El hombre para transformarse, necesariamente, pasará antes por el estadio del autoconocimiento, estableciendo para eso, como punto de partida un programa triple para que brille su luz que ocurre en el estadio de la actualidad, mediante la meditación, el estudio y el trabajo.
Los estudiosos nos dicen que con la meditación el estudio y el trabajo esos son los caminos que nos llevarán al autoconocimiento elevándose, de esta forma, al primero escalón en el sentido de su transformació n. En el quinto siglo antes de Cristo, Sócrates el extraordinario filósofo griego ya enseñaba esta virtud y decía: "antes de cualquier cosa, el hombre necesita conocerse a sí mismo."
Allan Kardec, también, procuró entender el autoconocimiento y consta en el Libro de los Espíritus en la pregunta 919 lo siguiente: "Y como hará el hombre para conocerse a sí mismo, alzar vuelo en su derredor" Respuesta de S. Agustín, otro sabio del pasado: "Cuando estuve en la Tierra, al final de cada día, interrogaba mí conciencia, pasaba revista a lo que había hecho y me preguntaba si no había faltado al cumplimiento de algún deber, si nadie tendría motivo para quejarse de mí; si hice a los otros lo que nos gustaría que hiciesen a mí.
Y, así, iba separando el trigo de la cizaña, en mí cosecha moral. Fue con este procedimiento que llegué a conocerme y ver aquello que en mí necesitaba de reforma." Agustín, meditó, estudió y trabajó conociéndose primero a sí mismo y, después, transformándose.
Por medio de la meditación, el hombre se vuelve para dentro de sí mismo, donde va a encontrar a su Cristo interno, conforme nos aseguró Jesús, el Maestro del Amor que dijo: "El reino de Dios está dentro de vosotros", y hoy, las ciencias de la mente humana confirma esta enseñanza de profundo significado espiritual.
Por el estudio serio y continuado de la Doctrina Espírita el hombre bebe en la fuente de la liberación de las preocupaciones vulgares y olvida las tribulaciones de la vida, pues es el estudio - en la siembra del aprendizaje - semejante a la plantación en que en los surcos sembrado desenvuelve las simientes multiplicadas centenas de veces.
Con el trabajo, se retiene el ministerio divino de la iluminación íntima, que funciona como un instructor de nuevas posibilidades en la escala de la evolución, consonante a la Ley del Progreso, que a todo impulsa para adelante.
En verdad en la mayoría de las veces buscamos a Dios donde sabemos que no podremos encontrarlo, sin embargo, si descubriésemos a Dios en nosotros encontraríamos este tesoro de luz y de amor.
Finalmente que podamos ejercitar los valores morales y espirituales poniéndolos en práctica en este momento grave de la civilización para formar el reinado de Jesús en la Tierra. ¡Piense en eso!
Articulo publicado en el periodico CINFORM de la ciudad de Aracaju-Sergipe con una tirada de 24.000 ejemplares.
João Cabral – Presidente da ADE-SERGIPE-www.ade-sergipe.com.br
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LA TRISTEZA NO ES ENFERMEDAD PSIQUIATRICA, ¿TRANQUILIZANTES PARA QUÉ?
Chalub, psiquiatra es una
de las mayores autoridades brasileñas en depresión, afirma que,
actualmente, que cualquier tristeza es tratada como enfermedad
psiquiátrica. Los pacientes prefieren recurrir a los remedios a
encarar el sufrimiento.” (1) Muchos médicos se rinden a los
laboratorios farmacéuticos e indican antidepresivos sin necesidad,
excepto en los psiquiatras que son los que menos recetan
antidepresivos, porque están más preparados para reconocer las
diferencias entre la “tristeza normal y la patología, según
Chalub.
Muchos profesionales se
dejan llevar por el lobby de la industria farmacéutica. No se puede
quedar más angustiado, aborrecido, chateado, porque eso es
inmediatamente transformado en depresión, afirma Chalub. Es la
medicación de una condición humana, la tristeza. Es transformar
un sentimiento normal, que todos nosotros debemos tener, dependiendo
de las situaciones, en una entidad patológica. Hay situaciones en
que, si no quedamos tristes, es un problema – como cuando se
“pierde” a un ser querido. Más el hombre no necesita sentir
cosas que son humanas, como la tristeza, explica Miguel,
Para Chalub lo que
diferencia la tristeza normal de la patología es la intensidad. La
tristeza patológica es mucho más intensa. La normal es un estado
del espíritu. Más allá de eso, la patología es larga. Es la
presión en el pecho, la dificultad de moverse, la persona solo
quiere quedar dormida, puede acontecer por uno o dos días más,
después, pasa. En patológica, se encuentra en las entrañas,
informa Chalub.
Quien más receta
antidepresivos no son los psiquiatras, son los demás médicos. Los
psiquiatras tiene una formación para percibir que primero es
preciso ayudar a la persona a entender lo que esta pasando con ella
y después, si es una depresión, medicar. Ahora, los no
psiquiatras, no quieren oír. El paciente dice: “Estoy triste.”
El médico responde: “Pues no”, y receta el ansiolítico. ¡Es el
problema!
Muchos afligidos
acostumbran a recurrir a los tranquilizantes y se debaten
aflictivamente para que la aflicción no los alcance en la vida
cotidiana. ¿Es común extasiarnos ante la belleza de las estrellas
del firmamento, en pedidos al Creador, a fin de que la angustia no
nos abata y ni nos alcance en el camino, o, aun para que los
sufrimientos se desvíen por otros rumbos? Con todo, la realidad de
las pruebas y expiaciones ante los estatutos de Dios llega
inexorable.
Ante los eventos
impetuosos de los azotes emocionales, nos sentimos vencidos y
solitarios. Más , en realidad, lo que parece infelicidad o derrota
puede significar intercesión providencial de Dios, sin necesidad,
por tanto, del uso de tranquilizantes para aliviar el dolor. En
muchos momentos de la existencia, cuando lloramos lagrimas de
angustia, los Benefactores se animan “allá”, de la misma forma
en que los horticultores “acá” descansan, serenos, después de
la labor del campo bien podado. ¡La vida es así!
Esas lágrimas
asfixiantes, muchas veces representan para nosotros alegrías en las
dimensiones superiores de la vida espiritual. Evidentemente nuestros
protectores del más allá no gozan porque estemos con padecimientos
atroces, más ellos saben exactamente qué tal situación señaliza
posibilidades renovadoras en el buril de nuestro crecimiento
espiritual.
Considerando la imagen
figurada del campo, recordemos que para toda area de cultivo debe
haber tiempo de remoción de la tierra, limpieza y de la poda
necesarios. Cuando nos encontramos en estado de profunda tristeza,
resultante de los deslices que cometemos impensadamente, ante la Ley
de Acción y Reacción, es natural que suframos los resabios amargos
de la angustia que amontonamos sobre el corazón y el cerebro;
todavía cuando los grandes obstáculos y dolores en la lucha diaria
nos sorprenden el espíritu, en situaciones que impiden de nuestra
responsabilidad directa, en esta hora de angustia intima que nos
llega nos proyecta para escalas superiores de evolución, si es
soportada con coraje y determinación, alegrando a nuestros amigos
espirituales que se esmeran en ampararnos las 24 horas del día,
pues ellos ven nuestro esfuerzo en superar con buen ánimo a estos
momentos angustiantes.
Jorge Hessen
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¿ Podrá haber algún día igualdad en el reparto de
riquezas?
Cada persona estamos en la posición económica y
social que nos corresponde estar, porque de habernos correspondido
otra diferente o mejor, habríamos nacido en el seno de otra
familia y otra sociedad, e incluso me atrevería a afirmar que ya la
tendríamos en este mundo mediante nuestro mayor esfuerzo, y si
hubiésemos tenido una mayor capacidad intelectual y volitiva, tal
vez podríamos haber superado ya nuestro actual nivel social y
económico.
Hay quien piensa que la riqueza está mal repartida,
pero sin embargo, sabemos que nada sucede por casualidad, sino que en
todos los aspectos de la vida, hay una causalidad previa.
Creer que puede llegar un día en que pueda haber una
igualdad total en el reparto de riquezas, posiblemente sea una utopía
y un sueño irrealizable del marxismo, porque siempre habrán pobres
al lado de ricos, tal como lo anunció Jesús de Nazaret, y habrán
dirigentes y dirigidos, según las diferentes capacidades de cada
cual, lo que supone una lógica diferencia en este reparto, pues es
de justicia que el trabajo mas complejo y responsable sea remunerado
a mas nivel que el trabajo de menor esfuerzo o responsabilidad,
aunque todos los trabajos son igualmente importantes, dignos y
necesarios en nuestras sociedades humanas . Yo entiendo que una cosa
es la igualdad en las riquezas, lo que además de imposible, sería
injusto, y otra cosa bien distinta es aspirar a que exista un
reparto equitativo y proporcional, con arreglo a cualquier noción
humana de justicia.
En
nuestro conglomerado humano actual existe tal variedad de aptitudes
que resulta inaplicable y sería injusta esta pretendida igualdad en
el reparto de riquezas económicas, de modo que si este igualitario e
injusto reparto fuese posible, el acicate por hacer un mayor
esfuerzo y asumir mayores responsabilidades en el trabajo se
perdería. La
diferencia de las capacidades humanas y laborales supone una división
y reparto de responsabilidades como del trabajo a realizar dentro
de la sociedad, y supone por tanto una diferencia en la posición
social y económica de cada uno.
Para que la absoluta igualdad en el reparto económico
fuese algún día una realidad, sería necesario que todos tuviésemos exactamente igual las mismas capacidades, lo que
evidentemente no es así; además todos tendríamos el derecho y la
capacidad para ejercer los cargos mas complejos y responsables, lo
que es imposible porque existe una amplia gama de capacidades y
responsabilidades sociales, trabajos y oficios, y todos son
necesarios para el sostenimiento y el progreso de la Humanidad.
- Jose Luis Martín
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“Espera
por el mañana, cuando tu día se presente sombrío y aterrador”
-Divaldo
Pereira Franco-
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Vuestro amigo y Hermano Jose Luis Martín, os desea a todos una feliz celebración del nacimiento en este mundo de Jesús de Nazaret.
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