación de ectoplasma. Geley llamó controladores a los espíritus que actúan en esas ocasiones, proviniendo y regulando la salida de ectoplasma del organismo mediúmnico. En las experiencias soviéticas los científicos consideraron el ectoplasma como energía radiante emitida por el periespiritu o cuerpo espiritual del médium. Crookes la llamó fuerza psíquica y Notzing tomo porciones de ectoplasma y los sometió al análisis de laboratorio, probando que la porción muerta de ese elemento, disociada del médium, se componía de células y otros materiales orgánicos. No hay, pues, milagro, en el sentido místico de la palabra, en esos hechos. Hay las leyes naturales que poco a poco van siendo esclarecidas por las pesquisas científicas.
Los médiums dotados de esas facultades precisan ser instruidos doctrinariamente para saber cómo portarse en la vida común y para tener conciencia de que los fenómenos no son producidos por ellos, más si por la acción de los espíritus. con eso se libraran de la vanidad tola que los lleva a creer en sus poderes personales, juzgándose dueños de ellos y capaces de controlarlos por sí mismos. Esa idea de posesión individual los lleva también a caer más fácilmente en las celadas de los aprovechadores. Esa mediúmnidad exige constante vigilancia del médium en lo tocante a sus deberes morales y espirituales y más plena conciencia de su responsabilidad doctrinaria.
Mediúmnidad por J. Herculano Pires
*******************
MEDIUMNIDAD Y SU SERVICIO
La
finalidad de la mediúmnidad en la Tierra es, ante todo, una
oportunidad de servir, bendición de Dios que nos faculta tener
contacto con la vida espiritual. Gracias al intercambio mediúmnico
podemos tener no la certeza de la supervivencia de la vida
después de la muerte, sino también el equilibrio para rescatar con
júbilo los débitos adquiridos en anteriores encarnaciones.
Gracias
a la mediúmnidad el hombre tiene la ante visión de su futuro
espiritual y, al mismo tiempo, el relato de aquellos que lo
procedieron en el viaje de vuelta a la Erraticidad, trayéndole
informes de seguridad, directrices de equilibrio y la oportunidad de
rehacer el camino por las lecciones que él absorbe del contacto
mantenido con los desencarnados.
Es
de muy alta importancia la finalidad de la mediúmnidad porque es
gracias a ella que el hombre toma conciencia de sus
responsabilidades de Espíritu Inmortal. Gracias a la resurrección
de Cristo tenemos la certeza de la vida espiritual.
No
existe mediúmnidad más importante una que otra, ni médiums más
fuertes unos que otros. Existen médiums y mediúmnidades. según
Pablo de Tarso, existen los “dones” y el se refiere a la visión,
a la audición, a la curación, a la palabra, a la enseñanza, pero
dijo que solo uno es el Señor. Ella proviene de la misma fuente. Los
individuos que psicografian,
que psicofonizan, que materializan,
podrán todos realizar un trabajo apostólico en la realidad en que
se encuentran.
No
es el número de posibilidades la ue da importancia al médium , lo
que engrandece espiritualmente al médium es aquello hace con los
dones que tiene, en el honor que siente al poder servir.
No
existen médiums más fuerte que otros, lo que si existen más
dedicados que otros, más fervorosos que otros, que están
renunciando a la materia y efectuando el esfuerzo del auto
perfeccionamiento más que otros. Este esfuerzo es el que otorga
galardón al médium, o servidor y le permite estar delante de la
lid. Esto no quiere decir que el que está en la retaguardia no
pueda alcanzarlo, si realiza los mismos esfuerzos. Cuando más se
eleva la mediúmnidad, el que la posee se destaca, en la claridad,
naturalmente, y los que no desean la luz arrojaran piedras a la
lámpara, intentando romperla, y derrumba el “poste” que la
sostiene.
El
médium, por tanto más importante es aquel que más dispuesto está
a enfrentar esas luchas en nombre de Cristo, Médium de Dios por
excelencia y el más importante Señor de la mediúmnidad que
nosotros conocemos.
Aunque
nos ubiquemos en una zona sencilla de la mediúmnidad no debemos
desanimarnos. El que no recibamos mensajes de espíritus elevados
como era el caso de Chico Xavier cuando estaba en la Tierra, o el de
compañeros nuestros que se proyectan en la sociedad, pero desconocen
la cuota de sacrificios diarios, de luchas, de lágrimas, de
renuncias a los que ellos tienen que predisponerse y disponerse.
Constatando
así, que en el Espiritismo no hay médiums superiores a otros, ni
mediúmnidades más importantes que otras; existen oportunidades para
que todos tomemos la charrúa de la evolución sin mirar hacia atrás,
creciendo siempre.
Kardec
clasificaba la mediúmnidad, en dos tipos, seguros e inseguros.
Dentro de esa clasificación, los seguros son aquellos que filtran
con fidelidad el mensaje, aquellos que son automáticos,
sonambulicos, inconscientes por medio de los cuales el fenómeno
ocurre dentro de un clima de profundidad, sin que la conciencia
actual lo advierta.
Los
médiums pueden ser conscientes, semiconscientes e inconscientes.
Tienen vasta clasificación, en cuanto a sus aptitudes y cualidades
morales.
El
médium inconsciente siempre tiene responsabilidad de lo que ocurre
durante las comunicaciones, ya que el fenómeno es sonambulico, pero
la comunicación está relacionada con la conducta moral del médium.
Este es siempre responsable de los sucesos así como en muchas
obsesiones, cuando el individuo entra en una banda de subyugación y
pierde la conciencia y parece no ser responsable de lo que pasa; sin
embargo, lo es por haber sintonizado con aquel Espíritu que lo ha
dominado temporalmente. Jesús en el Evangelio lo constata cuando
dice: “Vete y no vuelvas a pecar, para que no te pase algo peor”.
El individuo que no se modifica permanece en una zona vibratoria
negativa y sintoniza con las Entidades más desdichadas, por lo
tanto, semejantes.
En
el plano de la mediúmnidad, la vivencia moral digna interdicta el
intercambio con las Entidades frívolas.
Las
Entidades malévolas difícilmente se adentran en la Casa Espirita
que tiene un noble patrón vibratorio, porque las defensas impiden
que tales Espíritus rompan las barreras magnéticas. Aquellos que
se adentran en la reunión sin el perseguidor deberán seguir
trabajando en su reformación mientras está en el ambiente
espiritual, pues, en de acompañar al adoctrinador, de observar y
meditar respecto a las lecciones que le suministran, por estar
enviciado mentalmente sigue con los mismos clises que tenia quedando
dentro del Centro, no obstante ligado a los Espíritus con los
cuales se identifica, manteniendo vinculación hipnología,
telepática.
Hay
personas que no consiguen orar y, cuando van a orar, les vienen
pensamientos de contenido vibratorio muy bajo. Cuando oran son
asistidos por recuerdos de cosas desagradables, vulgares,
sensuales, y no saben comprender como les sucede eso. Es resultado
del hábito mental.
Si
nosotros aportamos al inconsciente ideas depresivas, vulgaridades,
creamos ideo plastias perniciosas. Nuestra anterior memoria o
subconsciente se encharca de esas fijaciones. En el momento que
queremos ejercitar un pensamiento al cual no estamos acostumbrados,
es lógico que primero afloren los que son frecuentes. Es necesario
porfiar en la idea, insistir en los planos positivos, permanecer en
los pensamientos superiores, pero somos siempre responsables por
cualesquiera comunicaciones, desde que somos el factor que atrae a la
Entidad que se va a presentar, gracias a nuestra conducta y
vibraciones, intelecto-moral.
Para
distinguir entre su pensamiento y el pensamiento de la entidad
comunicante el médium consciente dispone de su sentido común. Es
menester que antes de ejercer la mediúmnidad debe estudiarla, antes
de entregarse a la vivencia mediúmnica le es licito entender el
propio mecanismo del fenómeno mediúmnico, Allan Kardec tuvo la
inspiración dichosa de ofrecer a la Humanidad “El Libro de los
Espíritus” que es un tratado de filosofía y moral, enseguida “El
Libro de los Médiums” que es un compendio de metodología del
ejercicio de la facultad mediúmnica, constatando así que en la
mediúmnidad consciente o lúcida el fenómeno es, al principio,
“inspirativo”

En
todas las expresiones mediúmnicas, los Espíritus se sirven del
nivel cultural del médium. Al principio el médium tendrá que
sufrir la incomodidad de la duda sobre todo si el mensaje proviene
de su inconsciente. A través del ejercicio, adquirirá el
conocimiento equilibrado que le ayudara a identificar si se trata
de si mismo, animismo. O de la interferencia espiritual-
mediumnismo.
El
médium por los fluidos y sensaciones que registra, pasa a
identificar cual es la Entidad que se le acerca. A partir de esa
identificación se ofrece en una entrega tranquila, y el Espíritu
que lo conduce lo inspira hacia más allá de su propia capacidad,
dando levedad a sus ideas habituales, ofreciendo la posibilidad de
síntesis que no le es común. Únicamente el tiempo sin embargo, por
el ejercicio continuado, ofrecerá la lucidez, la seguridad para
discernir cuando se trata de información de sus propios archivos o
de la Interferencia de los Buenos Espíritus.
Extraído
del libro “Directrices de seguridad” por Divaldo Pereira Franco y
Raúl Teixeira
*******************
¿
Para que sirve el Conocimiento Espiritual?
Ciertamente
no hay ningún ser humano que nunca se haya cuestionado en donde está
la Verdad de nuestro Yo, del ser o del existir, y de todas las
cosas interiores y exteriores que nos rodean y atañen en el mundo..
Tal
vez antes se debería aclarar el concepto de la Verdad. Esta
cuestión que parece simple es de las más difíciles de la
Filosofía. Para las personas en general ,como para la Ciencia, la
verdad es la solución o respuesta comprobada y cierta de algún
problema, sin embargo para la propia Filosofía esas soluciones
constituyen a su vez nuevas cuestiones. La búsqueda de la Verdad
siempre fue uno de los problemas fundamentales de la Filosofía, pues
sin esta búsqueda la Filosofía no tendría razón de existir.
La
Verdad a veces se nos presenta como una Luz interior que aparece
y se expande cuando la descubrimos, y esta Luz la percibimos
íntimamente como la presencia de Dios en nuestro propio Yo.
Penetrarla solo es posible mediante el camino del Amor hacia todo lo
que nuestra razón y comprensión se dirige, pues precisamente ese
Dios del que hablo solamente se concibe como la Fuente Suprema del
Amor.
No
nos debe importar lo que la sociedad y las religiones prediquen,
sino lo que nos diga esa voz interior que todos percibimos dentro
alguna vez después de haber utilizado el divino don del raciocinio.
La Verdad de las cosas al final se encuentra oculta en el interior
de cada uno, pues cada cual siente como es la verdad, “su
verdad”, que percibe sobre cualquier cuestión, que no tiene por
qué ser necesariamente trascendente.
Nuestra
“salvación”, no va a estar en que nuestras creencias sean las
verdaderas o que no lo sean, sino en que estemos abiertos a la Verdad
y dispuestos a que ella nos ilumine y nos ayude a caminar por
nuestra senda evolutiva..
Vemos
como muchas personas ante el tema de la muerte, el más allá, o la
reencarnación, se ven asaltadas por cantidad de dudas y preguntas
para las que no encuentran una respuesta lógica y convincente ;
por ejemplo, ¿por qué siempre han habido gentes, culturas,
religiones y pueblos que de algún modo han sostenido la idea de la
reencarnación mientras que otras no?, ¿quiénes estaban en lo
cierto?, ¿en donde está la Verdad?, ¿qué hay de cierto en tantos
conceptos y creencias a veces tan contradictorios?. Lo peor para el
ser humano falto de respuestas, es que las ha dejado morir en su
interior, dando lugar a seguir caminando por la vida como un autómata
ciego y descontrolado.
En
la actualidad los humanos que poblamos este planeta, debido al nivel
medio de evolución alcanzado, somos ya capaces de sentir cierta
inquietud por encontrar la luz de la verdad absoluta, y a cada paso
mucha gente cree ingenuamente haberla hallado en tal o cual religión
o filosofía y estar en la posesión total de la misma, cayendo en
posturas fanáticas e intransigentes al empeñarse y sufrir porque su
verdad sea la Verdad de todos los demás.
Tal
vez deberíamos preguntarnos : La Verdad absoluta ¿ Está en la
Biblia?; ¿está en el
Corán o en el Talmud?
¿ la posee la doctrina budista, las religiones cristianas o las
religiones de cualquier lugar del mundo?; ¿ alguien la posee toda
entera y en exclusiva? ¿ todo lo que postulan las demás religiones
y creencias que no coinciden con nuestras particulares verdades, es
error o mentira?; ¿en donde está la Verdad? .
Para
acallar nuestra conciencia en una postura de comodismo, es más fácil
aceptar ciegamente las “verdades” que nos den hechas, aunque no
las entendamos o aunque en el fondo nos hagan dudar y nos puedan dar
cierta inseguridad, pero para muchos, …...“mejor es no calentarse
la cabeza con esas cosas”
La
Verdad, como afirmó Bertol Brecht, es hija del tiempo y no de la
autoridad. Con esta afirmación denunciaba el autoritarismo de los
dogmas impuestos como verdades cuyo plazo de validez se pierde al
paso del tiempo; estos solo suelen ser manipulación de lenguaje y
mentiras camufladas que pierden validez al paso de los años.
Todas
las religiones y filosofías creen tener o estar en la verdad, y en
realidad la Verdad, por ser un asunto trascendente y absoluto, no
es de nadie en exclusiva porque solo pertenece a Dios y por tanto
pertenece a todos; cada uno la encontrará finalmente en su
interior.
La
Verdad se fundamenta sobre todo en dos pilares que la sustentan: La
Fe y la Razón. Sobre estos pilares el espíritu humano se eleva en
la contemplación de la Verdad. Dios puso en el humano el deseo de
conocer la verdad, así como la capacidad de analizar para conocerlo
a El, de modo que conociéndolo y amándole el ser humano pueda
llegar finalmente a conocer particularmente la Verdad , “su
Verdad”.
Debiéramos
ser más serios con nuestro Yo más íntimo y nuestro sentido común,
y considerar que precisamente la capacidad de raciocinio y
discernimiento que se nos ha dado, para algo se nos dio, y su normal
uso puede ser la clave para hallar la Verdad; me refiero a la Verdad
personal y particular de cada uno, y no a la que las culturas o
las religiones nos han señalado e impuesto mediante dogmas de fe y
toda clase de postulados para que las creamos sin más llevados por
la natural inquietud de creer en algo..
Una
cosa es la Verdad diferente que cada uno
puede percibir sobre una misma realidad, y que siempre viene a ser
un concepto sesgado de la misma, y un valor muy personal de cada
cual, y otra es la realidad
auténtica y total,
que a veces no comprendemos o somos incapaces de ver porque aun no
estemos capacitados para ello, pero que sin embargo no por eso es
menos real aunque no forme parte de nuestra “verdad íntima”
adquirida. La Realidad profunda de todo es
la auténtica Verdad, y esta no cambia en sí misma, la enfoquemos
como la enfoquemos.
La
realidad tal como la percibe cada uno, es su Verdad personal, y esta
hay que vivirla plenamente desde la íntima experiencia. Sin
embargo el que descubre una verdad no la debe encerrar guardándola
solo para sí, sino que se debe compartir y no ocultar a los demás
por si les es de ayuda para que cada uno encuentre en sí mismo su
propia Verdad.
La
Verdad en los conceptos de la vida se conquista gracias al esfuerzo
personal e íntimo de cada uno, y no por ninguna extraordinaria
revelación sin provecho para quien así gratuitamente la
recibiese. Se pueden y hasta se deben divulgar nuestros conceptos
de verdad, pero jamás se debe imponer a nadie porque no todo el
mundo está preparado o capacitado para comprenderlos y cada cual
habrá de encontrar y reafirmar en su espíritu los conceptos de
verdad que le son propios.
Para
encontrar la Verdad es necesario sentirse libre, pero mucha gente
tiene miedo a la libertad. Se tiene temor a la soledad si intentan
ver y caminar por sí mismos en busca de la Verdad, nadando a veces
contra corriente por los conceptos sociales establecidos ; por eso
muchos tienen en lo mas profundo, temor a la Libertad, y prefieren
estar atados en su mente pero lamentándose por ello en el interior
de su conciencia, pues a la conciencia no se le pueden poner vallas
que le impidan volar..
El
descubrir un concepto de verdad supone un paso en la evolución y
muchas veces una transformación mas o menos notable y coherente en
quien la descubre.
La mejor manera de acercarnos a la Verdad es parándonos
alguna vez a meditar , por ejemplo ante el mar, la naturaleza, los
seres y las personas, como si fuésemos Seres nuevos, recién
creados, sin memoria ni experiencia, escuchando, sintiendo y
descubriendo, como si fuera la primera vez que lo hacemos, con el
corazón abierto de par en par, amando intimamente aquello que
tenemos delante y sobre lo que meditamos; esta sería la mejor
oración. Y asimismo no dejar nunca de estudiar y profundizar en las
leyes naturales, físicas y morales que nos afectan a todos, pues
este estudio nos trae el Conocimiento, que es fuente de gozo y
Sabiduría, siendo esta una de las metas evolutivas por alcanzar;
las otras metas son el Amor y la Inteligencia.
La verdad no
está en ningún concepto dogmático de la clase que sea cuando
este no puede soportar un análisis o comprobación por parte de la
Ciencia o de la Filosofía, por tanto en esos casos podemos rechazar
esos conceptos y seguir buscando fuera y dentro aquello que nos haga
sentir que es verdadero. A veces los seres humanos nos encontramos
frente a una verdad casi tangible, y sin embargo no la percibimos y
pasamos de largo, o la confundimos con una ilusión extraña de
nuestra imaginación.
El
Maestro Jesús Cristo,
afirmó que conoceríamos la Verdad y que Ella nos haría libres.
Posiblemente se refería a libres de tantos errores, ignorancia,
mentiras y engaños, de dogmas y pre conceptos, de fanatismos, y de
la explotación de la ignorancia humana por el propio ser humano..
De
todos modos, aunque la Verdad no es patrimonio exclusivo de nadie,
todas las religiones y filosofías positivas se pueden considerar
verdaderas porque en sus teologías y adopciones todas contienen
algunos conceptos de Verdad.
La
verdad es un patrimonio personal de cada uno, y esta se debe buscar
como la busca el buscador de oro que para encontrar una pequeña
pero valiosa pepita del mismo, a veces deberá remover y filtrar
muchas toneladas de tierra y lodo. Para encontrar antes hay que
buscar, y cuando después de este esfuerzo en nuestra búsqueda
personal, encontramos nuestra particular pepita del oro de la Verdad,
esto supone un auténtico tesoro interior, que podremos compartir,
pero que nadie puede nos puede robar y que nos enriquece humanamente
para siempre.
En
el momento evolutivo actual parece ser que los postulados teóricos
sobre la Verdad de carácter religioso o espiritual, están siendo
reemplazados cada vez más, por las Verdades auténticas que se
encuentran íntimamente grabadas en el corazón de muchas gentes,
mediante el esfuerzo de la práctica del bien y del altruismo para
con los demás , siendo esta la auténtica religión y filosofía
de vida que podremos adoptar: la
práctica del bien, el Amor y la Caridad hacia los demás,
la ayuda a personas necesitadas de lo mas elemental para sobrevivir,
el altruismo, la participación o apoyo a movimientos populares
contra la intolerancia, la injusticia, etc.. Ha llegado ya el
momento al Ser humano, en que mas que las teorías y las palabras,
son las obras positivas hacia los demás y el esfuerzo y
satisfacción que experimentamos al hacerlas, las llenan su espíritu
que así se siente partícipe en el hallazgo de su verdad auténtica
de la vida.
La
gente cuando oye hablar de ciertos temas que desconocen o ignoran
por completo, se pone a la defensiva y se atrinchera tras la coraza
de la burla o del escepticismo a modo de protección. Les da miedo
buscar la verdad; es mejor para estas personas vivir en la
ignorancia, el escepticismo y la superstición.. Precisamente
cuando se plantean los temas relacionados con la espiritualidad
estos resultan incómodos y como vía de escape suelen provocar
muchas sonrisas y escepticismos. El temor a la luz de la Verdad y lo
que ello implica en nuestras vidas sigue siendo en el fondo la
misma causa. Pero a esas mismas personas cuando respetan y
analizan seriamente estos temas , les suelen asaltar ciertas dudas
que conmueven desde lo mas profundo sus convicciones y creencias
anteriores , pensando si serán o no verdad estas cosas que al
principio parecían oler a superstición y a ignorancia.
En
esta sociedad humana actual, tan apegada a lo material y tan
escéptica y alejada de lo espiritual, se pueden observar estas
posturas de apatía y falta de inquietud ; sin embargo todo el
escepticismo del mundo sería insuficiente para hacer que una verdad,
o una realidad, esté o no reconocida por la sociedad o por la
Ciencia, deje por ello de serlo.
- Jose Luis Martín-
*****************
“El que busca la
Verdad tiene que ser mas humilde que el polvo; todo el mundo lo
aplasta bajo sus pies”
- Gandhi -